~Alas De Mariposa~

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Alas de magia, les pido por favor; les imploro, que me permitan visitar, aunque sea con otra piel, los presagios de la noche y del atardecer.

A lo lejos, el cielo se llenó de nubes blancas, con sus formas caprichosas, revoloteando tanto que parece que siguen las melodías del viento, danzando en un suave compás.
Y, sin pensarlo dos veces, siento, en silencio, contemplo la invocación que ha sido lograda.

En la comisura de mis labios se proyecta una mueca, podría decirse que es casi una sonrisa.

Yo, con mi vestido turquesa de tul y seda, y un chal blanco que recubre mis hombros; puedo sentir que me elevo, abandonando el solitario castillo siniestro de piedra, ese que nunca debió haber sido mi hogar. Que irónico, siempre pensé que viviría allí, atrapada y en las mismas condiciones para siempre.

Pero ahora puedo verme a mi misma, con mis enormes alas de magia hechas de miles de vidrios rotos y promesas vacías, esos que tanto mal me hicieron, ahora esos vidrios reflejan lo propio del cielo, el inmenso lienzo celeste poseedor de miles de poemas derretidos, que brillan sin parar; mis ojos se agrandan y mis brazos se abren cual gigantesca mariposa, aunque con silueta de mujer.

Las ramas de los árboles, a mi vista parecen pequeñas hormigas. Me pregunto si solo es un vil espejismo o es la realidad, cierro los ojos un momento, respiro hondo, y siento la brisa del viento y el hermoso sol que chocan contra mis mejillas. En efecto, ni en mis mejores sueños, podría imaginar tal libertad.

Me poso sobre una nube de tiza, esponjosamente acogedora, ella me ha contado que tiene un poco de recelo, pues las musas del cielo, fueron y siempre serán las estrellas.
En susurro, le he contestado que celosa no debe estar, pues ella, con su algodon celestial se puede considerar poder ser la famosa nave de sueños de todas las personas, y poder ser mensajera del viento. Ella es capaz de romper miles de paradigmas, le puse mi vida de ejemplo, que muchos años atrás me he sentido poca cosa. Pero he conseguido a mi lado, la familia que he querido y que tantas alegrías me han dado, poder subir la radio, y bailar hasta sudar del cansancio.
Puede ser quien ella decida, puede ser dulce caramelo de fresa o la riqueza de un santuario. Ahí es donde recide su encanto, que tiene el cosmo a su favor.

Noto que sus ojos se iluminan, y lentamente, me escurro entre sus dedos, ella aciente firmemente, comprende que mi marcha no debe quedar a la deriva.
Emprendo  un nuevo rumbo. Sin saber hacia donde, solo mi instinto me guía; noto que no tengo hambre ni sueño. Y así pasan los días.

Mi olfato sugestivo, encuentra una exquisita esencia de flores y vainilla. He parado justo al lado de un árbol de durazno, uno de tantos que rodean la carretera.

De pronto, recuerdo, uno de los tantos cuentos que rondan por mi niñez, sobre capullos de canela y sobresitos de té. Y anécdotas, tantas anécdotas que podrían ser flores marchitas, pero ahora se posan sobre mi nombre, las veo, y tienen colores rojo fuerte y borgoña mezclados, con su centro amarillo. Tengo honestamente una nueva cada domingo, y a cada una las atesoro dentro de mi corazón, puedo comentarte que ya tengo todo un jardín y cada vez que lo observo me hace suspirar.

Poco a poco me doy cuenta de que ya no envejezco, y caen pájaros de lluvia como dardos envenenados, pero estos no envenenan mis manos.

Terrible diluvio, y no es por el clima; sino porque he perdido el rumbo, ahora solo la luna me guía. Me dice que aguarde, que encontraré mis respuestas, que me quedé en la víspera, en la espera ansiosa de la noche clara.

Tengo secuelas infinitas, porque la respuesta que he tenido es sentir que el brillo de tus ojos, belleza de café, ya no es lo que solían ser. En ese momento despliego mis alas, buscándote, y, gracias a nuestra conexión logro llegar a ti.

Emocionada, porque hace tiempo no te veia. Comparto una declaración boreal, llamándote, porque quiero alegrarte  mostrarte mis alas de mujer mariposa, pero, para mi sorpresa, no me escuchas.

No sé porqué....

Pero de repente, todo sucede en camara lenta, parece que estoy a punto de caer en un oscuro acantilado sin retorno, me recuerdo, para mis adentros, como todos los meses anteriores, que debo ser fuerte. Que no es justo por lo que estás pasando.

Susurro tu nombre, y puedo notar que se te eriza la piel, busco que tus ojos encuentren los míos, pero no lo consigo.
Te retiras de la habitación, asombrado pero angustiado, sin emitir palabra alguna, solo un sólido triste suspiro, que me agujerea el alma.

Mis manos no pueden tocarte, mis brazos no pueden abrazarte, -¿Qué será de mi?- Le pregunto al cielo. -¿No era esta mi infinita felicidad? ¿Cómo podemos estar tan juntos y tan separados al mismo tiempo? - No hay respuesta alguna. Solo silencio, abrumador silencio.

Tengo que estar contigo, ni un solo minuto me despegaré, y así, estando cerca tuyo podré contarte mis fantásticas aventuras en el cielo, y cuanto me enloquecen las estrellas con su mágico cantar.
Podré contarte cuanto te he extrañado en mi travesía y lo difícil que fue no poder despedirnos.
Contarte lo feliz que me hace poder poseer lo que siempre quise, mis alas teñidas de un azul vibrante, que he vuelto a tener mi pelo largo y castaño, como he soñado durante años. He decidido sujetarlo con una vincha hecha de estela espacial y un poco de arcoiris, que se me da muy fácil encontrarlos.

Quiero contarte que si quiero puedo conocer la galaxia entera en cuestión de minutos, que me encanta la brisa suave en las mañanas, que entra cuando abres la ventana, y hace bailar lo blanco del cortinar. 

Decirte que siempre estoy contigo, hasta en tus ataques de ira cuando no funciona bien el Internet, quiero detener tu furia, pero solamente me hecho a reír, se que es inútil, pues solo es cuestión de horas para calmarte y sonreírte de aquella estupidez.

Contarte que ya no tengo ninguna sombra oscura que me atormenta, ya no hay nada que me duela o que me provoque llanto.

Que me ha encantado mi foto rodeada de un marco plateado en tu mesita recibidora,  allí tengo una sonrisa conmovedora, aunque no puedo decir lo mismo de mi revoltoso peinado.

Y lo último que quiero decirte es que deseo que me añores en la alborada, cuéntame tus anhelos y secretos, ya no estoy débil, ahora tengo la fuerza de un fénix, soy tu hada de lienzo celeste, siempre alumbrada por luciérnagas enamoradas.

Y aunque el dolor te parezca demasiado punzante, recuerda cuando te recuestes en tu cama, tendrás evidencia, de que yo siempre te estaré cuidando, y por sobre todas las cosas, amando✨️🩷




Muchas gracias por leerlo hasta el final🩷💖💗

Vale❤️‍🔥

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⏰ Última actualización: Jul 05 ⏰

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