CAPÍTULO 2: Un desastre

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¿Nada importante? ¿Yo? Si antes yo era de lo único que hablabas con tus amiguitos y ahora yo soy 'nada importante'. Ya, sí, está bien, yo me le acerqué en esa fiesta. Yo le di una cerveza, yo fui el imbécil que casi le escupe la cerveza en la cara porque casi me atoro y él no se veía molesto. Él... se cagó de risa... y...

Y qué linda risa.

Nunca lo había escuchado reírse así. Mierda, tengo que concentrarme, ¡concéntrate Max, esto es serio! Claro que yo... fui quien le dijo que deberíamos patinar juntos y él fue quien me miró con esa cara de que lo sabe todo. Estábamos en una casa ajena sin rampa y yo fui quien insistió en que patinemos en la calle porque estaba vacía. ¿Qué podría ser lo peor que podría pasarnos? Él fue quien me miró con una cara de "¿estás loco y si viene un auto y te pisa?" y yo le miré con una cara de "son las 2 de la mañana, solo un idiota estaría manejando a esta hora". Él me miró por unos segundos sin decir nada, sonrió y se puso de pie.

Yo fui quien comenzó a hacer trucos imbéciles mientras él me seguía, cuidando que no me cayera.

Él fue quien me dijo que tal vez tomé demasiado y yo le dije que tal vez él no tomó lo suficiente.

Nos reímos como si fuéramos amigos. Yo fui quien notó que su ojo debería estar morado o verde después de lo que pasó en los X-Games, pero se veía normal. 

Yo fui quien le preguntó si estaba usando maquillaje y él fue quien lo negó rotundamente diciéndome que soy un imbécil que no sabe de maquillaje.

Yo fui quien le respondió que obviamente yo era el idiota y que el experto era él.

Él fue quien me quitó de la calle y me puso en la acera de un solo jalón cuando iba a pasar una moto por ahí.

Yo... yo fui quien le golpeó el brazo y le dijo que ya había visto la moto, que claramente no había visto pero a quién le importa ese detalle, y le dije gracias de todas maneras porque... educación ante todo.

Él fue quien me sonrió y dio un paso atrás para poner distancia entre nosotros... y todo iba bien...

Pero, ¿qué hice mal para que luego empiece a ignorarme? ¿Esa chica será su novia? No, imposible ¿Pero a mí qué me importa si fuera así? La chica es bonita pero... ¿con Bradley? No, no es posible. Estoy pensando estupideces, ¿será mi ansiedad? ¿Me está haciendo alucinar?

—¡Max, levántate, ya es tarde! —Me grita PJ.

Caigo de la cama con un golpe seco, el impacto cosquilleando en mi espalda. Un dolor agudo recorre mi columna vertebral mientras intento incorporarme. Me froto la espalda con una mueca de dolor, tratando de aliviar la punzada que persiste. El suelo frío y duro no hace más que aumentar mi incomodidad.

—¿Qué? ¿Ya es de día? Pero si apenas eran las...

—Tal vez tuviste un viaje astra-al —Dice Bobby, ayudándome a pararme.

—Eeeeh, okay —Respondo confundido. Me pongo lo primero que veo encima y me lavo la cara y los dientes. Ya estoy listo. Tomo la mochila y salgo junto a PJ y Bobby.

—No puede ser, carajo, faltan 5 minutos.

Bobby con sus patines, PJ y yo con nuestras patinetas vamos lo más rápido que podemos, tratando de esquivar todo a nuestro paso. Llegamos faltando 1 minuto. Nos sentamos hasta atrás y puedo ver a Bradley en el asiento de adelante. Ni él ni Tanque se miran desde extremos opuestos del salón. Bueno, Bradley se lo merece por imbécil. Tanque no lo perdonará tan fácil... y por eso él está... Me doy una palmada en la cara: viviendo en el único dormitorio disponible a mediados del semestre que justo queda frente al mío, claro. Pero mientras más cerca lo tenga, menos podrá escapar de mí. No puede evitarme toda la vida, no puede cerrarme la puerta en la cara todos los días por el resto del semestre.

GALÁN, DEJA DE JUGAR CON MIS SENTIMIENTOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora