Los pasos hacía eco en las intrincadas calles de Bocamatsu. La noche era oscura como el abismo mismo, y la silueta de Ghost desaparecía por instantes a la vista de todos. Nadie estarían tan descabellados como para caminar a esas altas horas de la noche, con temor a sufrir un destino peor que la muerte.
Sin embargo, allí iba. La rencarnación de la venganza y el sufrimiento he carne y exoesqueleto. Un fantasma del pasado que había venido a proclamando el augurio de nuevos y peligrosos tiempo. Su andar, mas no carecía de propósito, pues sus atléticos pies eventualmente a una tienda. Una tienda que muy bien conocía, y que de forma imprevista, aún seguía en pie tal y como sus recuerdos la describían.
A pesar de la hora, Ghost abrió la puerta lentamente. Era increíble como todo parecía estar en el sitio exacto donde lo recordaba. Un fragmento del pasado que se había congelado en el tiempo. No como esa podredumbre que ahora rodeaba lo que antes fue un próspero y bello lugar. ¿Qué pensaría su padre si viese lo que queda de su pasada gloria?
Sin embargo, si los pensamientos de Ghost eran correctos, lo mejor sería no atreverse a molestar al propietario. Un ser que podría ser tomado a la ligera, pero que era mejor no molestar. Así que simplemente se sentó con las piernas cruzadas sobre el piso, y esperó. Si a quien buscaba aún estaba vivo, ya debería haberse dado cuenta de lo que sucedía. Y así fue.
— ¿Quién eres, y qué haces aquí? —
Ghost respiró con pesar, pues no necesitaba abrir los ojos para saber del peligro que amenazaba su vida. Sus ojos se abrieron lentamente, y vio a escasos centímetros de su rostro, el filo de una gran katana, el cual reflejaba la poca luz de luna que ingresaba al interior. Y detrás de tan poderosa y monstruosa arma, aquel a quien estaba buscando.
El príncipe lo vió. Un rostro desconfiado como solo él podría serlo. Pequeño, pero cuyo pasado hablaba de campañas y conquistas que nadie sería capaz de imaginar. Uno que sujetaba esa gran katana como si fuese un delgado tallo de bambú, y que sabía blandir como nadie en estas tierras sería capaz. Y solo entonces, Ghost removió su capucha, permitiendo al comerciante ver su rostro.
— Ha pasado tiempo, Sly-dono. —
Los ojos de la mosca se abrieron como platos al percatarse de quién se trataba. Tardó unos segundos, pero ese rostro, aunque alargado y fino, aún tenía la marca de aquel pequeño mocoso que lo molestaba una que otra tarde. Aunque la mayor diferencia, era que toda esa alegría se había esfumado de sus rasgados ojos.
— Ghost... sama. — Murmuró, lo único que pudo hacer con su asombro, mientras apartaba la katana del rostro de su antiguo señor. — Está... Está vivo. —
— Eso parece. —
— ¿Cómo...? Pensábamos que... Que había muerto... Nunca supimos nada de usted. —
— Han pasado muchas cosas, Sly-dono. Pero por desgracia, no tengo tiempo para explicar. Hay alguien a quien estoy buscando, y necesito información. —
Ghost no perdió el tiempo, y sacó de abajo de s capa una pequeña bolsa con Gen, el suficiente para adquirir la información que necesitaba. Después de todo, Sly era un bicho de negocios, y la moneda era su mayor debilidad. Aunque ni el propio Ghost esperaba una respuesta diferente por parte del comerciante.
— Guarde eso, Ghost-dono. Le debo demasiado a vuestro padre para aceptar tal trueque. Acepte mi más sincera ayuda por esta vez, y mis disculpas. —
— No hay nada que disculpar. — Dijo mientras guardaba la bolsa de Gen. — Lo que pasó hace siete años nadie hubiese sido capaz de evitarlo. Aunque tomaré su oferta. Estoy buscando a alguien. Un capitán. —
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Hollow Knight Fanficción - Honor y Sangre
FanfictionUn era de conflictos se extiende por Hallownest. Las seis grandes naciones han establecido sus fronteras, y las dispustas por el control de las tierra son cada vez más frecuentes. Los grandes señores de la guerra no cederán terreno bajo ningún conce...