EPIFANIA 2 YOONMIN (Saga Selenosis Completa)

CAPÍTULO 34 REGRESO A LA REALIDAD

Había sido realmente fácil acostumbrarse a despertar y encontrarse a Jimin a su lado, pero lo que más le gustaba era escuchar su voz adormecido pidiéndole que lo dejara dormir un poco más.

Lo único que alimentaba su ansiedad por laborar, era que por fin trabajaría por entero en el caso de su madre. Anhelaba la hora del almuerzo, la que utilizaría como excusa para encontrarse con Caine, quien lo pondría al día sobre la teoría del caso, y esperaba que su amigo ya le tuviese pruebas suficientes para empezar.

Salió y desde el corredor pudo ver a Jungkook servirse su infaltable café, que también lo envolvió con su aroma.

—Quiero uno —

—¿Preparado para regresar al infierno? —preguntó Jungkook con la mirada en su interlocutor, que colocaba el portafolio sobre la barra.

—Estoy haciéndome a la idea —le dio un sorbo a su café

No había tenido la oportunidad de verlo antes, porque su adorado primo había retornado de su viaje el día anterior; como si no hubiese tenido suficiente del diseñador, decidió quedarse a pasar toda la tarde en el departamento de Jimin y no se dignó a aparecerse sino hasta altas horas de la noche, por lo que apenas le vio la cara.

Yoongi se estaba alejando cada vez más y no podía evitar que los celos fraternales empezaran a germinar en él. Jimin le estaba robando el tiempo que unos meses atrás compartían como los primos que eran: ya no jugaban a los vídeo juegos, tampoco iban a correr al Parque y mucho menos amanecían hablando tonterías.

Sabía que esa sensación que lo recorría era una tontería porque ya eran adultos y cada uno debía hacer su vida de manera independiente. Y tal vez Yoongi también se sentía de la misma manera porque él de igual forma se había alejado, claro con la única intensión de poder compartir con Taehyung, aunque estaba seguro que todo sería distinto, si su primo no actuara como perro con mal de rabia, cada vez que nombraba a su novio.

—Dame un aventón hasta El Palacio de Justicia porque no tengo suficiente combustible en ninguno de los autos. Kim va a llenar el tanque de la camioneta y me la llevará.

—Últimamente te has vuelto irresponsable, ve cortándolo con Jimin que te tiene la cabeza llena de pajaritos y corazones, bájate de la puta nube y pon los pies en la tierra —Lo provocó con un tono burlón, sin embargo, sus palabras no eran sólo burla, había en ellas más verdad de lo que estaba dispuesto a admitir.

—No lo hice por irresponsabilidad, fue de manera intencional, y para tu información no quiero terminar con Jimin, así que no voy a cortarlo... Si entre más comparto con el, más quiero estar ahí... ahí.

—Lo tendrá mágico entonces —ironizó Jungkook.

Las puertas del ascensor se abrieron y los cuatro guardaespaldas se encontraban fumando mientras conversaban y compartían café. Al ver a sus protegidos se deshicieron de uno de los vicios más comunes del ser humano y adoptaron sus pétreas actitudes.

Yoongi y Jungkook, saludaron con entusiasmo a los hombres y ellos le daban los buenos días, sin detenerse en su camino hacia los autos aparcados en el estacionamiento. Los pasos de todos en una perfecta sincronía, creaban eco en el lugar subterráneo.

—Más que mágico... —Yoongi codeó a Jungkook, en una actitud cómplice.

—Mírate Yoongi , ya sonríes como maricón y todo —lo acusó con disimulo mientras soltaba una ruidosa carcajada—. Pensé que con el viaje sería suficiente, para tener tu dosis de diseñador —siguió con la burla hacia su primo y desactivó con el comando la alarma del auto.