UN ESPOSO PARA UN MAFIOSO--- CORRIGIENDO....

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—Tú ya le has demostrado a todos que eres de armas tomar. Y como te dije, debes darte a respetar. Tu nueva acta de nacimiento te da el poder para hacerlo. Ahora que tienes esa herramienta... vamos a disparar. Quiero verte listo mañana, en tu último día de prueba.

—¡Vamos! Quiero verte dar lo mejor de ti. Tengo la intuición de que serás el rey de la mafia y harás respetar tu lugar como el esposo digno de Jungkook.

—Vamos, vamos... concéntrate en el objetivo. Imagínate que le disparas a tu peor enemigo.

Jimin dispara, dándole al objetivo.

—¿Eso! ¿A quién te imaginaste? —dice, mientras acomoda el arma en la mesa.

—¡A ti! —responde serio.

—Ese es mi chico. Sabes quién es tu mejor opción —dice, señalando a Jungkook, quien viene listo con su uniforme para pelear contra su esposo.

—¿En serio? —dice, mirando retador a su esposo—. ¿Así es? ¿Qué creías, que pelearías conmigo? Tengo mejores oponentes para ti.

Llegan más de cinco hombres y Jimin se pone en posición de contraataque, en dirección a su esposo.

—¿Qué pasa, cariño? ¿Me tienes miedo?

—En tus sueños —dice, lanzando los primeros golpes a dos hombres que lo atacaban por los lados.

Una batalla inicia, derribando a los hombres hasta dejar un solo oponente: su esposo. Pelean sin detenerse. Jimin le da una fuerte patada, derribándolo. Con esa misma fuerza, Jungkook se levanta. Son los mejores en autodefensa.

—Está listo. Está completamente listo para enfrentarse al mundo.

—Qué fuerte eres, cariño —dice Jungkook, tomándolo de la espalda con ambas manos.

—Sin duda, no soy lo que esperabas —le responde Jimin, dándose una vuelta por debajo de sus piernas y derribándolo de una patada al suelo.

Jungkook hace lo mismo y Jimin cae sobre él.

—¡Bien, bien! ¡Paren o destrozarán mi casa! Nos vemos mañana, Jimin.

Mónica está segura de que estos dos serán padres antes de que cante un gallo. Y es que su química se siente en el aire.

Se van para su casa. Al entrar a su habitación, Jungkook lo derriba al suelo, quitándole las botas. Jimin envuelve sus piernas en su cintura y le hace una llave, quitándole la camisa. Jungkook le suelta los botones del pantalón y se lo quita, lanzándolo a la cama, donde lo derriba, quitándole el pantalón a Jungkook. Queda sobre él. Ambos están agitados. Se besan con gran intensidad. Una batalla como ninguna han tenido.

Mientras hacen el amor, luchan por el poder. Jungkook lo domina en la cama, de espaldas, mientras lo penetra

Jimin lo toma del cuello, le pasa la lengua y lo muerde. Solo faltaba esa entrega para cautivarlo, y él tiene un cuerpo perfecto.

—Eres mío —le dice al oído.

Jimin lo besa en los labios, sintiendo su orgasmo.

—Lo soy, mi amor... y tú eres mío —responde, mirándolo a los ojos.

Jungkook asiente, besándolo con la misma intensidad del deseo. Ambos se duchan y se cambian para bajar a comer. Jimin muere de hambre, así que baja primero y espera unos minutos a Jungkook mientras come frutas.

Jungkook se tarda, y cuando lo ve, actúa extraño. Su actitud ha cambiado de repente, haciendo que Jimin se sienta inquieto. Está vestido para salir y habla por celular en otro idioma. Se acerca a la puerta y puede verlo enojado.