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Tooru siempre se la pasaba solo, como ahora, está comiendo solo en el patio del Instituto MoriMori.
El omega peliverde ya estaba acostumbrado a estar solo, ya no le afectaba tanto como al principio, ahora ya ni importancia le toma.
Tooru estaba apundo de darle un bocado a su comida, cuándo sintió como alguien se había sentado a su lado. El peliverde se tensó, pensaba que ya lo hiban a empezar a molestar, pero no fué así...
En cambio, había un chico sentado a su lado, lo vió detenidamente; el chico es alto, es peliazul, ojos color celeste y un aroma a café. Rápidamente se dió cuenta que el chico es un alfa, y rápidamente se volvió a tensar.
El chico se dió cuenta de que Fujisaki estaba incómodo, por eso decidió hablar:
-Hola! Perdón si te estoy incomodando-dijo el chico un tanto avergonzado-es solo que adentro está muy lleno y no hay donde sentarse-dijo rascándose la nuca.
-N-no te preocupes-dijo sin verlo a los ojos-solo me asusté un poco-dijo subiendo la cabeza.
-Porqué? No soy tan feo-dijo el alfa haciendo reir un poco al omega.
-No es que seas feo, es solo que...-dió una leve pausa-siempre me molestan, pensé que tu también lo hibas a hacer.
-Porqué te molestan?-preguntó el alfa.
-No lo sé...-dijo el omega, el tampoco sabía por que lo molestaban sinceramente.
-Bueno, no importa, si quieres de ahora en adelante podemos comer juntos-le propuso el chico a Fujisaki, este se emocionó.
-Claro! Me encantaría!-le respondió Fujisaki con una sonrrisa, algo que encanto a aquel chico.
-Bien-le devolvió la sonrrisa.
Fujisaki se sonrrojó un poco, pues, por primera vez conversaba con alguien que no sean sus padres, hermanos o...Yuri.
Ambos se pusieron a conversar, y rato después sonó el teléfono del chico, este contestó y le habló a Fujisaki.
-Me tengo que ir-dijo levantándose de su asiento.
Fujisaki hizo un leve puchero.
-Porqué?-preguntó el omega viendo al peliazul.
-Tengo que entrenar, me acaba de llamar un amigo diciendo que llegaba tarde-dijo y Fujisaki asintió.
-Está bien, entonces nos vemos!-dijo y se despidió del peliazul con una sonrrisa, lo que no se esperó fué haber recibido un abrazo por el alfa.
-Bien, nos vemos más tarde!-dijo el alfa alejándose y despiéndose con la mano.
Fujisaki se quedó completamente sonrrojado y estático.
