Los Estigmas de Nate Edevane (+18) #1 EDLD ✔️ [EDITANDO]

27. Recuerda

٬٬⠀Recuerda⠀─

Mientras el día avanzaba y el ajetreo en el edificio de Nate continuaba, Leo decidió que era el momento de recargar energías. Había sido una mañana cargada de emociones y reencuentros, y necesitaba un momento para despejar su mente. Encontró su camino hacia la cafetería del edificio, un lugar discreto y tranquilo, alejado del bullicio de la oficina principal.

La cafetería estaba decorada con tonos cálidos y modernos, con cómodos sofás y mesas de madera clara. Leo se sentó en una esquina, lejos de la entrada, donde podía observar a la gente sin ser molestado. Ordenó un café negro y un sándwich, intentando relajarse mientras su mente repasaba los eventos recientes.

El aroma del café recién hecho y el ambiente relajado ayudaron a que Leo se calmara un poco. A medida que tomaba sorbos de su bebida caliente, se permitía dejar que los recuerdos se desvanecieran momentáneamente, concentrándose solo en el presente. Pero incluso en ese breve respiro, sabía que la situación en la que estaba inmerso era complicada y que su estadía en el edificio de Nate no era solo un reencuentro entre viejos amigos, sino una medida necesaria para su seguridad.

Mientras tanto, Zack llegaba al edificio. Había estado en una reunión fuera de las instalaciones y, al regresar, decidió entrar por la entrada principal. Vestido impecablemente, como siempre, su porte reflejaba la seguridad y precisión que caracterizaban su trabajo como mano derecha de Nate. Al atravesar la recepción, los empleados le dedicaron saludos corteses, a los cuales Zack respondió con un leve asentimiento, sin detenerse.

Sin embargo, mientras caminaba hacia los ascensores, algo llamó su atención. Al levantar la vista, vio a Leo en la cafetería a través de las paredes de cristal. Leo, con la cabeza ligeramente inclinada mientras bebía su café, parecía perdido en sus pensamientos. Por un momento, Zack se detuvo, sus ojos fijos en la figura de su viejo amigo.

Un cúmulo de emociones pasó rápidamente por la mente de Zack. Aunque no había visto a Leo en mucho tiempo, la conexión entre ellos no se había roto por completo. Sin embargo, en ese instante, en lugar de acercarse a él para saludarlo, Zack decidió seguir su camino. Había cosas más urgentes que debían discutirse con Nate.

Zack se giró y continuó caminando hacia el ascensor, apretando el botón para subir a la oficina de Nate. Mientras las puertas del ascensor se cerraban frente a él, Zack echó un último vistazo a la cafetería. Leo seguía allí, ajeno a que Zack había pasado, inmerso en su propio mundo por el momento.

Una vez que las puertas se cerraron y el ascensor comenzó a subir, Zack se preparó mentalmente para la conversación que tendría con Nate. Sabía que Leo estaba allí por una razón, y aunque sus caminos se habían separado hace años, los lazos que los unían aún eran fuertes. Pero ahora, en este presente complicado, había prioridades que requerían atención inmediata.

El ascensor se detuvo en el piso de la oficina de Nate, y las puertas se abrieron con un suave ding. Zack salió y se dirigió directo al despacho de Nate, sabiendo que cualquier retraso podría significar un riesgo mayor para todos ellos. Mientras caminaba por los pasillos, su mente seguía trabajando, planeando lo que debía decir y cómo abordaría la situación.

Al llegar a la puerta de la oficina de Nate, Zack tomó un momento para respirar profundamente, preparando su mente y su corazón para lo que estaba por venir. Sabía que Nate ya estaba abrumado con todo lo que había sucedido en los últimos días, y la presencia de Leo en el edificio solo añadía otra capa de complejidad a la situación.

Zack tocó la puerta ligeramente antes de entrar, su mente concentrada y su objetivo claro: mantener a todos a salvo, incluso si eso significaba enfrentar las verdades más difíciles.