¹⁹. bonita mirada

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Pete nunca había dormido tan bien en su maldita vida.

Cuando despertó, la habitación estaba deliciosamente fría y las sábanas cálidas, y estaba oscura, iluminada vagamente por los rayos de sol que entraban por las cortinas. Pete notó que tenía ropa que no era suya, pero era demasiado cómoda y con un delicioso olor a Vegas. No podía explicar muy bien como olía Vegas, pero era ese tipo de olor que su cerebro ha memorizado y puede reconocer donde sea.

Se sentó en la cama estirando sus extremidades, para después soltar un bostezo y volver a acostarse en la cama. Dios, jamás había se había sentido tan flojo.

Sin poder controlarlo sus ojos se volvieron a cerrar, la bruma de cansancio y comodidad le hacían querer dormir por mil días. Escuchó la puerta abrirse, por lo que miró en esa dirección, donde entraba Vegas con unas bolsas en sus manos.

Pete vió a Vegas en silencio, quién encendió la lámpara de noche en la mesita, con ropa holgada y su cabello caía húmedo en su frente, dejó las bolsas en la mesa y sacó unas botellas de agua junto a unas cajas de comida china. Vegas terminó de arreglar todo y se giró, encontrándose con su mirada.

—Hey— susurró.—¿Cómo dormiste, Pete?

El mayor se acercó y se sentó a su lado, Pete no hizo el amago de moverse, simplemente esperó pacientemente a su cercanía y suspiró cuando Vegas le acarició el rostro.

—Jamás había dormido tan bien— confesó.—¿Y tú?

—Mejor que nunca.— le respondió el mayor.—¿Cómo te sientes? ¿tienes hambre? ¿o sed?

Pete lo miró con esos ojitos brillantes y le sonrió.—Podría comer algo.

Vegas le dió un beso en la frente.—Buen chico.

El chico se sonrojó levemente pero no ocultó que le gustó mucho el apodo.

—Voy al baño un momento— dijo levantándose de la cama.—Ya vuelvo.

—Vale.

Cuando salió del baño, se sentó en la cama y Vegas se acercó con la bolsa de comida y las botellas de agua, a lo que Pete se acomodó sobre las almohadas de la cama, cruzando las piernas. Pete abrió la cajita con el estómago gruñéndole del hambre.

—Llevaba tanto tiempo sin comer comida china— dijo Pete acercándose y dándole un besito en la mejilla a Vegas.—Gracias, cariño.

—No es nada— respondió el mayor.—Pete...

—¿Podrías decirme "bebé"?— interrumpió Pete.—Digo, si quieres. Es que me gustó cuando me dijiste así.

Vegas se quedó un momento en silencio y después asintió con una sonrisa.

—Está bien, bebé— respondió Vegas algo ruborizado.—Quería hablar contigo sobre algo importante.

El menor lo miró atentamente dejando la comida de lado.—¿Qué cosa?

—Tawan contrató a alguien para seguirte ayer, te siguió y te robó, ya tenía todo planificado— Vegas suspiró cabizbajo.—En realidad, es mi culpa que te veas involucrado en todo esto. Yo lo hice enojar y quiso desquitarse conmigo a través de ti, porque sabía que me iba a doler. Y me disculpo por eso, bebé, lamento que estés involucrado por mi culpa.

—Vegas...

—Espera, también quiero decirte que no voy a quedarme con los brazos cruzados así nada más. Voy a encargarme de que Tawan pague todo lo que tenga que pagar.

—Cariño.— dijo Pete, su mano posándose sobre la de Vegas.—¿A qué te refieres con que harás a Tawan pagar?

—Cortar todo contacto con él y llevarlo a la quiebra. Que se joda de todas las maneras posibles.

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⏰ Última actualización: Aug 26 ⏰

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(don't) let me go [VegasPete]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora