Papeles

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― ¡Y es por eso que decidí ayudar a todos lo niños que encuentre!

―Que encantador ―Echidna comentó viendo a Atalanta quien había pasado alrededor de dos horas contando su historia y porque la negativa contra Emiya estaba válida para ella.

La situación había comenzado a salirse de control conforme pasaba el tiempo debido a que Atalanta se presentó como alguien que estaba del lado "correcto" lo cual Echidna aprovechó.

Solo necesitaba sonreír y presentarse como alguien que era una amiga para ella y terminaba siendo aceptada en la mayor parte de los grupos.

No hubo avance con su investigación personal para recabar datos sobre Emiya y Echidna estaba comenzando a cansarse de ver historias que conocía.

Una gran parte de los héroes presentes en Chaldea ya habían sido estudiados por ella y llegado un punto probablemente sabía más de ellos que la propia persona. No es que fuera una acosadora, Echidna se defendió que solo tenía buena memoria y tiempo ahora que podía disfrutar de estar en aquel espacio.

No hubo necesidad de nada más que actuar bonita, relajarse y aprender tanto como podía de cada cultura nueva o en la base de datos de Chaldea. Echidna buscaba información que posiblemente no encontraría en los libros de aquella biblioteca, o al menos eso fue lo que quiso pensar que podría encontrar, la información dada en los libros por Emiya siempre parecía ir más allá de lo que inicialmente se planteó, si bien cada final ya estaba decidido en una muere trágica, eso no quitaba que la información obtenida fuese algo que más que bueno para ella, incluso si el final era predecible, Echidna disfrutó la trama hasta ese punto.

Quizá fue una de las razones por las que comenzó a leer de vez en cuando algunas historias que si bien no aportaban nada a su conocimiento le brindan una historia bastante entretenida.

―Y después de navidad la cocina fue un desastre ―Echidna había olvidado que Atalanta hasta a su lado hablando de todo un poco de lo que venía en su cabeza.

Quería rodar los ojos y simplemente alejarse pero se limitó a sonreír a la mujer que le respondió amenamente lo que sea que viniera a su mente.

...

― ¿Piensas salir en algún momento? ―Emiya no se había levantado aun de la cama, no es que Echidna actuara así habitualmente pero últimamente solo se tumbaba sobre él y se ponía a leer algún libro.

―Todos quieren que participe de alguna actividad.

― ¿Y?

―No puedo leer.

―Encantador.

― ¿Verdad? ―Echidna comentó pasando la página de uno de los libros que tenía en mano, ella estaba simplemente acostada boca arriba en el pecho de Emiya como almohada.

―Pienso ir a la cocina.

―Encantador.

Emiya suspiró ante la respuesta dada por Echidna quien negó a dar un movimiento fuera de la habitación en los últimos días, sin aclarar la razón.

La mujer de pelo blanco simplemente tarareó cuando pasó otra página sin más.

― ¿De verdad harás esto? ―Emiya preguntó sin ganas cuando sintió como Echidna simplemente se acomodó más en su cuerpo.

―Vamos ¿hace cuanto no pasamos tiempo a solas simplemente?

―Es porque tienes ideas y deseas algo extra.

―No es mi culpa que lo único que se levante por tu lado sea una espada para que obtenga lo que quiero.

―No pedí tener a una doncella ropa rasgada a mi lado.

Sabiduría De ImpostorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora