epílogo

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New York.
Febrero, 2024.
Mansión Bernocchi.

- ¡ya! - me río y se aleja.

- Cállate que vas a despertar a regina.

- ¿massimo ha llamado? Es muy tarde.

- Ya cuando llegue me va a escuchar. - lo miro mal y sonríe viendo la pantalla portátil.

- Voy a comer.

- ¿que vas a comer? Ven. - me jala y me besa de forma tranquila y le jalo su labio inferior. - Quieta.

- Estoy quieta.

- Isa, yo estaba pensando en algo y quería que tu lo pensaras bien antes de decirme que no y..

- No. - lo interrumpo y me mira mal. - dime.

Baja la mirada y mete sus manos por mi short de seda, respira hondo y acaricio sus brazos.

¿Que tanto piensa?

- Quiero más hijos. - revela y ni me mira la cara, solo me toca y ni lo.hace de forma lujuriosa. - Unos tres más o tal vez más no lo sé pero si quiero más que dos. Quiero que cuando muera dejar un buen legado de mi aquí y como tu eres mi esposa tengo que saber si tu también quieres.

Me mira y yo no se muy bien que decirle, dejo mis piernas encima de la suyas y me termina abrazando.

- Tengo que pensarlo pero es lindo lo que piensas.

- También quiero verte con panza y estar ahí cuando lo tengas, no pude hacerlo con los dos que tengo.

- Busca por Internet como paren las.mujeres o ve a un hospital, debe haber muchas madres solteras.

Me alejo y tomo una copa de vino haciendo que la baje.

- Es enserio, no quiero ver a otra mujer gritar y sudar te quiero ver a ti.

- ¿por que me lo dices tan malditamente lindo?

- porque quiero preñarte es obvio. - tomo un trago y el me toma la copa.

- te dije que lo pensare, no empieces y déjame ver la película.

- Isabella, ni siquiera sabes de qué se trata, vamos hacer lo que hacíamos. - toma él y lo deja en la mesita de vidrio.

- Pero es que ya llevamos tres películas y no me hemos visto nada.

- no se ni para que te ruego. - me empuja y me rio. - Voy a comenzar a ignorar lo que dices.

- Cállate. - se me sube encima y acaricio su cabello. - Sabes que estuve pensado yo?

- No, seguro una estupidez. - lo miro mal y acaricia mi costado. - mentira bambola, dime que piensas.

- Mis bebés se murieron y aunque no lo creas me hacen falta, pensé que no pero estando aquí estable de nuevo me hace quererlos conmigo y ni los tengo ni los tendré y eso me hizo llorar como una estúpida por horas en la bañera. - Arruga el entrecejo.

- ¿en que momento fue eso ? Hemos estado juntos todo el tiempo.

- no diré cuando fue, es humillante. - me sonríe y me vuelve a besar con lentitud.

Lo abrazo y me jala para sentarme de nuevo pero en sus piernas está vez, acaricia mi espalda y suspiro cuando me alejo.

- que cariñosos andamos.

- ¿si verdad? ¿Quieres pelear?

- no seas anormal. - me vuelve a besar y cuando se aleja toma el control.

- veamos algo mejor, no puedo coger con demasiado amor.

- ¿que tiene de malo?

Se encoje de hombros y me abraza mejor para luego arroparnos, me da mi copa de vino y me termino quedando dormida en su pecho hasta que derramó el contenido en su pecho y me levanto asustada.

Fingiendo Estabilidad. [Libro 2 > Saga Bernocchi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora