Capítulo 82: Ser mamá

87 5 1
                                    

Elena había estado pensando en agrandar su familia desde hacía meses. Aunque Isabella llenaba sus vidas de alegría, sentía un deseo profundo de experimentar la maternidad de una forma diferente. Quería ser ella quien llevara al próximo bebé, quien sintiera en su propio cuerpo el milagro de la vida creciendo. Decidió que este deseo debía manejarlo con mucho cuidado y discreción, sin que Alexia se diera cuenta hasta que estuviera completamente segura de sus decisiones y del proceso.

Trabajar en el hospital le ofrecía a Elena acceso a una gran cantidad de información médica y recursos sobre fertilización asistida. Empezó a investigar de manera discreta, utilizando su tiempo libre para consultar artículos científicos, revisar bases de datos médicas y tener conversaciones informales con colegas expertos en fertilización y reproducción humana. A medida que profundizaba en su investigación, se convencía más de que estaba tomando la decisión correcta.

Elena comenzó por recopilar toda la información posible sobre los métodos disponibles: inseminación intrauterina (IUI), fertilización in vitro (FIV) y el uso de un donante de esperma. Descubrió que había varias clínicas de fertilidad altamente recomendadas, algunas de las cuales colaboraban con el hospital en el que trabajaba. Esto le permitiría mantener sus investigaciones bajo el radar, disimulando sus visitas como parte de su trabajo regular.

Durante una conversación casual con una colega especialista en fertilidad, Elena aprovechó para hacer algunas preguntas más directas sin levantar sospechas.

"María, he estado pensando mucho en los métodos de fertilización asistida para un proyecto en el hospital," dijo Elena con una sonrisa. "¿Podrías explicarme más sobre las tasas de éxito y las mejores opciones?"

María, quien no sospechaba nada, le explicó pacientemente las diferencias entre IUI y FIV, las tasas de éxito de cada uno y los factores que podían influir en los resultados. "Todo depende de las circunstancias individuales," dijo María. "Pero la FIV suele tener tasas de éxito más altas, aunque es un proceso más invasivo."

Elena asintió, tomando notas mentales. Sentía que se estaba acercando más a su objetivo.

Decidida a dar el siguiente paso, Elena programó una consulta en una clínica de fertilidad que había recibido excelentes recomendaciones. Eligió una que colaboraba estrechamente con su hospital para mantener la discreción. Fue recibida por la Dra. Morales, una especialista en fertilidad con una reputación impecable.

"Doctora Morales, he estado considerando la posibilidad de tener otro hijo y me gustaría ser yo quien lo lleve," explicó Elena. "Quiero entender todas mis opciones y qué sería lo mejor para mí."

La Dra. Morales asintió comprensiva. "Lo primero que haremos es una serie de exámenes para evaluar tu salud reproductiva. Esto nos dará una idea clara de tus posibilidades y nos ayudará a diseñar el mejor plan para ti."

Elena pasó las siguientes semanas sometiéndose a varias pruebas: análisis de sangre, ecografías y una histerosalpingografía para verificar el estado de sus trompas de Falopio. A pesar de lo incómodos que eran algunos de los procedimientos, se sentía motivada por la posibilidad de ampliar su familia.

Durante este tiempo, Elena hizo todo lo posible para mantener sus actividades en secreto. No quería que Alexia se preocupara o sintiera presión antes de tener toda la información y estar segura del plan. Aunque a veces deseaba compartir sus pensamientos y esperanzas con su esposa, sabía que era mejor esperar hasta que tuviera un plan concreto.

Mantener el secreto no fue fácil. Había noches en las que observaba a Alexia e Isabella dormir, luchando contra el deseo de contarles todo. Pero sabía que debía ser paciente y estar completamente preparada antes de dar la noticia.

Ecos de Amor  - Alexia Putellas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora