Como proteger al hermano mayor de la protagonista #1

Capitulo 7

Algo que era un poco suave y redondo. Había un leve olor a hierbas familiares.

Cassis se dio cuenta fácilmente de lo que le había presentado la niña.

Esta es una pastilla que se elabora purificando y concentrando los nutrientes que los humanos necesitan consumir. Si tomaba esa pastilla podría durar unos tres días sin comer. Entonces Cassis también lo tomó antes de dirigirse a la frontera.

Quizás la niña había visto un cuenco ahora tirado en el suelo de la prisión.

Agriche le dio algo de comer una vez al día porque tenía intención de matarlo de inmediato.

Sin embargo, era una comida no identificada que era como una porquería que te daba ganas de vomitar con solo olerla.

Además, Cassis ni siquiera tenía la intención de comer lo que Agriche le daba, incluso si sacaba las montañas y los mares.

—¿Qué? ¿Se supone que debo creerte y comer lo que me das?

Era lo mismo, incluso si lo había regalado la niña.

Cassis no le creyó a nadie frente de Agriche.

Por supuesto, la actitud de la chica tenía un rincón sutil, y dijo que no quería que muriera...

Aun así, no confiaba lo suficiente en la chica como para comer lo que le traía.

Sobre todo, todavía no conocía la identidad de la persona frente a él.

Ante el rechazo de Cassis, la niña se quedó en silencio por un momento.

—¿okey? Entonces no puedo evitarlo.

Al momento siguiente, con una sensación sospechosa frente a ella, Cassis notó algo y rápidamente abrió la boca.

—¡Ugh...!

Pero ya es tarde.

—¡Puaj!

Cassis gimió, sintiendo el dolor que le penetraba el abdomen, como cuando conoció a la niña.

Sin embargo, esta vez, no se desmayó de inmediato, quizás por su mejor estado físico que la última vez que fue envenenado.

La niña estaba un poco avergonzada por el hecho.

—Oh, esta vez fue un poco suave.

—Suave...

—Lo siento, te pegaré una poco más.

Inmediatamente después de eso, hubo mucho más poder en su abdomen que antes.

Qué sórdido...

Cassis casi perdió el conocimiento esta vez.

—¿Qué está haciendo esto?

Cassis no tuvo más remedio que reaccionar ante la chica que conoció la próxima vez.

Estaba enojado y avergonzado con la chica que la aturdió a voluntad. No era la primera vez que hizo eso.

—Dijiste que odiabas comer lo que te doy. Así que no puedo hacer mucho.

La chica le dijo mientras gruñía, en un tono tranquilizador.

Sin embargo, solo parecía lamentar la forma en que hablé, pero el contenido no lo era en absoluto.

—¿Esto no aturde a la gente?

—Entonces, ¿quieres comer tranquilamente a partir de ahora?

A pesar de la mordaz mirada de Cassis desde el frente, la chica no se movió.