𝑩𝑶𝒀𝑵𝑬𝑿𝑻𝑫𝑶𝑶𝑹 𝑺𝑴𝑼𝑻

LEEHAN

No sabes por qué estabas haciendo esto. Incluso mientras te aplicabas el maquillaje negro, verde y azul, no se te ocurría una razón válida. sin embargo, aquí estabas, sentada en tu sofá hojeando tu teléfono, esperando la oportunidad de hacerle una broma a tu dulce y desprevenido novio.

Talvez se había sentido demasiado cómodo en su relación. Demonios, usaste cualquier excusa para intentar justificarlo. pero la verdad es que querías ver si él tenía la capacidad de enojarse contigo. él era tan jodidamente pacífico todo el tiempo que te encantaba eso de él, de verdad; sin embargo, en el fondo, tu corazón se aceleraba con el pensamiento; la anticipación cuando finalmente vislumbraría tu obra de arte que consideraría de otra persona.

Esto fue divertido.

Sabías que funcionaría. Nunca has dejado que Leehan te deje marcas en la piel a propósito, no porque no se sintiera bien que te besara, sino simplemente porque siempre te parecieron horteras y difíciles de tapar. Habías desperdiciado mucho maquillaje en el pasado tratando de hacerlo, así que cada vez que estaba a punto de dejar manchas moradas, le decías que se detuviera. Incluso había negociado dejarlos en lugares que sólo él podía ver, pero aun así te negaste. especialmente si no pudiste devolver el favor.

Sabías que esta era una forma malvada de presionar sus botones, que querías desesperadamente que lo presionaran. Fue egoísta, realmente, sin embargo, en este momento el plan ya estaba puesto en acción. Querías empezar una pelea, sólo para ver si podía.

Él nunca se ha enojado contigo. él nunca te ha gritado. Nunca se ha atrevido a ponerte la mano encima. y eso era un sueño, pero en algún lugar en el fondo, sabías que también era tan aburrido como deseable. querías que te gritara al menos una vez, te maltratara de manera consensuada, por supuesto que querías tanto, y tal vez esta no era la forma correcta de mencionarlo, pero ya no importó cuando su voz rompió el aire silenciado...

"¿qué es eso?"

"¿Que es que?" preguntaste, actuando sin darte cuenta mientras te desplazabas por Twitter e Instagram por turnos.

Se encogió de hombros, y no sabes si fue el hecho de que aparentemente no le importaba, o si fue que tal vez simplemente lo escondió debajo de la alfombra como cualquier otra cosa, lo que comenzó a cabrearte.

No obstante, decidiste que estarías en esto a largo plazo. después de todo, querías ver si él comenzaría la pelea.

Y durante el resto de la tarde veías a Leehan mirando en tu dirección, desviando la mirada cuando hacías contacto visual. Mantuvo una actitud tranquila y nunca volvió a preguntar qué eran las marcas moradas en tu cuello. incluso te había abrazado antes de irse a practicar, acercándose a la obra de arte.

Te resultaba difícil creer que no se hubiera dado cuenta.

Tal vez estaba ordenando sus pensamientos, tal vez estaba tratando de decidir por qué no olías como otro hombre y por qué sabía que no le harías eso. Tal vez por mucho que le presionaran los botones, esto fue todo por su ira contenida. tal vez la práctica de baile era su forma de aliviar el estrés que le provocabas de vez en cuando. Tal vez el Leehan tranquilo, tranquilo y sereno era la única versión de tu novio, por lo demás sonriente.

Tal vez estabas empezando a sentirte mal porque no tenías idea de los sentimientos que él tenía hacia esta broma. ¿le molestó? no te darías cuenta si así fuera. era bueno protegiendo las emociones, y tal vez ahí era donde había que trazar el límite. tal vez ahí es donde debería haber comenzado tu conversación, en lugar de lo que sea que tiktok te hubiera inspirado a hacer.

Seguiste mirando el reloj en tu pantalla de inicio, contando los minutos hasta que volviera contigo. Y justo cuando habías decidido terminar la broma, optar por una imagen civilizada y adulta iluminó tu pantalla oscura, un texto que decía: necesitamos hablar.

Sin embargo, no pudiste descifrar el significado oculto, claro que sabías de qué se trataba, esa es lo único que ha estado mal durante los últimos meses entre ustedes dos. ¿Qué más podría ser? ¿Y por qué, ahora que finalmente estabas consiguiendo lo que querías, no te sentías bien?

No le respondiste, en parte porque no sabías qué decir; fue una broma. Sólo quería ver si te enojarías conmigo. Estoy tan aburrida de esto, nada parecía correcto o, francamente, veraz.

También sabías que no estaba lejos. De lo contrario, no te habría enviado un mensaje de texto, solo para quemarte, aunque se lo hubiera merecido. Entonces, esperaste junto a la puerta a que volviera tu novio, y la idea de quitarte la sombra de ojos desapareció hace mucho tiempo.

Luego, finalmente se abrió con el patrón de su código clave. el aire se volvió espeso y te costaba tragar con un nudo en la garganta. ¿lo lamentaste? Sí. ¿Te sentiste mal por ser inmaduro? Sí. ¿Una pequeña parte de ti todavía tenía curiosidad por ver cómo se desarrollaría esto?

Sí.

"t/n", fue lo primero y único que murmuró durante un par de minutos insoportablemente largos. Lo viste mientras dejaba su bolso, lo miraste mientras se quitaba los zapatos y casi explotas cuando se pasó una mano por el cabello. Quizás Leehan pudo quemarte, aunque no fuera intencionado.

Sus ojos finalmente se encontraron con los tuyos, pero luego se dirigieron a tu cuello y luego a tu clavícula, él sabía, sabe desde que la primera pregunta salió de sus labios hace horas y horas.

"¿qué es eso?" sus brazos serpenteaban entre sí y te parecía mal pensar que hacía calor, pero realmente lo creías.

Casi como un deja vu, el mismo sentimiento surgió desde abajo dentro de ti. "¿Que es que?" usted recreado. aunque esta vez no lo dejó pasar. Se acercó a ti rápidamente, demasiado rápido para alejarse antes de que quedaras atrapado entre el yeso y su cuerpo.

Sus manos eran lentas con los movimientos. esas manos tan estúpidas que te tenían, literalmente, en la punta de sus dedos. uno forzó tu cabeza por tu mandíbula para exponer tu cuello, mientras que el otro apartó el cabello que ocultaba las marcas de su vista.

Te enfrentaste a ser indiferente, pero a decir verdad, si él no te estuviera sosteniendo, tus rodillas ya se habrían doblado, dejándote hecho un desastre en el suelo frente a él.

"Debes pensar que no te conozco", expresó, manteniendo el contacto visual mientras empujaba su pulgar entre tus labios, juntando suficiente saliva para luego presionar el dedo contra tu cuello y deslizarlo. y se manchó con bastante fuerza, a pesar de estar etiquetado como resistente al agua. "Dime por qué sentiste la necesidad de pintarlos. No pude pensar en una buena razón en todo el día, princesa".

Y el apodo con el que siempre te llamaba y menos que inocentemente tenía tu corazón en absoluto caos; la anticipación era tan buena como si hubiera levantado su voz que pensaste,tal vez tu aroma a vainilla.

Mi novio finalmente había captado la pista que querías más, a pesar de hacerlo de una manera poco reflexiva forma, y tal vez te diste cuenta que no odiabas eso.

Él siempre fue amable, no, eso te encantaba de él, pero a veces estaba bien si quería ser un poco más malo contigo. después de todo, él siempre podía decir cualquier cosa que quisiera, y eso todavía significaría que
él te vio como suyo para siempre solamente.

"Yo", no podías pensar con claridad cuando colocó sus labios sobre los puntos previamente (falsos) marcados. su aliento era cálido, sus labios suaves y luego firmes mientras chupaba los puntos que sabía que rara vez le dejarías hacer a su manera. "Yo - uh, joder. Leehan",

Su voz era baja contra el caparazón de tu oreja, enviando un escalofrío por tu columna y un gemido en tu garganta, "si quisieras algo, podrías haberme pedido, cariño. Te daría cualquier cosa"

Los ojos con los que te sentías cómodo siempre parecían estar ahí a pesar de la posición firme en la que te tenía. Sabías que él te amaba más que a nada, así que sabías que sus palabras eran ciertas. y su comportamiento se rompió cuando besó tus labios, casi dándote un latigazo.

Sus palmas apoyadas contra tus mejillas, sus pulgares frotándose dulcemente, "si quieres que todos sepan que eres mía, déjame hacerlo yo mismo"