CHAPTER 26

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Ya había pasado una semana desde la última vez que estuvo con Jimin y para fortuna de Minjeong, su vida había estado tranquila durante esos días. Aún le dolía el cuerpo pero al menos se sentía de humor y todo gracias a las constantes visitas que le hacía a Aeri en donde se juntaban para pasar el rato entre chistes, juegos y bromas. Se había sentido un poco mejor y eso le hacía estar un poco más tranquila.

En casa su madre seguía ignorandola pero al menos las peleas habían cesado y eso era de alguna forma reconfortante. Casi no veía a Baekhyun en casa así que asumió que por eso habían cesado las discusiones.

Era sábado y había quedado con la chica que más amaba para verse esa tarde. Con ella todo iba bien, bueno, Minjeong creía que todo iba bien a excepción de que Jimin estaba muy ocupada últimamente y no podían pasar tiempo juntas. Sin embargo, ya sabía que le diría próximamente a la mayor cuando la viera. Tenía mucha ilusión esta vez y no iba a desperdiciar la oportunidad de pedirle a Karina que saliera con ella.

Mientras tanto estaba en casa de Giselle junto a Yizhuo eligiendo que se pondría esa tarde para salir con Karina.

-No entiendo por qué no puedo ir así y ya. -Protestó Winter con fastidio y se sentó al ver las muecas de sus amigas.

-Min, entiende que no puedes ir por la vida con un sueter 10 veces más grande que tu, jeans rasgados y unas converse. Pareces un vago. -Ning le apretó el brazo a su novia y le regaló una sonrisa a Minjeong.

-Siempre estás hermosa. -Dijo. -Pero si quieres pedirle noviazgo a alguien deberías verte aún mejor, ¿Entiendes?

-Giselle siempre parece un espantapájaros y nadie le dice nada. -Se cruzó de brazos y Aeri la miró ofendida llevándose la mano al pecho haciendo gran drama.

-Querida, me veo mil veces mejor que tu. -Movió con estilo su cabello y la menor puso los ojos en blanco.

-Además... ¿Creen que acepte? -La ansiedad la estaba matando.

-Si. -Yizhuo siendo optimista.

-No. -Aeri siendo realista.

-Aeri tiene razón... -Minjeong se tiró hacía atrás en la cama.

-Siempre la tengo. -Se miró las uñas y luego suspiró sentándose al lado de su mejor amiga. -Min, trata de calmarte y ten presente que es muy probable que ella repita el mismo patrón. Solo te apoyo porque te amo y porque te amo soy honesta contigo. -Su tono era suave y tranquilo para intentar ser de ayuda.

-Gigi tiene razón. -dijo Ning y Minjeong se sentó de golpe.

-¿te ha dicho algo? -Buscó los ojos de la castaña y esta negó.

-No he hablado con ella.

Minjeong sentía muchos nervios y ansiedad porque a pesar de querer ir con todo, sabía que Aeri tenía razón y que todo su plan podía salir completamente mal. Sin embargo, se dejó llevar y dejó que sus amigas eligieran lo que se iba a poner y para su suerte no era tan llamativo pero tampoco tan simple y se sentía muy a gusto con eso. Era un top blanco con una chaqueta negra encima y unos jeans negros ajustados, para sus pies eran unas converse negras porque se negaba a usar algún tipo de plataforma.

-Luces hermosa. -Halagó Yizhuo y Giselle asintió.

-No olvides el regalo. -Aeri le entregó una cajita llena de los dulces preferidos de Jimin y Winter se sonrojó. -Animo, ¿Si? Sería una idiota si te rechaza. -Le dió un cálido abrazo y Ning se lea unió.

-Estaremos aquí pase lo que pase. -Las tres rieron con mucha ternura y dejaron respirar a la menor.

-Muchas gracias. Ya debo irme. -Dijo con sus nervios de punta y luego de despedirse, salió de casa de Aeri rumbo a verse con Karina.

Caminaba repasando una y otra vez que debía decir y que no debía decir, que debía y qué no debía hacer. Cuando llegó a la colina en donde quedaron de verse, se sentó en la banquita y comenzó a mecer sus piecitos con ilusión en sus ojitos. Se sentía bien a pesar de estar tan nerviosa.

Su corazón comenzó a ir a mil cuando vió a la dueña de su corazón acercarse así que se puso de pie dejando la cajita sobre la banca y se acercó para abrazar a la mayor, esta la alzó en el aire y dejó un beso en su frente.

-Mi bebé. -Winter sentía que no podía controlar sus latidos. Karina la dejó en el suelo y sonrió ampliamente mirando a la menor con ese hermoso brillo en sus ojos. -Estás preciosa. -Minjeong se sonrojó y sin poder hablar le entregó la cajita.

-Para ti. -Sonrió con ternura y la mayor tomó la cajita para abrirla.

-Bebé, muchas gracias. -Dejó un beso en los labios de la menor y se sentó junto a Winter en la banca para comer unas galletas. Nuevamente eran solo ellas dos en su mundo. -Gracias por ser tan linda conmigo.

-Tu mereces lo mejor del mundo. -Jimin tomó la mano de Minjeong y la besó dejando la marca del beso ahí.

-Si estoy contigo ya tengo lo mejor del mundo. -Besó la nariz de la menor y luego buscó sus ojos. -Estás más nerviosa de lo normal, ¿Pasa algo?. -Se llevó una galleta a la boca y comió de ella.

-No es nada malo. -Apoyó su cabeza en el hombro de la mayor. -¿Cómo has estado? -La mayor se tensó.

-Estoy bien. -Respiró hondo y siguió comiendo. -Abre. -Le metió una galleta a Minjeong en la boca y luego otra y otra hasta que Minjeong se apartó entre risas. -Pareces una ardillita. -Le besó las mejillas.

-Casi me ahogo. -Dijo riendo después de tragar.

Y así pasaron la tarde entre juegos bajo el árbol, besos inocentes llenos de amor y mucho cariño por parte de ambas. Ambas estaban increíblemente felices y luego de horas de ser solo ellas, se sentaron en el pasto y Minjeong tomó las manos de la mayor con mucho cuidado para besarlas.

-Rina... Quiero decirte algo. -Se sentía muy segura luego de aquella hermosa tarde y la preciosa sonrisa de Jimin le hacía sentirse en casa así que se armó de valor y habló. -Sabes que me gustas mucho, que te amo y que eres lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo...

-Siento lo mismo por ti, bebé. -Karina la interrumpió y luego le besó rápidamente la frente a la menor. -Sigue. -Minjeong le regaló una boba sonrisa de enamorada.

-Yo... Yoo Jimin, ya que eso es así para ambas, ¿Me harías el honor de ser tu novia? -Silencio. Hubo silencio hasta que Karina se apartó con sus ojos llenos de lágrimas.

-Min...

-Por favor, te prometo que no pasará nada malo, te amaré por siempre y te daré todo lo que necesites, puedo ser todo lo que quieras y necesites. -Suplicó.

-No... No puedo. -Y ahí todas las esperanzas de Minjeong se rompieron en mil pedazos cuando Karina comenzó a llorar aferrada a ella.

Aeri tuvo razón... El patrón se seguiría repitiendo una y otra vez.

¿Serías mi nada? - WinrinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora