Capítulo VII

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Fue lo único que pudo decir antes de entrar un breve shock por la noticia. Debía ser una broma, tal vez estaba en uno de esos programas donde les hacían bromas y había cámaras escondidas.

– ¿sucede algo? – preguntó el doctor notando como su paciente  miraba de un lado a otro buscando algo.

– estoy buscando las cámaras – respondió sin titubeo – porqué es una broma lo que me acaba decir  – miro hacia el doctor.

El hombre de bata lo miro incrédulo para luego darle un sobre.

– puede verificar que es cierto – dijo en un tono neutro.

Yuuji tomó el sobre sus manos y con algo de miedo de confirmar lo que decía el doctor, sacó la primera hoja comenzando a leer lentamente cada palabra hasta  el final.

Positivo

Bajo lentamente las hojas en la camilla, miró con extrañeza su abdomen llevando sus manos con miedo hacia esté apretando un poco.

– pero ¿cómo es posible? – se preguntó más a sí mismo que al doctor.

– es ciertamente inusual su caso, lo más lógico que es que usted tuviera órganos femeninos, en si un útero, que probablemente se hubiera formado por una mutación...  – expresó con cuidado – un caso especial e interesante – dijo esto último con un toque que le causó un escalofrío a Yuuji – le dejare un momento para que asimile más su situación.

El pelirosa asintió levemente mientras lo miraba irse,  soltando un pequeño suspiro recostadandose  nuevamente en la camilla.

– un bebé... hay un bebé... un bebé viviendo en mí – susurró desconcertado pero al mismo tiempo conmocionado – un hijo mío  y de... – de cubrió la boca aguantando las ganas de llorar.

Era demasiado para él. Necesitaba irse de ese lugar,  estar ahí no hacía sentir más tranquilo si no todo lo contrario, en especial aquel doctor que lo había atendido.

Dispuesto a regresar a la escuela se levantó de la camilla notando hasta ahora que estaba con una bata, vio su ropa en una esquina y no dudó en  tomarla para vestirse. Asomo su cabeza por la puerta para verificar cuantas personas se encontraban, afortunadamente no había  muchas por lo que no dudo en  salir corriendo.

Ya estando seguro de que nadie lo seguiría, se sentó en la primera banca que encontró. Mando un mensaje a Megumi que lo disculpara por irse así, luego le explicaría.

Pero ¿qué le diría? "Hey, Megumi-kun estoy embarazado de Gojo-san" "Vas a ser tío,  estoy en cinta" "tu ex-tutor me embarazo", no nada de eso sonaba bien.

Se jalo los cabellos mirando al piso, su vista se poso en vientre y las lágrimas se deslizaban por sus mejillas e inconscientemente se abrazó.

Un bebé se encontraba en su interior, era parte de él. Aquel bebé que aún ni siquiera sabía si nacería era una parte de de él y de quien sería el amor de su vida. Y aquello le hizo sentir aún más triste.

Tal vez debería decirle, el podría ayudarlo y juntos encontrarían la solución, pensó, sin embargó pronto negó, el estaba comprometido,  se iba a casar con una mujer que igual le daría un hijo.

Y ellos serian felices y perfectos,  un hombre y una mujer con un hijo. Entonces ¿dónde quedaba él? El no tenía lugar en aquella que se convertirá en una familia.

Se sentía tan  abrumado por la situación y eso junto a aquel sentimiento de incomodidad que le generó aquel doctor no ayudaba en nada.

Un rugido se escucho. Pronto sus orejas se colorearon de carmín sabiendo que ese ruido había sido suyo.

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