𝐃𝐄𝐋𝐈𝐂𝐀𝐓𝐄 | hector fort

𝟐𝟑. no me quería enterar así

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no me odien🙏

Celina's pov

Al día siguiente, me desperté, pero Hector no estaba a mi lado. Por un momento estuve confundida, pero después usé la cabeza, y me imaginé que seguro estaba abajo, desayunando. Me levanté de la cama, y fui rápidamente al baño, para lavarme la cara y los dientes. Volví a su cuarto, y agarré un buzo de él. Me daba vergüenza, pero también me estaba cagando de frío. No sé por qué cambió tanto el clima de un día para otro.

Cuando ya terminé, bajé, y lo vi a Hector, quien estaba de espaldas a mí, preparando café en la cocina. Tenía puesta una remera manga corta blanca y un pantalón deportivo. Hector se volteó y me miró de arriba a abajo. Luego arqueó una ceja ligeramente.

—Te tomaste muy literal lo de sentirse como en casa, Ferraris —dijo burlón, acercándose a mí.

—Hace mucho frío. Además, me queda mejor que a vos, Fort —repliqué, intentando sonar indiferente.

—Tienes razón, te queda mejor —rió ligeramente y me agarró de la cintura, atrayéndome hacia él.

Miré hacia arriba, conectando mis ojos con los suyos.

—Entonces ahora todas mis camisetas y sudaderas serán tuyas, eh? —volvió a hablar.

—Te molesta? —dije, sin apartar la mirada.

—Me encanta. Y lo sabes.

Tras esto, me besó. Mis manos se aferraron ligeramente a su camiseta, atrayéndolo más cerca de mí y respondiendo al beso. Sentía cómo mi cuerpo se encendía con cada roce de él. Se separó, y me miró a los ojos.

—Mejor lo dejemos ahí, Ferraris. Es... demasiado para mi cuerpo.

—Uh, me olvidé que eras re sucio Fort.

—Es tu culpa, por ser tan bonita —dijo, dándome un beso en la mejilla.

Sonreí y sentí que me sonrojaba levemente.

—Anda, callate. Prepara el desayuno.

Me senté en la mesa, viendo cómo se movía por la cocina con esa facilidad que me resultaba tan atractiva. Me quedé pensando en cómo habíamos llegado hasta acá, desde querer matarnos hasta estar a los besos. Cuando terminó de preparar todo, se sentó a desayunar conmigo.

Dos semanas habían pasado desde aquel día. Como de costumbre, en Twitter me crucé con varias noticias falsas respecto a Hector, o respecto a nuestra "relación". Pero una en específico, quedó en mi mente.

Decidí no darle importancia. Ya me acostumbré a que la gente se ande inventando cosas ridículas. Hoy, viernes a la noche, vine a su casa para ver un partido de fútbol con él, y con Juan. Me levanté del sillón un segundo, para ir a buscar algo a la cocina, cuando escuché su celular sonar. Sin pensarla mucho, miré la pantalla. "Claraa". No reconocía el nombre, pero algo en mí se tensó. Tenía un mal presentimiento. Agarré el celular, y se lo llevé a Hector.

—Te llaman, Fort —dije, mas o menos tirándole el celular

Él miró el nombre en la pantalla e inmediatamente, su expresión cambió. Contestó con un tono amistoso y se levantó para ir a otro cuarto. Intenté mantener la calma. Capaz era solo una amiga. No le puedo reclamar nada de todas formas, no somos novios. Me senté en el sillón, al lado de Juan, quien me miró y habló.

—Quién era?

—Una tal Clara —contesté, poniendo los ojos en blanco.

Juan soltó una risa.

—Clara, eh? Hace mucho no oía ese nombre. Te ha contado sobre ella?

—Eh, no... —contesté, frunciendo el ceño.

—Deberías preguntarle. Clara es... un tema algo delicado.

Automáticamente me llené de inseguridades. Y si todo lo que había leído era verdad? Y si todo eso no era simplemente "noticias falsas"?

—No, dale. Contame vos, porfa.

Juan suspiró y volvió a hablar.

—Vale. Pero no le digas que te he contado yo, eh. Básicamente... Clara es su exnovia. Estuvieron juntos muchísimo tiempo, como 4 años, creo. Pero desde el principio no funcionaban muy bien que digamos. Clara era muy tóxica y posesiva, estaba literalmente enferma, Celi. Y lo engañó más de una vez. Además de enferma, era bipolar, sabes? —dijo, frustrado— Cuando terminaron, a Hector le costó mucho superarla, y hace poco, ella apareció otra vez en su vida, diciendo que quiere "ser su amiga".

Sentí un nudo en la garganta al escuchar todo. Ahora entiendo todo. Estaba apunto de contestarle a Juan, hasta que Hector volvió a entrar al living. Intercambiamos una mirada rápida con Juan, y luego miramos a Hector.

—Qué pasa? —preguntó Héctor, notando la tensión en el ambiente.

—Nada —respondimos Juan y yo al unísono

Hector frunció el ceño y se acercó, sentándose a mi lado en el sofá.

—Qué ocurre, Ferraris? —dijo, mirándome directamente a los ojos.

Respiré hondo, tratando de calmarme antes de hablar.

—Quién es Clara, Fort? Por qué me ocultas cosas? —pregunté finalmente, mi voz apenas un susurro.

Noté cómo su rostro cambiaba, mostrándose más serio y algo incómodo. Le lanzó una mirada asesina a Juan, obviamente sabiendo que él me contó.

—Justo tengo que ir al baño —dijo este, yéndose del living rápidamente.

Nos quedamos Hector y yo solos.

—Clara es... una amiga. Tuvimos una historia complicada, pero eso quedó en el pasado.

—Es de todo menos una amiga.

—A ver... Clara fue mi primera novia seria, y sí, nuestra relación no terminó bien. Pero ya no hay nada entre nosotros más que amistad. Hoy me llamó porque necesitaba hablar con alguien, eso es todo —explicó.

—Entiendo... Pero es raro que te lleves así de bien con tu ex, Fort. No es que me ponga celosa, es que me parece raro —dije, encogiéndome de hombros.

Mentira. Me hierve la sangre.

—Solo somos amigos, Ferraris.

Lo miré en silencio, esperando a que diga algo más.

—Bueno, después de que terminamos, nos liamos alguna que otra vez... Pero eso fue hace mucho. De verdad. —volvió a hablar.

Y lo dice como si nada. Lo miré perpleja. Tomé aire e intenté mantener la calma.

—De verdad te parece normal comerte a tu ex de vez en cuando? —pregunté, sin poder creer lo que estaba escuchando.

—No. Por eso ya no lo hago más, Ferraris. Te lo juro —insistió, desesperado

Suspiré una última vez. Quería llorar.

—Me prometes que ya no sentís nada por ella? —pregunté, mirándolo a los ojos.

—Te lo prometo.