Fourty-Two. Sentimientos heridos

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—Me traicionaste.

Las computadoras en el escritorio se apagan y Jin deja caer un poco los hombros, casi incapaz de ver a Jimin a los ojos. Como si él exigiera que así fuese. Mirada triste, herida; llena de lágrimas y dolor como si estuviese incrédulo. Jin abre y cierra la boca antes de sonreír torcido.

—No te-

—Te pedí que no le dieras eso que me hace sentir mal y se lo diste—Interrumpe Jimin, sin querer escucharlo dar excusas—. Todo este tiempo he ayudado y hecho lo que me has pedido porque eres mi hermano. Te considero mi hermano y cuidaría de ti de cualquier forma. Jamás te habría delatado en lo que pasó, pero tú sí lo hiciste. —Su voz quebrada y débil es tan fuera de lo común que Jin tiene problemas teniendo certeza de que este es Jimin. El que conoce desde hace más de nueve años.

—Sabes que Namjoon lo es todo para mí. Él quería la verdad y también me pidió que se lo diera. —justifica Jin y Jimin tan solo llora con más fuerza, negando con la cabeza.

— ¿Y yo? ¿Yo no importo? —solloza llevándose una mano al pecho, apenas usando un suéter enorme y andando descalzo. Solo ese suéter. No anillos, pulseras, collares, pendientes: no hay nada más en él que ese suéter gigante que Jungkook lo puso apenas le dieron permiso de acercarse.

—Sí me importas.

—Eres un mentiroso.

—No te estoy mintiendo-

— ¡Si pudieras entregarme o matarme lo harías! —recrimina, con su ojo negro viendo múltiples pensamientos. Secretos de Jin. La capacidad tan anómala que surgió de haber perdido un ojo y obtener uno nuevo: observar los secretos de las personas y saber cuándo mienten.

Jin se muerde los labios, desvía la mirada un momento y se quita las gafas para frotarse el puente de la nariz. Se los vuelve a poner.

—Namjoon es más importante que todos nosotros. No quiere decir que no te salvaría. Solo que Namjoon está por encima de todo. —justifica Jin—. Tú me cambiarías si con eso obtienes a Jungkook.

—Haría cualquier cosa por salvarlos a los dos—Camina hacia él, dándole toques con el dedo índice, empujándolo—, porque a diferencia de ti yo sí sé cuidar lo que amo—recrimina empujándolo más—. Yo sí sé ser fiel—Lo acaba derrumbando de la silla—. ¡Y yo sí sé ser un hermano! ¡TÚ NO! ¡ERES UN MENTIROSO! ¡ERES UN FRAUDE! —chilla rabioso hacia él.

Jin se queda quieto en el piso, sintiendo tan anómala la mirada rabiosa y despreciable de Jimin hacia él. como si fuese-

—Eres igual a Seokjin. Ustedes dos... son una basura.

Jin se levanta a prisa y antes de tomarlo para ¿Darle una cacheteada? ¿Gritarle? ¿Reclamarle? El impulso que su cuerpo tuviera, no logra hacerlo, Jimin lo maniobra de forma que le tuerce el brazo, deja de espalda, pisa su columna con la rodilla y coge del cabello con una mano, dándole un par de golpes contra el suelo e incluso arrancándole partes del cuero cabelludo.

Se levanta, sacudiendo la mano.

—Eres patético y un miserable. Espero que Namjoon ya no te necesite y te quedes tirado como la puta chatarra que eres.

Jin se incorpora, viendo los restos de sus gafas en les suelo y parte de su sangre. En su mente, se repite lo último que Jimin dijo, pero fuera de la habitación y de no ser por los micrófonos, no habría podido escucharlo:

"Ya no tendrás a nadie que te salve. Yo no pienso hacerlo."

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— ¿En qué tanto piensas? Cariño.

Namjoon se fija en que Jin tiene mucho rato en la misma postura, supone que reproduce sin parar un mismo vídeo, pero no tiene como saber cual es. Jin apenas sale del ensimismamiento, aun así, en su cabeza se reproduce el video de Jungkook y Jimin.

Mastermind | NamJin || BOOK 3#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora