I. La nueva

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—¡Vamos Tweek!, llegarás tarde a tu primer día de clases — llamaba Helen desde la planta baja, mientras terminaba de hacer el desayuno.

—¡V-voy mamá! — respondió desde el baño, evitando tener un tic tras ver que el tiempo pasaba cada vez más rápido mientras se alistaba.

Quizás debió de lavar su cabello anoche, así no lucharía con la secadora por la mañana.

En fin.

Tweek Tweak, una jovencita con tan solo quince años de edad (casi dieciséis, le gustaba aclarar), se encontraba en aquella pequeña habitación preparándose para su primer día de secundaria en el pueblo de South Park, Colorado.

Luego de haberse mudado junto a sus padres por motivos de negocios.

Ya que su papá, Richard, pensaba que montar una cafetería en un lugar donde el frío abundaba sería una buena idea, seguro de "salir con grandes costales de dinero".

Una idea jamás pensada e inteligentemente elaborada, que daría frutos en cuestión de tiempo.

Una tremenda estupidez en su opinión personal ( o quizás solo por no querer hacer cambios tan bruscos lo pensaba así)...

Le daba nervios tener que ir a un lugar donde relativamente no conocía a nadie. Demasiada presión para aquella chica, dónde en su cabeza pasaban escenas de lo catastrófico que podía ser. Desde simplemente ser un bicho raro ó ir y no volver.

Pensar esas cosas hizo que su piel se estremeciera y tuviera un pequeño tic.

Dando una visión completa de sí misma tras observarse en el espejo de su baño, suspiró para luego guardar sus cosas y salir del lugar.

Bajando la escaleras, su madre le llamó nuevamente y con más insistencia, ya a la cuarta vez se habría topado con Tweek enfrente de ella con una cara de pocos amigos o en este caso, demasiado estrés.

—Ya te iba a llamar de nuevo — dijo la castaña mientras veía como la más baja se dirigía al comedor, para luego seguir con lo suyo.

Tweek tallaría sus ojos levemente con un poco de sueño, para luego tomar asiento. Apoyando su rostro en una de sus manos, se tomó el tiempo de observar su entorno.

Richard tomaba tranquilamente café en la mesa mientras leía el periódico como solía hacer cada mañana, mientras Helen se encontraba virtiendo café en su termo y lo guardaba en su bolso.

Era costumbre para ella saber que ambos empezaban el día juntos.

Lo diferente en esta ocasión, era que estaban atentos de ver si estaba despierta o mínimamente lista.

Podían empezar el día y retirarse de la casa sin decirle nada, y en ocasiones anteriores pasar días sin verle la cara o preguntarle cómo está, sin mandar señales de vida.

Ellos seguirán con su rutina o concentrados en ellos mismos, ya lo había aceptado en parte.

Eso suponía en su mente, son muy pocas las veces que han compartido una mañana.

Pero claramente, las cosas cambiaban hoy, por el gran movimiento que llevarían en el transcurso de la mañana.

—Se te olvidó dar los buenos días a nuestra hija, amor — mencionó la mujer a su esposo, mientras terminaba de guardar algunas cosas. Richard por su parte, percatadose de la presencia de su hija enfrente de él, alzó su mirada por encima de la página que estaba leyendo para luego bajar el periódico y hacerlo a un lado.

—Buen día Tweek — sonrió mientras daba un sorbo a su café —¿Lista para el día de hoy?.

Volviendo de sus pensamientos, la rubia miró a su padre fijamente y negó con suavidad. Haciendo que el hombre riera por ello, dejando su taza en la mesa —No q-quiero ir... — entonó casi de manera inaudible.

Intrigas || [Fem. Tweek X Craig]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora