3. Me llamo...

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Desperté con un humor de los mil demonios, el hecho de darles la "bienvenida" modo mi mamá a los vecinos me tiene perturbada. ¿Por qué no ignorarnos hasta la muerte y ya? No, mi madre quiere que YO les lleve un pastel y encima, que YO vaya a comprarlo.

Entré a la ducha, si sigo pensando en eso más coraje me dará. Me quité el pijama, quedando en bragas, abrí la regadera y en lo que salía el agua caliente me cepille los dientes. Al entrar, después de todo el procedimiento de shampoo, Jabón, acondicionador, exfoliante, etc, me quedé analizando uno de mis tatuajes.
El último que me hice fue un atrapasueños, si, como el de la película de crepúsculo, pero con plumas de mi color favorito, azul, lo tengo en un costado y abarca desde mi pecho al final de mi cintura.

Después de secar mi cabello, elegí unos vaqueros blancos, unas botas militares negras, blusa blanca de tirantes y un buzo muy grande rojo con rayas negras, estamos en octubre y ya se siente el frío. Cogí una bolsa negra y metí mi iPhone, llaves de la casa, efectivo y mi cartera. Busqué las llaves de mi coche en toda la casa, por suerte mi madre sabía donde estaban y salí a donde Tay y Jackson.

¡Ding Dong! Toqué el timbre y me abrió la señora Rudd luciendo muy bien, como siempre.

-Cara, querida, adelante- pasé por su lado a la enorme casa de mis amigos y me paré a ver el gran retrato familiar de los Rudd, en algún tiempo fueron muy unidos.

-Hola señora, ¿como se encuentra? Cada día más guapa debería decir-. Sonreí y ella me siguió, aclaro, ser rebelde no significa ser mal educada, menos, con las personas que te caen bien.

-Oh cariño, los años no pasan sin dejar huella, pero de ti ni se diga, cada día estas más hermosa, entiendo porqué mi hijo habla tanto de ti- me guiñó un hijo y no pude evitar toser donde casi me ahogo con mi propia saliva - Taylor se está bañando, acaba de entrar y dura horas, Jackson está en el salón, te dejo- Me dio un beso y me levanto las cejas una y otra vez.

Caminé hasta el salón, ahí estaba el chico mas buenorro que he visto, se encontraba en pijama aún, pero con solo el pantalón, traté de hacer el menlt ruido posible. Caminé hasta el y por detrás del sillón en el que se encontraba viendo el televisor le planté un beso en los labios.

-Buen día- Le dije, el sonreía como niño pequeño en juguetería.

-Hola hermosa- me tomó la mano y me giró para quedar frente a el y sentarme en sus piernas.

-¿Me extrañaste?- el asintió y puso una mano detrás de mi espalda y la otra en mi cuello, me llevo hasta sus labios y sentía su aliento, pasó su lengua por mi labio inferior, siempre hace eso, provocarme. Sin hacer su juego más largo acerqué mi boca a la suya y provocando un ardiente beso. Cuando nos faltaba aire nos separamos.

-Extrañaba tanto esto, me tenías muy abandonado, tuve que buscar a una amiga- ¡poooom! No somos nada, pero el es mío.

-¿Ah si?, anda llamala hoy también- el se rió.

-Sabes que no te cambio, tu eres mejor que todas juntas.

Me volvió a besar, esta vez más profundo, me sacó mi buso, y yo pasaba mi mano por su marcado abdomen. Besó mi cuello y me colocó a horcajadas sobre el, metía mis dedos entre su cabello y como acto siguiente me giró para quedar acostado y sobre mi, con ambos codos a lado de mi cintura para sostener su peso, levantó mi blusa y besó cada centímetro de mi tatuaje -Amo este de aquí también- dijo desabrochando mi pantalón dejando ver el que tenia al costado de mi cadera. Siguieron los besos, cada vez mas fuertes y pasionales, se encontraba por bajar mi pantalón cuando la puerta se abrió.

-Basta par de conejos, vámonos a ver a ty vecino ardiente-. Le agrande los ojos para que se callara a mi amiga, pues Jackson es un poco celoso, con poco digo mucho, no tiene porque, pero el lo hace y yo lo hago.

-¿Con qué vecino ardiente?- dijo mordiendo mi oreja.

-Si te refieres al Sr. McDonald tal ves- era un viejo amargado que vivía con los vecinos de a lado, mis peores enemigos -Pero no más que tú- le susurré en el oído.

-Cara, haz un favor a mis ojitos vírgenes y vistete, tu Jackson, quitate de arriba de mi amiga, que daría por que Mike los encontrara así.- Hicimos caso a lo que dijo, mi hermano no sabe nada de eso, lo mataría, a mi también, luego papá lo mataría a el, pero no dejaría de ser celoso, aun así lo amo.

Tay se dio la vuelta indicando que me espera abajo, me levanté del sillón y Jackson me siguió hasta la puerta del salón, me acorraló entre la pared, nos volvimos a besar -Esto no se quedará así, lo sabes- dijo arrimando su zona a mi zona, solté un gemido.

-Tenlo por seguro- me di la vuelta y me pegó una nalgada echándose a reír, solo le saqué el dedo medio y caminé hasta mi Jeep.


(......)

Después de comprar la tarta de chocolate y unas donas para Tay, volvimos a mi casa, en este preciso momento nos encontramos cruzando la calle hacia la casa de los.... Smith's dice en la puerta, pues de los Smith's será.

Tocamos el timbre, digo tocamos, ya que yo no quería y al tener mi dedo a 2cm de presionar el botón, Tay terminó por empujarlo.

-¿Que? Ya me estaba aburriendo- le rodé los ojos.

La puerta se abrió, mostrando a la misma chica de ayer, la rubia, al ver a Tay sonrió, pero al pasar su mirada hacia mi, hizo una mueca de desagrado, quien se cree esta barbie, -ah, eres tú-.

-Si, lamento desepcionarte y que no sea Ken quien toca tu puerta- Tay rió como loca, pero al ver nuestras miradas de rivalidad se calló.

-Emily, ¿Quien es?- dijo una voz femenina, seguro la madre.

-Nadie importante- la señora guapa, de clase, seguramente millonaria, se asomó.

-Oh chicas, disculpen a Em, ha estado un poco mal humorada estos días, pasen.

Caminamos hacia dentro de la casa, igual a la mía.

-Bien, ¿que las trae por aquí? Disculpen que grosera, mi nombre es Rose Smith.

-Mucho gusto señora, soy Tay su mejor amiga- dijo sonriendo apuntando hacia mí.

-Hola señora Rose, me llamo Cara, mi madre les envía esto como bienvenida y esas cosas.

-Solo Rose, sale las gracias a tu madre de mi parte, te presentaria al resto de la familia, pero mi hijo esta dormido y mi esposo está en el trabajo, se llama Richard.

-Oh, descuide, nosotras nos vamos, no queremos incomodar.

-Tienes razón- dijo la barbie.

-No le hagas caso, no incomodas a nadie.

Nos levantamos, en eso se escuchó el ruido de una puerta en el piso de arriba, luego pasos en las escaleras y luego se vio a un chico en pijama, la que tenia anoche.

-Oh, visitas.

-Si amor, nos trajeron un rico pastel- dijo su madre.

-Debe ser de una repostería de su nivel- dijo la barbie.

-¡ja ja ja! De hecho donde todas las personas como tu las compran- contraataque.

-Bien chicas, no discutan, nos vamos- dijo Tay.

-Oh antes de que se vayan, mi nombre es...- intervino el chico.

-A quien le importa.- contesté y salí de ahí.



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Hola:* ¿Como están? n.n ya el tercer capítulo.

Chicos me gustaría que votaran y comentaran, si algo no les agrada, la ortografía, errores, etc.

Espero les guste mi elección de personajes:3

Yo los amo a todos*-*

Besos desde Baja California Sur

(Jackson Rudd en multimedia).

Polos OPUESTOS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora