Rosario,12 de julio de 1900 Querido amigo
¿Cómo has estado? Cuéntame¿Cómo están tus hijos?, no sabes cuánto me gustaría que podamos compartir una buena copa de vino, pero se que a pasado mucho tiempo desde la última vez que nos hemos visto y por más que quiera pasar un rato junto a usted me veo en la obligación de contarle que no le escribo precisamente para esto, verá , desde mi llegada a la casa cuál hábito. Me han estado sucediendo cosas poco comunes, los objetos desaparecen para luego aparecer en otros lugares de la casa, las puertas se cierran y abren solas al igual que los gabinetes de todos los muebles, se escuchan pasos subiendo y bajando por los peldaños y la peor parte de todo esto son las voces que resuenan toda la noche haciendo eco por todos los rincones de este lugar,así como leyó y no crea que es cuento ni broma por más locura que crea yo pienso que son espíritus, espectros o fantasmas,como guste llamarles, si está carta llega a sus manos con sumo respeto le pido que me crea y si es de ser posible darme hospedaje por un considerable corto tiempo en su hogar.
Atte.: su buen amigo Carlos Rodríguez
Está carta llegó el día de ayer, ya la e leído y releído varias veces pero parece ser un chiste por dos razones la primera es el remitente se supone que Carlos está en Moscú no en Rosario,la segunda es que Carlos falleció hace mucho aunque nadie más que yo sabe de esta información, Claro que tube que hacerlo por una buena razón, por qué el sabía lo que estaba haciendo si no se hubiera metido en mis cosas como siempre lo hacía el seguiría vivo y estaría realmente en Moscú como siempre quiso. Para darle a usted algo de contexto digamos que me encontró en una situación con otra mujer que no era mi esposa, pero no me mal entienda, esa mujer no estaba viva y espero que no piense que era necrofilia, la estaba preparando para hacer un guiso, cuando se lo explique a Carlos no sabe la cara que puso dijo que se lo diría a Carmen mi esposa y a la policía, pero yo no podía dejar que lo sepan más que nada Carmen si supiera que les doy carne humana a ella y a los niños, sobretodo en ese momento que estaba embarazada, me pedirá el divorcio al instante y no me dejaría estar junto a ninguno de ellos , por eso le di un fin a Carlos. Por eso y porque el también amaba a carmen creía que no sabía el como la miraba desde hace mucho y hablo de antes de siquiera empezar a salir, siempre estuvo esperando el momento perfecto para quedarse con ella, pero yo no le daría ese gusto. A diferencia de mis otras víctimas a el no lo cocine, lo creme no por ser mi amigo sino por su horrible alimentación, luego lo enterré bajo el piso de la casa cuál procede la carta.
Aunque me ha ayudado con el cargó de conciencia por haber asesinado a uno de mis pocos y más antiguos amigos, usted sabrá entender que no puedo dejar que Carmen o la policía se entere de esto,pero no se preocupe me encargaré de que se convierta en un excelente platillo.
