Capitulo 1

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𝙽𝚘𝚝𝚊 𝟷: 𝙳𝚒𝚕𝚎 𝚑𝚘𝚕𝚊 𝚊 𝚞𝚗𝚊 𝚗𝚞𝚎𝚟𝚊 𝚊𝚟𝚎𝚗𝚝𝚞𝚛𝚊.

La universidad, una institución que puede dar terror igual que aquella que se encarga de cobrarte impuestos, o cualquier palabra que retumbe en tu cavidad auditiva que tenga que ver con el mundo de los adultos, y en mi caso, soy una mujer adulta joven, si me preguntas directamente, una etapa de mierda que es el inicio de una etapa de mierda aún más peor, pero ese no es el punto.

Encontrarte en tu último año universitario sin lugar a dudas es un mundo de choque de emociones, por un lado te encuentras ansioso por explorar, por saber, por ver y por otro lado quisieras aferrarte con garras y dientes a tu etapa de adolescente, donde lo más difícil que tenias en materias era estadística inferencial y no el realizar una tediosa tesis.
Pobres de aquellos que no se mentalizaron hace unos semestres, serían los que más se estresarían y probablemente comenzarían a ver su cabello caer, pero en mi caso, como una maniática había comenzado a planificar y a juntar información para este momento preciso, mi ultimo año de carrera.

A pesar de tener este sentimiento creciente en mi pecho, de esas llamas ardientes de una joven adulta con ganas de explotar más aún el mundo, había algo que golpeaba mi alma como un saco de papas y era el hecho que no me había tenido una relación seria durante toda mi carrera universitaria, que si, no es necesario para una vida, pero el sentimiento de querer compartir unas palomitas mientras en el televisor se reproduce la película más cliché del mundo junto a una persona que entendiera mis rarezas, era anhelado por aquel rinconcito de mi conciencia, eso que llamamos corazón, que no es más que la mera existencia de nosotros mismos.

Pero al parecer, eso había terminado hoy.
O eso creo.

Nota No. 1 encontrada.
Tal vez esto sea tarde o tal vez no lo sea, sé que te encuentras en tu ultimo año de carrera y es una terrible pena para mi porque eso solo significaría que los días de poder apreciar tu cara se están acabando.

—¿Ah? —mire aquellas líneas escritas con una letra un tanto extraña, en un papel un tanto arrugado— ¿Alguien se habrá equivocado?

—¿Uh? ¿Que sucede pequeña Kumi? —el chico que solía hablar en tono bromista miró el papel que tenía entre mis dedos—. Oh, pero si es... ¿Una carta?

—¿No sería más un recado? —Shoko se colocó a mi lado.

—Creo que sí, ¿Pero que con esa letra? —el chico de cabellos largos se colocó delante mía— Estaba terriblemente nervioso como para escribir tan feo.

—No —Satoru tomo el papel de mis dedos— ¿No es un acosador acaso? ¿Por qué alguien cree que esto es romántico? Es jodidamente terrorífico.

—En eso concuerdo —Shoko llevo unos dulces a su boca— ¿Qué con eso de "ya no veré tu cara"? suena como un maldito asesino serial.

—Tal vez es alguien tímido —Geto trato de dar una explicación con su típica sonrisa amable.

—¿En serio piensas eso? —lo vi con una ceja levantada— ¡Da miedo!

—Bueno, bueno —Geto levantó sus manos—, tienen razón, es raro, somos universitarios, lo mejor es acercarse hacia la persona, decirle lo que se piensa y si te rechaza pues no pasa nada, para pruebas Satoru.

—Oh —Satoru comenzó a dar su risita de idiota— ¿Qué se le puede hacer? Las chicas siempre van detrás de mi.

—Sí, porque eres un jodido idiota —dije hacia Satoru mientras Shoko asentía masticando sus dulces.

—Vamos, Kumi —Satoru me tomo por los hombros con uno de sus brazos—. Todos sabemos que me deseas.

—Quita tu brazo de mis hombros si no quieres que te lo quiebre.

—Ruda, me encanta —quito su brazo para dar una carcajada de su propio chiste.

—Ya déjala en paz, Satoru —Getō dio un suspiro—. Mejor vámonos hacia nuestros asientos.

—Vamos, tenemos la próxima hora libre así podré molestarla más a gusto.

Satoru dio una risa entre dientes para después irse seguido de Getō.
Shoko se sentó a un lado de mi, como lo hacíamos desde que entramos a la universidad.

—¿No piensas que es un poco extraño? —Shoko comenzó a sacar sus útiles, la clase de finanzas era la primera clase.

—¿El que cosa?

—Que nunca nos ha coqueteado directamente Satoru.

—¿Tal vez simplemente no somos su tipo? O tal vez nos ve como sus hermanas pequeñas o como sus amigas verdaderas, no sé, ese hombre es extraño.

—Tienes razón —Shoko asintió—. Igual, nunca le diríamos que si, lo conocemos bien como para saber que solo sale con las chicas una vez y ya.

—Sí, así es él.

Mi vista paro hacia mi amigo, por el que alguna vez tuve atracción. Me reí de mi misma al recordar lo nerviosa que me ponía cuando los 4 nos comenzamos a juntar por aquel idiota proyecto de empresa.

Que bueno que no hice nada para que me viera de otra forma.
De nuevo tomé la nota arrugada, girándola pude leer unas iniciales.

"Y.O."

¿En serio alguien la había puesto para mi?

Satélite | Yuta OkkotsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora