LOVE IN HELL~Angel Dust × OC

06. LOS PERDEDORES DEL INFIERNO

☆☆☆☆☆☆

CASSANDRA MORNINGSTAR

Tras caminar un poco, llegamos al bar donde solía llevarle Angel con frecuencia, aunque nunca me dejaba ir sola porque era un bar complicado.

Señalé a Angel, que estaba sentado en una mesa con unos hombres de mal aspecto mientras consumían algún tipo de droga.

—Por Satán—bufé

—Vamos a vigilarlo de lejos por ahora—propuso Husk—Venga, te invito a algo.

Husk se acercó a la barra y lo seguí, tratando de no mirar a Angel. Dejó unos cuantos billetes en la barra.

—Dame whisky —ordenó y el hombre sacó dos vasos para empezar a servirlos—Me refería a la puta botella, idiota.

Se la quitó de un movimiento y pegó un trago para luego pasarme la botella. Yo le pegué un trago también, que rico estaba.

—Entonces le dije "Tú te lo pierdes, tengo mejores opciones"—escuchamos hablar a Angel y Husk gruñó—Oye, cielo,—miró a uno de los tiburones que estaba con ellos—sé bueno y tráele otra copa a papi.

El tiburón se acercó a nuestro lado en la barra para pedir una copa y apreté los puños al ver que le echaba algo ahí.

Miré a Husk y este asintió.

—Adelante, fiera—afirmó

Me levanté del taburete e intercepté al tiburón que llevaba la copa a la mesa, tirándolo de una patada al suelo.

—Buen intento—gruñí, pisándole la espalda

—¡Cassie!—reprochó Angel y se preocupó al ver que los demás tiburones me apuntaban con sus armas—¡Cuidado!

Antes de que pidieran hacerme algo, unas cartas afiladas volaron desde detrás mío y tumbaron a varios de los tiburones.

Gracias, Husk.

—Vamos—agarré a Angel del brazo y salimos afuera del bar

—¿Qué mierda hacen aquí?—replicó Angel y me miró— Quedamos que no vendrías a este bar sola.

—¿Sí? También quedamos con que nos contaríamos toda la mierda entre nosotros—gruñí y me miró sorprendido

—Andando al hotel—ordenó Husk—Ese cabrón te había puesto algo en la bebida.

—¿Crees que no noto si alguien me echa algo?—replicó Angel—Hago esto todo el tiempo.

—¿Te dejas drogar?—soltó Husk incrédulo mientras yo miraba a Angel con dolor en el pecho

—¿Crees que yo lo pido?—replicó Angel—¡No pido nada de esta mierda! ¡No pedí ser así!¡No pedí que Charlie me salvara y, por supuesto, no pedí que Val conociera a Cass!Tampoco te pedí a tí—señaló a Husk—Que me salvaras. Puedo apañármelas solo.

—¿En serio? Porque yo veo a alguien  autodestruyéndose y destruyendo a su mejor amiga con él—replicó Husk—No sé, ambos necesitan un barman con quien hablar.