Una conexión que él nunca quiso sentir termina cuando ella se aleja...
Los Jeon libro 5
Taehyung
ii Advertencia !!
Esta historia está basada en la gran novela en inglés de Catharina Maura "The Secret Fiancée" con todo respeto a la autora y a la his...
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―Lola te extrañó ―le digo a Bea mientras entramos a la casa. Todo se sentía diferente sin ella. Vacío. Solitario, incluso los robots podían darse cuenta. —Quería mostrarte la receta de galletas que creó para ti.
Mi esposa me ve con los ojos muy abiertos y parte de la escarcha de sus ojos se está derritiendo.
―¿Finalmente la llamaras Lola?
Asiento vacilante justo cuando el robot en cuestión entra en la sala de estar.
―Señora Jeon ―dice, y su rostro pasa de un emoji neutro a uno feliz.
―¡Lola! ―grita Bea, rodeando al robot con sus brazos.
Frunzo el ceño cuando la cara del robot se convierte en un emoji con ojos de corazón, y los celos se despliegan en mi estómago.
―Eso es suficiente ―murmuro, viendo a Lola. He estado deseando uno de los abrazos de Bea más de lo que ella jamás sabrá, y aquí está ella, abrazando a ese maldito robot.
Bea se gira hacia mí y levanto una ceja cuando la cara de Lola se convierte en un emoji engreído. Bea sigue mi mirada, pero Lola cambia su emoji a uno neutral justo a tiempo. Me quedo viendo completamente en shock mientras mi propio robot se burla de mí. Increíble.
Mi esposa sonríe dulcemente mientras coloca su mano en mi brazo, sus ojos brillan de diversión, como si entendiera lo que acaba de pasar. Ha pasado tanto tiempo desde la última vez que la vi verme de esa manera, y suspiro, mirándola. Extrañé esto, ese vínculo en el que ni siquiera tengo que decir una palabra para que ella entienda lo que estoy pensando.
―Gracias ―susurro. —Por volver a casa conmigo. Espero que sepas que no lo doy por sentado. Lo que hice... fue imperdonable, y significa todo para mí que estés aquí conmigo ahora.
Ella me alcanza y mis ojos se cierran cuando toma mi mejilla. Coloco mi mano sobre la suya y respiro profundamente, deseando poder quedarme aquí y deleitarme con su tacto en lugar de hacer lo correcto.
Bea me sigue en silencio, todo su cuerpo se tensa cuando entramos a mi sala de seguridad, la que le escondí hasta que Ji-ah desapareció. Su expresión se endurece y le lanzo una mirada suplicante cuando retira su mano de la mía.
―Me dijiste que no querías ser monitoreada, así que deshagámonos de esta habitación por completo. Lo desconecté todo. Planeaba vaciar la habitación antes de que regresaras a casa, pero quería que participaras en el proceso, para que no creas que lo estoy moviendo todo a un lugar diferente a tus espaldas. Quería que tuvieras la opción de destruirlo todo.
Ella me mira a los ojos, claramente tratando de evaluar mi sinceridad.
―¿Me dejarías destruir lo que parece ser equipo con valor de cientos de miles de dólares?
