¿Qué quería ser?
La hermana siempre elogió a los caballeros por proteger el Reino.
¿Pero qué hay del Rey Mago? ¿No era alguien de admirar? Pero ese puesto, la cima de todos. Tenía un vago presentimiento de que deseo algo así, en alguna vida pasada puede ser.
Pero ahora, la idea de gobernar no le parecía tan atractiva. Necesitaba algo que lo motivara. Necesitaba sobresalir. Pero era un huérfano, claro, no era algo malo ya que tenía muchos hermanos y hermanas.
Además, el puesto de Rey Mago ya estaba tomado por dos pequeñas personas.
"¡Naruto, Casate conmigo!"-El grito de una estruendosa voz provocó un estremecimiento en el chico un poco mayor. Era un año mayor que las gemelas. Pero eso apenas se notaba.
"¿Dijiste algo, Ada?"-Preguntó tranquilamente el chico, aparentando ignorancia. Claro, él lo sabía, no era como si la chica no gritase eso durante los últimos tres años con tanto vigor.
Se sintió halagado, pero no merecía tal honor. No había hecho nada notable más que obtener un grimorio desde hace dos días.
Si, un Grimorio. Fue extraño recibirlo, no era como el de la hermana, este se sentía como si fuera una parte de él.
El libro era de un tono rojizo oscuro, desgastado, como si hubiera sido apenas salvado de un incendio. Los bordes eran dorados o al menos lo que quedaba de este. En el centro había un especie de marco. Una figura borrosa con nueve extremidades y un único ojo visible.
Fue emocionante recibirlo, pero fue decepcionante cuando miro las páginas en blanco del libro. Dio un suspiro de decepción. Demasiado bueno en verdad. Pero no se desmotiva. Tenía un maná verdaderamente considerable entre los demás. Incluso Yuma palidecía en mana con el.
Era como si fuera un océano, así pudo sentirlo. Un interminable océano y él estaba en medio de la nada perdido. Fue aterrador, no tenía control absoluto sobre su maná. Pero tampoco es como si tuviera magia.
Entonces tenía una idea en mente. Claro, eso pondría triste a más de uno.
"¡Naruto!"-La chica puso mala cara cuando fue atrapada en su pequeña broma.
Este simplemente sonrió y acarició su cabellera plateada. La chica se acercó más a su toque, era como si fuera un cachorro deseando afecto por su amo. Una mala forma de pensar en ella, pero así lo vió.
Tambíen el mismo tenía el presentimiento que era así de alguna u otra forma.
"¿Qué tal si me ayudas a cortar un poco de leña para el invierno?"-Preguntó con una ligera sonrisa, Ada tenía una excelente constitución física, no era un puñado de músculo, pero tenía una increíble fuerza.
"¡Déjamelo!"-Gorjeo con una gran sonrisa. Cuando estaba preparada para cortar el pedazo de madera. Este fue partido por una rafaga de viento.- "¡Yuma!"-Lloró la chica al saber quien interfirió en su tarea.
"Es más efectivo de esta manera"-La chica se acerco, tenia un cabello oscuro y un rostro relajado. Sus ojos amarillos miraron a la pequeña chica que tenia un ceño en su rostro.- "Hice tu trabajo de forma más efectiva y rápida. ¿No es así? Naruto"-Preguntó mientras apartaba su mirada de la chica y miraba al rubio que sonreía nerviosamente.
Ada lo miraba fijamente, como si estuviera esperando que la defendiera de alguna manera.
Retrocede un poco nervioso. Ambas chicas siempre eran así.
"En realidad, era la tarea de Ada, Yuma, pero gracias"-Sonrió un poco. Solamente esperaba que la hermana estuviera aquí para salvarlo.
"Naru-Nii, ¿Nos ayudas?"-Preguntó un chico al otro lado del edificio, el sonido de su salvación.