apariencia me veía igual, acepto por mis ojos los cuales estaban del color de un fuego vivo, de inmediato comprendí que era por estar cerca de ella y la verdad no planeaba despojarme de ella, así que me tenía que ir acostumbrando a este par de luces adheridas a mi rostro.
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Ya todos íbamos en camino a la manada, tenía algunas camionetas delante y otras atrás, llegamos alrededor de unas dos o tres horas, la verdad ya había perdido la cuenta, lo único que sabía es que el lugar a que íbamos está localizado entre las montañas a toda la profundidad que pudieron elegir mis ancestros, de hecho creo que perdimos otra hora desde que entramos al bosque hasta poder llegar, aun que no tenia quejas al menos ya habíamos llegado.
Algunos vehículos se perdieron en el camino tomando vías diferentes que los llevaban hasta sus hogares que estaban esparcidos por el territorio de la manada y aun así unas 4 camionetas llegaron a la casa de la familia del alfa, mejor dicho mi casa.
Me baje de mi camioneta con Umed en brazos dispuesto a llevarla a mi habitación, al menos hasta que despertara, ingrese a la casa hiendo directo a mi cuarto que estaba en el segundo piso, empuje la puerta con la espalda, que para mi suerte no estaba bien cerrada, la recosté en mi cama con toda la delicadeza que portaba y con la que no también, le quite el calzado que tenia, también la chaqueta que tenia dejándolas a un lado en donde pueda hallarlas con facilidad para luego salir de la habitación con la mente revuelta.
Llegue al tercer piso en donde estaba Keris junto con Sirius el cual tenía que responder por muchas cosas, estaba más que dispuesto a encararlo y reclamarle todo lo que había causado, aun que él me robo el turno de habla cuando se acerco a mi abruptamente con la preocupación hasta el tope.
-¿Cómo esta? ¿Ya despertó?- se le veía muy nervioso y no pareciera que fuera por mí, sino por Umed y eso era muy raro más que todo en el, que se tomaba todo calmadamente-
-He... ella está bien-ok, tal vez no lo había tomado muy bien pero era más que obvio que no era el momento de reclamar nada, todos estábamos alterados así que eso sería para después- hasta donde tengo entendido despertara muy pronto.
A Sirius no le dio tiempo de responder cuando escuchamos que algo se quebró en lo que suponíamos fue la primera planta, ambos corrimos abajo con los instintos demasiado sensibles para mi gusto.
Al llegar a la primera planta lo primero que enfocamos era a mi Umed al frente de un cuadro de dos lobos... yo y Sirius.
Lo miraba con mucho lujo de detalle como si reconociera algo en él, lo cual era muy poco razonable, de hecho estaba tan entretenida con la imagen que ni si quiera nos noto.
-Vez algo que te guste- ella se volteo en pequeños segundo, me miro a mi, a Sirius y por último a Keris, se le veía alterada, algo muy comprensible- tranquila no pensamos hacerte daño, mi nombre es Kiros.
-Eso no es posible...
Escuche su pequeño susurro, ese era para ella misma pero tenía mucha afinidad auditiva y se me hacía imposible no escucharla, alzo la mirada enfocándome con algo de rencor en sus ojos, se volteo hacia una de las puertas que conducía hacia el exterior solté un suspiro cuando lo que sabía que iba a hacer paso, salió corriendo saliendo de la mansión lo malo es que por ahí salía directamente hacia el inmenso bosque.
Me puse una mano en la frente con irritación, mire a Sirius al parecer el entendió exactamente lo que pensé.
-Vamos a buscarla.
Dijimos a la par, saliendo por la misma puerta por la cual ella había emprendido su camino.