10: Para mi lo era

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-Lo mejor es darle una habitación, al menos por ahora, hasta que se acostumbre-esa opción era mejor, para mí lo era-

-Está bien-el tal Kiros se le veía frustrado, no le agradaba la idea y yo no entendía porque ¿para quiere que duerma con él? Soy irritante y molesta también una total extraña y por lo que note es un ser muy pudoroso, así que esto no tenía nada de lógica-

Al parecer ese fue el resultado final de ese tema, voy a tener mi propia habitación y eso es algo muy bueno, las horas pasaron y por primera vez en mi vida sentí que podía observarlos hasta el día de mi muerte, tenían gestos muy particulares junto con pequeños detalles muy exóticos, que hacían que para mí fueran ignoticos de una forma muy singular.

Las horas pasaron como minutos y antes de que nos percatáramos ya eran las 11 de la noche, fui un momento al baño y cuando volví a la sala de estar ya no había nadie, ese par se habían ido (obviamente) me senté en el sofá con la ofensa en la mente, no entiendo como se les ocurría dejarme sola sabiendo que desconozco este lugar, mis pensamientos fueron intercambiados por un cosquilleo en la nuca, un... ¿pesar? No lo sé solo sé que es la misma sensación de cuando al guíen te mira a escondidas y eso no podía ser ya no estoy en mi hogar, mire hacia todas partes del lugar verificando que no había nadie que me observara y al parecer así era.

Mi mirada cayó en el ventanal el cual era del tamaño de tres paredes exceptuando la que daba al núcleo de la casa, mire a través de él al principio sin fijarme en nada como tal, solo sintiendo esa sensación crecer picándome la nuca, no paso mucho cuando me fije en algo en la oscuridad, no era nada o eso pensaba yo, me quede viéndole por un buen rato, hasta que veo algo muy curioso, era una sonrisa o al menos eso parecía, empecé a pensar que cosa podría parecer una sonrisa que brillaba de esa forma, vi como los "dientes" se abrieron dejando ver el vacio de una "boca" parpadee un par de veces y cuando por fin volví a mirar...nada.

Ya no había nada así que lo tome por un invento del estrés que sufría, una chica apareció por el umbral de la puerta haciendo que me asustara era muy sigilosa, demasiado para mi gusto.

-La guio a su habitación-

-He, si claro, muchas gracias-

-Es un placer-

Me levante del sofá pisándole los talones a la joven con el temor de perderme en este laberinto llamado casa, finalmente nos detuvimos al frente de una puerta blanca de madera.

-Esta es su habitación, buenas noches señorita-

-Buenas noches igualmente, duerme bien-

Ella me miro algo sorprendida, algo que yo no entendí entre a la habitación era muy bonita estaba decorada bastante afine a mis gustos algo que tome por alto creyendo que es pura coincidencia, la habitación se veía muy limpia y cuidada algo me causo un par de sonrisas fue que había notas en casi todas partes indicándome que hacer, luego de un rato ya estaba bañada cambiada y senada, me trataban muy bien aquí y la verdad no tenía ninguna queja aun que aun tenía mi propósito principal.

Saber que oculta este misterioso lugar...

El

Las horas habían pasado eternamente mientras que me revolvía en mi gran cama, no podía dormir y mi mente ya se estaba llenando de pensamientos sin sentido que me complicaban el sueño, cerré mis ojos como por unos 15 minutos y en efecto no me dormí, esto era tortuoso ... tengo ansiedad, fue lo último que pensé antes de resignarme no iba a poder dormir con Umed en la casa, tenerla tan cerca y lejos a la vez me complica la existencia, ya no sabía qué hacer conmigo mismo y entre todas las actividades que pude pensar para relajarme preferí mi trabajo, sonaba algo aburrido pero fue lo primero que pensé.

Salí de mi habitación descalzo y sin camiseta, disfrutando del silencio fúnebre de la casa a las horas de la madrugada, entre en mi despacho con la intención de solucionar el asunto del contrato que perdí hoy.

Las horas siguieron pasando y el sol había salido hace un rato, mientras que yo seguía inverso en mi papeleo, escuche unos pasos afuera provocando que me levantara con algo de pereza dispuesto a brindarles los buenos días a quien estuviera levantado a esta hora, en cuanto abrí la puerta todos mis sentidos se activaron mientras que disfrutaba del exquisito aroma que desprendía Umed... Mi Umed.

Seguía escuchando esos delicados pasos en el piso de abajo provocando que me apresurara a bajar, en cuanto pise el último escalón de la escalera pude verla, estaba sentada en el frio piso del pasillo observando un cuadro de mi lobo y el de Sirius.

Los miraba detenidamente y se notaba a leguas que estaba pensando en algo en especifico y la verdad yo quería saber que sucedía dentro de esa maravillosa mente, esto era raro de cierta forma, ella solo ha visto a Sirius hasta donde yo tenía entendido y era normal que le llamara tanto la atención su figura pero... ¿Por qué también se fijaba en el mío? Ella nunca había visualizado mi bestia y me podía creer que le pereciera atractivo el animal, pero eso no es lo que yo detecto en ella, lo mira de una forma mucho más profunda, la misma en la que un lobo observa la luna, con adoración, admiración, amor, lealtad y respeto, lo mira como si fuera lo más importante en el planeta... así como la miro yo a ella. ¿Puede que ella sienta la misma conexión que nosotros?

Lo dudo, si no hubiera tenido esa misma atención conmigo y no solo con un cuadro en la pared, algo pasaba dentro de esos muros inquebrantables que levantaba ante nosotros, yo sabía muchas cosas de ella pero en este momento sentía que no conocía absolutamente nada de ella. Debía averiguar que lo que ocurría con ella y no planeo rendirme hasta saberlo todo.

wenas wenas, acuerdate de votar pa que te encuentres a alguien como Kiros.

Vigilo tu espalda y tu vigilas mi almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora