[Freen]
Mi madre solía decirme que era especial. Jamás le creí.
Crecí siendo el tipo de persona que disfruta más el silencio de una habitación vacía que el caos de una habitación llena de gente. Eso puede acarrear problemas cuando se es joven.
-Sigo sin entender cómo es que no te cansas de tener esa cámara en tus manos.
Yoko. Sé que se trata de esa chica porque es la única, además de mi hermana, que tiene el descaro de interrumpirme mientras trabajo. Por lo que decido ignorarla y seguir con lo mío.
-¿No vas a hablarme? -no, no lo haré.
Continúo enfocada en las plantas frente a mí hasta que:
-Freen, Freen, Freen, Freen...
Maldición.
-Freen, Freen, Freen, Freen...
Mi ojo derecho comienza a latir un poco y mi pulso se acelera con molestia. Esto se está volviendo desagradable.
-Freen, Freen, Freen, Freen...
Ya no puedo más.
-Freen, Freen, Freen, Freen...
-¡Dios! Basta -dejo la cámara descansar en mis manos y me giro para ver a la molesta chica.
-Hola -me sonríe ampliamente.
La miro con disgusto sin intentar ocultar mi desagrado.
-¿Qué quieres? -pregunto, a pesar de que no me interesa en lo absoluto.
-Bueno, solo pasaba a saludar, y recordarte que hace cinco días fue mi primer día de universidad y ni siquiera te dignaste a llamar para preguntar qué tal me fue.
-¿Por qué debería?
Sonríe aún más.
-Qué adorable eres -aprieta ligeramente mis mejillas y se aparta rápido antes de que yo lo haga por ella-. Sabía que no lo hiciste intencionalmente -se sienta en una de las superficies de madera de alrededor y se cruza de piernas-. Entonces te lo contaré todo.
Pasé la siguiente hora intentando no hundir mi cabeza en uno de los maceteros del invernadero.
Debí irme a casa temprano.
***
Cuando llego a mi departamento son pasadas las ocho de la noche, de no haber sido por la interrupción de Yoko hubiera llegado antes.
Me quito los zapatos y camino directo al sofá cerca de la ventana. Me lazo sobre él y me quedo completamente quieta mientras mi cuerpo va relajándose. En medio de uno de mis momentos favorito del día, una imagen se viene a mi cabeza. La misma imagen que se ha reproducido en mi mente una y otra vez desde los últimos cinco días. La de ella.
Nunca me han importado demasiado las personas, incluso en la fotografía, siempre me han parecido poco llamativas como para prestarles atención, pero la chica de ese día... no lo sé, fue como si de repente quisiera hacer mil fotos solo de sus ojos. Recuerdo cada detalle de ese momento, el olor, sus mejillas sonrojadas, sus labios teñidos de un rosa delicioso y ese cabello alborotado por el viento. Guardo cada detalle de ella como si los hubiera capturado con mi cámara, como si fueran imágenes almacenadas listas para ser reveladas.
Fue... no, es, intrigante para mí.
***
-Necesito que me digan cuál será el tema en que enfocarán su proyecto -le echa un ojo al salón-. Lo quiero para el final del día, no esperaré más que eso.
Se escuchan murmullos en toda la sala. Todos piensan y comentan sobre su tema a fotografiar, mientras que yo lo tengo claro desde hace mucho tiempo: plantas y objetos inanimados.
Me encanta fotografiar desde que tengo memoria, cuando pequeña no hablaba demasiado, por eso mi madre buscó otra forma por la cual pudiera expresarme, para mi suerte, me encantó. Conforme fui creciendo se convirtió en algo más, era como si la única forma de sentir algo fuera a través del lente de mi cámara, así que cuanto tuve la edad suficiente para entrar a la universidad elegí una carrera acorde a lo que me gustaba. Actualmente, soy de las mejores de mi clase y una de las cinco competidoras para ganar una beca, he irme a terminar el año fuera del país.
Mi hermana mayor se ofreció pagarme los estudios en el extranjero hace algún tiempo, pero lo rechacé, y no me arrepiento de haberlo hecho.
-Bueno -vuelve a hablar la profesora-, lo repito nuevamente, quiero los temas a trabajar en mi oficina para el final del día. Pueden irse a su siguiente clase.
Espero a que todos salgan del salón y procedo a dirigirme hacia el escritorio de la profesora.
-Aquí está todo lo relacionado con mi proyecto -le entrego una carpeta.
-Muchas gracias, Freen -me regala una sonrisa-. Estoy segura de que será excelente.
Inclino un poco la cabeza, me despido y me voy a la otra clase.
De camino me topo con Yoko, pero me escondo antes de que pueda verme.
-¿De quién huyes? -una voz que conozco se hace presente contra mi oído.
Al voltearme doy con el rostro de alguien de quien también deseo esconderme. Faye.
-Te he dicho que no me gusta que me hables de tan cerca, es molesto.
-No has respondido a mi pregunta, Freen -sigue hablando, ignorando completamente lo que acabo de decirle.
-No es de tu incumbencia.
-Por supuesto que es de mi incumbencia si mi hermanita pequeña se esconde con tanta desesperación de... ¿De quién te escondes?
Giro los ojos con molestia.
-Es Yoko, no quiero que me acribille con preguntas sobre mi día ni que me abrace sin mi permiso, ha sido un día pesado para mí, no deseo añadirle más.
-Vaya, ¿la pequeña Yoko está estudiando aquí?
Percibo cierto interés disfrazado en medio de esas palabras inocentes.
-Ya no es tan pequeña, tiene veintiún años.
-Es cierto, la última vez que la vi tenía dieciocho -se queda pensativa por un momento y luego vuelve a hablar- ¿Cuándo volvió del extranjero?
-Hace dos meses aproximadamente.
-¿Dos meses? ¿Por qué no ha ido a casa? De seguro mamá y papá estarían más que felices de verla.
¿Solo mamá y papá?
Me encojo de hombros.
-No lo sé, cada vez que la invito a almorzar con la familia se niega rotundamente.
-Oh, entiendo.
Mi hermana guarda silencio y aparta la mirada de mí.
-En fin, ya debo irme -me da una sonrisa tensa-. Tengo que darles clase a los alumnos de medicina esta tarde, así que quiero prepararme un poco para eso.
Se despide y se va rápidamente.
Raro.
Voy a darme la vuelta para ir a mi clase cuando el olor floral que ha rondado en mi cabeza por días llega a mi nariz. Miro a mi alrededor con desesperación, pero no la veo por ningún lado.
Las personas pasan a mi alrededor, pero ninguna es... ella.
¿Estaré volviéndome loca?
Holi, cómo están?
Bueno, solo les diré que ya en el próximo cap Freen y Becky se conocerán, así que espero poder tenerlo lo más pronto posible.
Eso, chau, y gracias por leer (🤎)

ESTÁS LEYENDO
Todo De Mi | FreenBecky
FanfictionCompartí cada una de mis risas, cada uno de mis suspiros, cada latido de mi corazón. Compartí todo eso y mucho más, solo contigo.