29: Son una disculpa.

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-Cárgame.

Kiros me obedeció tomando mis muslos y apoderándose de mi peso.

-Vamos a dormir, así descansas bien, tengo entendido que no duermes bien desde que me raptaste.

Kiros libero un suspiro de alivio mientras agradecía contra la piel de mi cuello. Me recosté en la cama del señorito ojos de fueguito para después relajarme sobre la misma, cuando de repente un cambio de posición brusco me alerto de inmediato, al abrir los ojos pude ver como claramente Kiros me había jalado hacia él y me había desplazado por casi la mitad de la cama, sentí su nariz apoyada en mi cabello mientras que me abrazaba como a un peluche, yo solo me quede quieta y me dispuse a dormir mientras que él se relajaba contra mi cuerpo.

A la mañana siguiente me levante gracias un maldito rayo de sol que se escabullo entre las cortinas, ¿para qué tener cortinas tan gruesas y oscuras si igual se va a filtrar la luz? Extendí mis brazos sintiendo el calor que me envolvía y en el momento de estirar mi cuerpo una dolora superficie dura se me presiono a un mas en el coxis, ya me dolía así que supuse que ya lo tenía desde hace rato hay, me voltee incrédula topándome con el rostro relajado de Kiros, cierto, ayer me dormí con él, genial ahora me está apoyando su polla que también esta dura como roca, intente zafarme de su abrazo pero eso solo logro que me presionara más fuerte.

Que lamentable, si sigue así su polla me va a dañar la columna.

-Quédate quieta-escuche la voz ronca de Kiros y por dios, se oía demasiado bien, creo que hasta me moje.

-Suéltame-le pedí en un susurro apacible.

-No, es muy temprano, duerme otro rato.

-Kiros, tu polla parada me está lastimando.

Sentí como sonreía contra la superficie de mi cuello y dejaba un beso en el lugar que me erizo la piel.

-Disculpa mi luna.

Me levante de la cama caminando a el baño para arreglar el nido de mi cabello, si es que eso era posible en este plano terrenal; la vos de Kiros me llamo captando mi atención, me voltee hacia el viendo su cabello revuelto y esas marcas de tinta en su cuerpo que formaban tatuajes que me encantaría apreciar por horas, su piel blanca en la que se distinguían la definición de sus músculos, el producto de las horas que pasaba en el gimnancio, era hermoso, realmente lo era, tanto como el balance de un yin yang y pensar que su naturaleza era amarme hacia perder la cordura.

-¿Qué?

-¿Por qué eres tan hermosa por las mañanas?

-No lo sé, solo soy bella y ya.

Goce de mis aires de superioridad mientras caminaba hacia el baño con un andar exagerado inclinando mis caderas, me vi en el espejo observando una figura natural y algo desarreglada, si, si soy hermosa en todos los aspectos, yo lo sé y el ama eso.

Salí del baño tan fresca como una lechuga, observe la habitación y me hice la idea de que ya no había nadie en ella, de repente, un abraso me intercepto desprevenida en la habitación, la risa de Kiros se hizo presente en mis neuronas como si eso fuera algo vital para mí, eso me extraño pero lo deje para más tarde.

-Ten.

-¿Qué es dije?- dije al recibir una cajita mediana en la que se podía ver unos cuantos dinerales invertidos.

Kiros se sentó en la esquina de la cama viendo fijamente, atento a mi siguiente movimiento; abrí la dichosa cajita topándome con 7 pares de aretes, todos eran de diamantes en diferentes colores tamaños y presentaciones, mi vista se cautivo con ellos pero mi moral dijo que esto era una jugada algo sospechosa.

-Son tuyos.-dijo mi ojitos de linterna frente a mí.

-¿Por qué?-esto era raro, me los dio así sin más y sin ninguna explicación, no dudaba de él pero si del que quisiera algo a cambio, obviamente no iba a pasar.

-Son una disculpa por todas las veces que actué como un idiota.

-¿Y a Sirius que le diste?-pregunte burlándome de él.

Su rostro se torno serio pero al final si me contesto la pregunta.

-El privilegio de estar pegado a ti sin que lo ahorque- si, hay acabo la diversión de mi burla.

-¿entonces esto significa?

-Significa que cada que haga alguna estupidez obtendrás una disculpa y una prenda de diamantes y si en algún caso me la tengas que exigir porque obviamente puedes hacerlo, te daré dos, otra disculpa por antipático.

-Al parecer terminare llorando en un balcón con muchas prendas de diamantes.

-Pues tú los harás brillar incluso cuando sufres.

-Son diamantes, brillan por si solos.

Que felicidad que te regalen diamantes como una disculpa, mas hombres como Kiros, voten pa que le manden uno que les regale diamantes.

Vigilo tu espalda y tu vigilas mi almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora