Veintiocho - Guardapelo de Salazar Slytherin

464 27 1
                                    

Escuché un ruido en la parte baja, me había mantenido alejada de ellos, así que estuve ahí un buen rato. Pero el ruido se hizo más fuerte acompañado con la voz de un hombre que yo no conocía.

Baje las escaleras, caminando por los pasillos observando cada habitación que iba pasando hasta que llegué a la cocina. Había un hombre y los dos elfos arriba de la mesa.

- ¿Que sucede? -pregunté al ver la escena- quién es este hombre?

- Tenemos que ir al ministerio -Dijo Hermione- ahí está el guardapelo verdadero.

Harry se volteo para mirarme.

- Es Mundungus Fletcher. Es un ladrón y traidor. -Dijo con cierta amargura en su voz.

- Y tiene razón, tenemos que ir al ministerio. El guardapelo verdadero está ahí. -Añadió, con urgencia en su tono de voz.

- Quieren que los acompañe? -Me ofrecí viendo a Hermione

- Bueno... Va a ser peligroso. Pero si... si quieres acompañarnos, necesitamos toda la ayuda que podamos conseguir. -Dijo Hermione, con determinación en sus ojos. Sabía que podía confiar en mi, ambas tratábamos de ser francas.

Harry, Ron, Hermione y yo estabamos  listos para partir hacia el ministerio. La tensión en el ambiente era palpable mientras salíamos de Grimmauld Place.

Como si fuera un día normal de trabajo, eramos al ministerio, no demoramos en ponernos en situación. Utilizando la poción multijugos, nos transformamos en trabajadores del ministerio y comenzamos a adentrarnos en las entrañas del edificio.

Harry estaba nervioso, sabía que teníamos que movernos con cautela. Cualquier paso en falso podría ser fatal. Sin embargo, mantuvo su compostura y se mantuvo alerta, listo para actuar en cualquier momento.

- Puedo quedarme a hacer Guardia -Dije en el cuerpo de una mujer delgada y pálida. Que llevaba una medalla de seguridad mágica.

Harry me miró y sabía que no debía discutir.

- De acuerdo. Quédate aquí y avísanos si ves algo sospechoso. -Dijo Harry con decisión, aunque se podía percibir cierta preocupación en su tono de voz. Él sabía que estaba sacrificando mi participación en la misión para cuidarlos a distancia.

- Señorita Ogden! -Un hombre se acercó a mí y tomó mi brazo guiandome a una esquina.

- Buenas tardes señor -Le sonreí. Le di la última mirada a Hermione dándole a entender que estaría bien.

Hermione me devolvió la mirada, los tres chicos siguieron avanzando por los pasillos.

- Puedo ayudarle en algo? -le pregunté al hombre, que con exactitud no sabía quien era.

- Necesito su ayuda, señorita Ogden. Sé que no somos muy cercanos, pero necesito un favor tuyo. -Dijo, su voz temblorosa por el miedo y la paranoia. Le echó una rápida mirada alrededor, asegurándose de que nadie estuviera escuchándoles.

- Bueno... Si, claro -Traté de no verme nerviosa, aunque definitivamente lo estaba, no sabía con exactitud que trabajo realizaba la mujer. Solo que era de seguridad y ya... Que hacían ellos?.

- Tengo audiencia en quince minutos... algo muy serio dentro del ministerio está pasando. Sé que está cerca de los aurores y que confían en usted... Si voy a esa audiencia no regresaré a casa, señorita Ogden. -Dijo con cautela, mirando a los lados nuevamente, asegurándose de que nadie les estuviera escuchando. Su comportamiento y su paranoia daban a entender que estaba lidiando con algo muy grave.

Estaba apunto de responder pero los gritos de un hombre sonaron por la planta baja.
El hombre frente a mi, sobresaltado por los gritos del hombre, se detuvo en seco. Parecía aún más nervioso y preocupado que antes.

Dulce Amália | +18 - Draco, Mattheo & Tom Riddle.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora