1. Primer encuentro.

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Selena.

Hace ya algunos años que reencarné en la novela que leí un día antes de morir, sé lo que pasará y lo evitaré a toda costa, solo quiero tener una vida pacifica, lejos de la historia original.

Desde que reencarné, he buscado una manera para que todos podamos vivir, y lo que creo que mejor puede funcionar, es que Celestine no vaya por el mal camino y yo me aseguraré que eso pase.

Desde hace ya dos años que le he estado enseñando los valores y que la familia es más importante que el dinero, siempre que tengo tiempo le recuerdo eso.

Mientras que en mis ratos libres me escabullo en la biblioteca para buscar alguna solución para poder regresar a mi mundo y seguir con mi vida normal, pero, mientras más tiempo paso aquí, menos siento que quiera regresar.

Aquí aún puedo practicar esgrima, no como en mi mundo, si no fuera por esa lesión; tengo personas que me aprecian, un hogar al que regresar, tengo una familia, tengo amor, algo que nunca pude tener en mi vida pasada.

Creo que lo mejor será estar en este mundo, ser hija de Simón Evan y morir como tal, solo quiero el amor de una familia, lo sé, es egoísta, le estoy quitando esta oportunidad a la verdadera Selena, solo espero que donde quiera que esté, tenga una vida mejor que la que tuvo en este mundo y la que tuve yo.

Pero aún así, siento que debería informarme lo más que pueda sobre este nuevo mundo, pues en la novela lo detallaban muy vagamente, espero que esto llegue a ayudarme algún día.

Solo quiero que todos podamos vivir, los protagonistas, los personajes secundarios, incluso el villano, nadie merece morir, eso es algo injusto, quisiera solo poder dejar pasar todo esto, pero no quiero ser la única que viva, no soy tan egoísta.

—Selena, pequeña ¿Otra vez estás aquí?, ¿No son muy difíciles esos libros para ti?, eres muy inteligente, mi bebé.

Esa voz era de Simón Evan, mi padre, lo reconozco como tal, pues nunca nadie me había tratado con tanto cariño.

Pero ¿que pensaría de mi cuando se diera cuenta de que no soy su verdadera hija?, ¿Que es lo que cambiaría?, al pensar en eso, extrañamente mi corazón dolió, aunque en mi vida pasada nunca haya tenido un padre o una madre.

—Papá —Sin darle tiempo para que respondiera, como estaba inclinado hacia delante, me he avalanzado sobre él y le he abrazado fuertemente, no quiero dejar ir este sentimiento de amor —. Extraño a mamá... —. Claramente era mentira, ni siquiera recuerdo su cara, solo quiero un poco de consuelo de mi padre.

—Lo sé, mi pequeña —por un momento pude notar como su expresión cambió un poco y se ensombrecio ligeramente, estaba triste, por lo que sé, papá realmente quería a mi madre —yo también la extraño.

Se podía notar que así era, mi padre siempre mostraba una sonrisa cálida y amable, pero ahora, a pesar de que sonreía, se le veia triste, al pensar en eso, unas lágrimas se me escaparon y volví a enterrar la cara en su pecho.

Ya llevaba varios minutos abrazando a mi padre sin decir una sola palabra, probablemente pronto me preguntaría si quería hablar.

—Mi bebé, ¿te sientes mal?, ¿Me quieres contar? —realmente si quería hablar con él, hablar sobre quién soy en verdad, pero las palabras no salían de mi boca, se quedaban atascadas en mi garganta.

—No... solo me gusta abrazarte papá —me abrazó un poco más fuerte y después se separó un poco, me secó una lágrima que aún permanecía en mi mejilla y después de eso recordé que me estaba buscando —¿para que me buscabas papá?

Mi hermosa luzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora