Capítulo 9

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Jimin había terminado su clase de baile de la mañana, había almorzado con su colega Shin Hoseok y había vuelto a su casa para darse un baño, ponerse bonito y salir.

Su celular sonó cuando terminó de aplicarse el bálsamo en los labios.

Era un mensaje de Yoongi.

Cerró el chat sin contestar, conocía a Yoongi durante el mismo tiempo que conoció a Jungkook debido a que eran parientes. El hombre le ponía los pelos de punta y el aura que siempre lo acompañaba lo hacía sentir cohibido, sin mencionar que era divorciado por lo que había una enorme lista de rumores y cosas que se decía entre los omegas.

La omega que estuvo casada con él no habló, pero sus familiares y amigos esparcieron todo tipo de rumores. Jimin se moría por comprobar algunos.

Pero Jimin era un beta, eterno compañero de su mejor amigo y no soportaba el estilo de vida de un alfa como Min Yoongi además de que este tenía una hija, lo que menos quería era problemas en estos momentos por lo que era mejor mantenerse lejos del hombre.

Salió camino al departamento de su mejor amigo, Jungkook vivía a pocas cuadras de su residencia lo que facilitaba todo. Una vez que llegó al edificio tomó las llaves de repuesto que le había confiado el castaño mientras subía el ascensor con impaciencia. Jungkook se veía bastante distraído y diferente últimamente, llegar a la editorial tarde durante la última semana se le había hecho costumbre y él no era de esos, disciplinado lo definiría bastante bien antes de la semana anterior.

Una vez en el piso, abrió la puerta correspondiente con confianza.

— ¡Idiota! —exclamó una voz fina. — ¡Tu hermano me dijo que...!

No esperó encontrarse con otro chico, lo curioso era que encajaba con el perfil que su amigo le pidió averiguar. Lo que más le aterró fue la marca en el cuello del omega.

Después de dos horas hablando con Taehyung, su cabeza pareció hacer corto circuito. Estaba molesto y no con Tae, sino con Jungkook y consigo mismo. Jungkook por imprudente y él por haberlo perdido de vista, ahora la vida del omega era un jodido caos, menuda mierda.

—En fin —dijo el peli negro. —Espero que esto termine lo más rápido posible, quiero volver a mi vida de beta. —Jimin soltó una risita incrédulo. —¿Qué es lo que te causa gracia?

—¿Quién en su sano juicio quiere ser beta? —preguntó mirándolo directamente y al ver la seguridad en la cara de Taehyung se puso serio. —Ser beta es una maldita mierda, solo eres un cero a la izquierda o la servidumbre de algún alfa u omega, somos mercancía con la que pueden jugar o despreciar, solo eres un niño que se queja desde su privilegio.

La realidad era que se trataban de realidades distintas, cada uno con conceptos diferentes de acuerdo a lo que habían vivido.

Jimin había vivido con la presión y desprecio de no ser como los demás, por no tener "valor" como los demás. Las burlas de sus antiguos compañeros en el colegio de élite al que asistía con Jungkook a pedido de los Min, muchas veces eran las mismas voces que lo hacían sentir inseguro en algunas ocasiones, no ser un omega o un alfa con algún valor o relevancia en la vida como lo eran Jungkook o Taehyung. Solo era un insignificante beta, sin aroma o lobo, sin ningún valor en la sociedad para nadie. Un marginado que jamás comprendería la sensación de un lazo, un compañero o una familia propia. Sin un lobo que lo hiciera más fuerte o más sensitivo, sin un aroma característico o un instinto, un don nadie al cual despreciaban por su jerarquía y nivel social, lo único bueno de ello era no pasar por algo tan estúpido y vergonzoso como el celo pero fuera de ello, ser beta le había traído mucha oscuridad y negatividad a su vida.

—No entiendes —había dictaminado Taehyung. —Lo desagradable que es ser omega, lo odioso que es cuando-

—Puede que no entienda lo que es ser omega —lo interrumpió el rubio. —Pero tu jamás sabrás lo que es ser condenado a ser beta así que deberías dejar de esconderte en un sueño imposible y afronta tu realidad —no había maldad en su voz, solo dolor. —No soy quién para darte órdenes pero en este escenario es mejor que seas realista, estás marcado por un alfa bastante fuerte por lo que tu situación es crítica. Si fueras beta no te pasaría, la marca desaparecería en semanas, así que o dejas tu comportamiento de mierda y buscas a otro alfa para romper el lazo o te resignas a estar con Jungkook porque entre nos, ese cabeza hueca puso sus dientes sobre tu carne por algo ¿Verdad? Su lobo tomó el control y el lobo siempre se sale con la suya aunque su lado racional esté en desacuerdo, lo he visto.

Taehyung quiso responder, quiso decirle que la marca es permanente porque su omega también lo permitió pero las palabras simplemente no salieron, también iba a negar porque no iba a permitir que su lobo lo emparejara con alguien a quien no conocía ni le gustaba.

¿Estás seguro de que no te gusta? Vamos, sabemos que te atrae físicamente.

Atraído o no hacia él, su lado racional solo estaba con el alfa por cosas superficiales.

—Jungkook me dijo que lo iba a resolver —¿No que no confiabas? — ¿crees que sería capaz de faltar a su palabra?

—Mientras no se entere su familia todo tiene salvación —opinó el beta dándose por vencido tomando asiento en el sillón frente al omega. —Si se enteran que fuiste marcado por error van a querer intervenir y Jungkook odia tener que rendirle cuentas a su manada, se vuelve muy malhumorado y agresivo.

—¿Una persona que guarda mangas románticos puede ser agresivo? —había un tono burlón en su voz que a Jimin no le hizo gracia. —¿Qué?

—Antes de burlarte de alguien por algo como eso deberías conocerlo, puede que Jungkook sea un idiota con un lobo impulsivo pero tú no eres el único que la pasó mal debido a su naturaleza —dictaminó Jimin sacando su cajetilla de cigarros para tomar uno y ponerlo sobre sus labios. —Deja de creerte juez.

—Yo no me creo tal cosa, solo me burlaba de algo tan tonto.

—No todos los alfas son duros y golpean paredes —dijo encendiendo el cigarro para darle una calada. —El alfa con el que convives solía ser el alfa más dulce, romántico y patéticamente cursi del instituto.

Taehyung notó la melancolía en sus ojos.

—¿Por qué "solía"? —preguntó haciendo comillas.

Jimin ni siquiera lo miró cuando se levantó en busca de un cenicero, volvió a los segundos con uno en mano.

—No puedo ser yo quien te cuente eso debido a que no es a mí a quién le afecto directamente —volvió a tomar su lugar dejando el cenicero sobre la mesa con el cigarrillo en la otra mano. —Lo que sí puedo decir es que fue una época sombría para todos, los Min originalmente eran cuatro ¿Sabías? Había un omega entre ellos pero tuvo un final trágico después de lo que cambió a Jungkook, tomó muchos años de terapia obtener al alfa que ves ahora.

Taehyung no supo que decir ¿Qué se supone que hiciera? ¿Cómo debería sentirse? Le gustaría negarse y decirse a sí mismo que esto no había cambiado su perspectiva pero el tono que había usado Jimin, cargado de preocupación, dolor y melancolía le había recordado los propios ¿Qué tan egoísta estaba siendo? Pero si no sacaba las garras por él mismo ¿quién lo iba a hacer? Ahora se encontraba realmente dividido ¿Pedirle disculpas a Jungkook? Estaban en las mismas circunstancias, tal vez podría manejar un poco su mal humor para que quedaran a mano. La peor parte era la curiosidad picando en lo más fondo de su ser, el beta había dejado demasiadas interrogantes sin respuesta.

No le gustaba la idea de que más personas lo supieran o se entrometieran pero la idea de un Jungkook agresivo le molestaba más que asustarlo, hasta ahora mal o bien el tipo se había comportado con él sin exigirle o demandarle nada, el tema de los lobos era un tema aparte.

Estaba muy lejos de sentirse culpable, se sentía infantil y egoísta por suponer que sus problemas eran mayores o superiores a los del resto después de todo el mundo no era justo ¿Tampoco con un alfa adinerado? Uno en un millón.

—Las buenas personas pasan por cosas desagradables que las lleva al borde queriéndolas hacer malas —dijo Jimin en una escasa reflexión. —Tú debes decidir si vas a ceder a ello.

¡Entiende que soy beta! - KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora