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Mis dedos rozan el anillo de bodas alrededor de mi collar mientras me siento junto a Soobin en nuestro lugar habitual de estudio, en los bancosde picnic justo afuera de la biblioteca

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Mis dedos rozan el anillo de bodas alrededor de mi collar mientras me siento junto a Soobin en nuestro lugar habitual de estudio, en los bancos
de picnic justo afuera de la biblioteca. Mi anillo está guardado de forma segura debajo del vestido que llevo hoy, pero de alguna manera, siento como si tuviera las palabras Recién Casada escritas en toda mi frente. Es extraño estar de regreso en el campus apenas unos días después de casarnos. Se siente como si todo hubiera cambiado, pero al mismo tiempo, como si nada lo hubiera hecho.

―¿Qué hiciste el fin de semana
pasado? ―pregunta Soobin, dándole un mordisco a su manzana. Me ve con una expresión ilegible y me siento un poco más erguida.
—Iba a preguntarte si querías estudiar juntos,
pero no pude comunicarme contigo.

Sonrío con fuerza, rezando en silencio para que mis nervios no sean evidentes.

―No mucho ―murmuro, viendo hacia abajo mientras pienso en la boda del sábado.
—Solo estudiar ―agrego, convenientemente omitiendo la parte donde todo lo que estudié fue el cuerpo de mi esposo, en cada habitación de nuestra casa.

Jugamos verdad o reto mientras Tae me mostraba el lugar, y nuestros retos se volvían cada vez más escandalosos. No estaba segura de cómo sería estar casada, estar a solas con Tae de esa manera, pero disfruté cada segundo. Cuando dijo que intentaría ser un buen esposo, realmente parece haberlo dicho en serio, llegando incluso a prepararme café por la mañana y darme acceso a todo lo que hay en su casa, incluida toda su tecnología y el laboratorio de mis sueños.
Nuestro primer fin de semana juntos fue sorprendentemente maravilloso y me hizo sentir más feliz de lo que esperaba.

―He estado preocupado por ti, ¿sabes? No estaba seguro de cómo estabas lidiando con todo el asunto de Jeon Taehyung. Sé que realmente te gustaba y no debe ser fácil verlo fotografiado con otra persona.

Frunzo el ceño, confundida sobre de qué está hablando.

―¿No lo viste? ―murmura, y su expresión decae.

Sacudo la cabeza y respiro profundamente, esperando lo peor mientras Soobin toma su teléfono y abre el perfil social de The Herald. Mis cejas se arquean cuando me muestra una foto que debe haber sido tomada el día después de nuestra boda en el estacionamiento de una
conocida cadena de comida rápida, un lugar que The Herald considera que está muy por debajo de un Jeon. Mi corazón se acelera mientras leo los mordaces artículos especulativos que escribieron sobre Tae y su misteriosa chica, que resulta que soy yo.

La foto es sorprendentemente borrosa y me sorprende la cantidad de historia que lograron crear a partir de algo tan simple. Tae me llevó a dar una vuelta después de mostrarme los autos más raros y caros de su colección, y la ubicación de todas las llaves. A mitad del camino cunado me llevaba en mi auto favorito, mi estómago gruñó. Él se rio y me preguntó qué quería comer, y yo señalé un cartel de una cadena de comida rápida en la distancia, diciéndole que me encantarían unas papas fritas.

LA PROMETIDA SECRETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora