Infinitely Calamitous (SukuGo)

Capítulo 1

Gojo no sabe cuánto tiempo lleva sellado en Prisom Realm. A veces parece que han pasado días, mientras que a veces parece que han pasado meses, incluso años. Y ha veces parece como si el tiempo no hubiera pasado.

Gojo acaricia la venda de sus ojos y encuentra reconfortante su presencia. Confía en sus alumnos, confía en sus colegas, pero cuando la luz brilla a través del espacio y finalmente emerge del cubo, se congela ante la terrible vista que tiene ante el.

"Sukuna" Gojo no esperaba que esa fuera la primera palabra que dijera cuando saliera. No esperaba ver a Sukuna aquí, ni esperaba ver la ciudad ante él de derrumbada en ruinas.

La maldición parada frente a él sonríe, "Manteniendo la cabeza demasiado alta ¿no crees?" La presunción en la voz de la maldición es evidente, los dos pares de ojos rojos de Sukuna miran a Gojo con  arrogancia.

Gojo no le da una respuesta. "Veo que tienes todos los dedos". Afirma el hechicero, manteniendo su tono casual.
La cantidad de energía maldita que ahora posee Sukuna es muy clara frente a Six Eyes. "¿Que hiciste?"
"Mate a todos los humanos en Shibuya. A esos molestos hechiceros tuyos, también los mate". Sukuna sonríe ampliamente mientras anuncia sus malas acciones y se las informa a Gojo como si buscara elogios.

"Todos menos uno, claro". La maldición a dejado vivo a un pajarito y le ha cortado las alas para que no pueda escapar.

"La era dorada de las maldiciones a surgido una vez más y vas a ver a tus amados humanos ser masacrados como unos cerdos inútiles". Sukuna se ríe ruidosamente mientras extiende los brazos, sus ojos brillan con retorcida emoción. "Y no harás nada para detenerlo".

"Soy el más fuerte, así que por supuesto que tengo que hacer algo, incluso si es doloroso hacerlo". Gojo suelta una risa corta y triste. El es el más fuerte, por lo que tiene que cargar con todas estas responsabilidades sobre sus hombros, pero, sinceramente, a Gojo no le importan en absoluto los débiles."¿No es por eso que me dejaste salir?". Gojo le envía a la maldición una sonrisa. "Tú, Gojo Satoru, serás mío. El hechicero más fuerte aplastado bajo mis pies" Los ojos rojos de Sukuna brillan maliciosamente ante el pensamiento. "Qué agradable".

Ellos pelean

Cuando Sukuna derriba al hechicero y coloca su pie sobre el pecho del hombre, se cierne amenazadoramente sobre Gojo, mirándolo como la alimaña que es. "Tu infinito", Sukuna duplica la fuerza, amenazando con abrirse paso."Desasté de eso". Para que algo supere el infinito de Gojo, debe ser rápido, tan rápido que ni siquiera el infinito pueda frenarlo. Así venció Sukuna al hechicero. Al acelerar sus ataques a una velocidad que ningún humano jamas podría comprender, logró derribar al engreído hechicero y salir victorioso.

"¿Qué? ¿Tienes problemas para abrirte paso?" El hechicero machado de sangre le envía una sonrisa inquebrantable y Sukuna mira al hombre con una mirada oscurecida. Incluso en la derrota, el hechicero todavía no aprendía cuál era su lugar; alguien necesita que le den una lección.

"Tráelo" Sukuna le ordena a Uraume y un momento después, el usuario de la maldición regresa con un chico de cabello negro siguiéndolos.

Megumi

La sonrisa de Gojo visiblemente flaquea al ver a su alumno. No hay heridas visibles en la piel del niño, pero eso no significa qué Megumi esté bien. ¿Cuánto tiempo lleva cautiva Megumi con Sukuna? "Baja tu infinito Gojo Satoru",repite Sukuna la orden nuevamente. "No preguntaré tres veces".

Cuando la barrera bajo sus pies finalmente desaparece después de un momento de vacilación, Sukuna levanta su pie en alto y pisotea el pecho del hechicero con una fuerza lo suficientemente fuerte como para hacer que el suelo debajo de ellos se agriete. Sukuna puede sentir como las costillas del hechicero se rompen debajo de sus pies, la sangre brota de la boca del hombre y cae sobre sus calcetines negros. Sukuna pisa fuerte de nuevo y cuando los jadeos de dolor escapan de los labios de Gojo, contempla la vista con avidez.