28. Charla

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٬٬⠀Charla⠀─

Mientras el auto avanzaba por las calles iluminadas de la ciudad, Leo rompió el silencio que había reinado desde que salieron del edificio.

──Nate ──dijo en voz baja, pero con un tono firme que captó su atención──. Gracias por ofrecerme quedarme en tu departamento. Sé que no era necesario, pero lo aprecio de verdad.

Nate giró la cabeza para mirarlo, observando la sinceridad en los ojos de su viejo amigo. No eran muchas las veces que Leo expresaba gratitud de esa manera, y Nate sabía que esas palabras significaban mucho.

──No tienes que agradecerme, Leo ──respondió Nate, con una leve sonrisa──. Eres mi amigo, y los amigos se cuidan. Es lo menos que puedo hacer.

Leo asintió, devolviendo la sonrisa, aunque algo en sus ojos revelaba una nostalgia mezclada con alivio. El trayecto continuó en silencio, pero esta vez no era un silencio lleno de incertidumbre, sino uno más cómodo, marcado por la comprensión mutua.

Finalmente, llegaron al edificio de departamentos de Nate. Los dos hombres bajaron del auto, y los sirvientes de Nate aparecieron casi al instante, tomando sus sacos y dándoles la bienvenida con una reverencia cortés. El lugar emanaba elegancia y un aire de lujo, un reflejo del estatus de Nate, pero también un contraste con la sencillez que ambos recordaban de sus días más jóvenes.

──Sírvete algo de beber mientras esperas ──le indicó Nate a Leo, señalando la sala de estar──. Voy a buscar a alguien que quiero que conozcas.

Leo asintió y se dirigió hacia la sala, donde se dejó caer en uno de los cómodos sofás de cuero. El lugar era impecable, decorado con un estilo moderno pero acogedor. Tomó una copa del licor fino que le habían ofrecido, pero no bebió de inmediato. Su mente aún estaba procesando todo lo que había sucedido desde su reencuentro.

Mientras tanto, Nate caminó hacia la habitación de Mery. Sabía que ella probablemente estaría descansando, ya que el día había sido largo para ambos. Al llegar a la puerta, la abrió suavemente y encontró a Mery dentro, recostada sobre la cama, leyendo un libro.

Al escuchar la puerta abrirse, Mery levantó la vista y una sonrisa iluminó su rostro al ver a Nate. Él se acercó, inclinándose para darle un beso suave en los labios, uno que transmitía todo el cariño y la conexión que habían construido con el tiempo.

──Hola ──le dijo Nate en un tono bajo, casi como un susurro──. Hay alguien aquí a quien quiero que conozcas.

Mery lo miró con curiosidad, cerrando su libro y poniéndolo a un lado.

──¿Quién es? ──preguntó mientras se levantaba de la cama, alisando las arrugas de su vestido.

──Un viejo amigo ──respondió Nate, extendiendo una mano para ayudarla a ponerse de pie──. Es alguien importante para mí, y quiero que ustedes dos se conozcan.

Mery aceptó su mano y se levantó, su curiosidad aumentando. No era frecuente que Nate invitara a alguien a su hogar, y menos aún a alguien del pasado que nunca había mencionado en detalle. Pero había un tono en su voz, una seriedad mezclada con afecto, que le hizo saber que esta persona tenía un lugar especial en su vida.

Juntos, salieron de la habitación y caminaron hacia la sala de estar, donde Leo aún esperaba, inmerso en sus pensamientos. Nate apretó suavemente la mano de Mery mientras se acercaban, preparando a ambos para el encuentro que estaba a punto de suceder.

Nate y Mery entraron en la sala de estar, donde Leo estaba sentado, con la mirada perdida en su copa. Al escuchar sus pasos, levantó la cabeza y dejó la copa sobre la mesa, poniéndose de pie. Nate notó la tensión en sus hombros, pero también un atisbo de nerviosismo, algo que no veía en Leo con frecuencia.

Los Estigmas de Nate Edevane (+18) #1 EDLD ✔️ [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora