Encuentro. [KookTae]

1.

"Hey, ¿has escuchado los rumores?

        No, no he escuchado ningún rumor, ¿qué sucede?
       
           Dicen que hay un fantasma de un clérigo en la iglesia abandonada de St. Myers".
       
       
Los comentarios de las personas se escuchaban por todo el pueblo. Habían sospechas de que a la medianoche hacía presencia un cura joven en las ruinas de una iglesia por la calle St. Myers. Nunca lo demolieron debido a que lo declararon como un patrimonio cultural.

El viento frío comenzaba a golpear el rostro de Taehyung al manejar su bicicleta en dirección a su hogar, pues había terminado sus actividades de la universidad y necesitaba terminar de investigar información adicional sobre ese lugar histórico. El chico estudiaba arqueología y también en sus tiempos libres se había inscrito en un curso que trataba sobre química básica. Le encantaba mucho aprender y saber de todo un poco.
       
        –Dicen que hay un fantasma y aunque tengo curiosidad por saber si es cierto o no, la única forma que logre comprobarlo es porque debo hacer mi investigación a las ruinas por temas arqueológicos y los años que tiene–. Hablaba para sí mismo, estacionando su transporte en el garaje y entraba a la casa. –Tal parece que voy a tener que ir. Es lo único más viejo de aquí del pueblo que podría adaptarse a mis expectativas. Tengo seguridad de que no se acercarían demasiado las personas debido al mito del fantasma–. Una sonrisa traviesa invadió su rostro al decir todo aquello.
       
        Tal vez su proyecto –que era para eso su curiosidad de poner un pie allí–, daría en el blanco. Se decía que esas ruinas tenían alrededor de setenta años, si es que no tenía más, para variar. Una investigación arqueológica allí, sería perfecta para lograr averiguar tiempo, descomposición de la materia, elementos y posibles causas de deterioro.

–Estoy demasiado emocionado. Ya quiero llegar allí y descubrir varias cosas.

Muchas veces le hicieron comentarios muy hirientes debido a su obsesión por la arqueología, pero, ¿qué podía hacer si era su pasión? La gente cuadrada no entendería su sentir. ¿Por qué no se quejaban de los científicos? Esos sí que estaban locos, él sólo se dedicaría en cosas antiguas y ya, no hacía falta inventar cosas, descubrir cosas fascinantes a través de números. Solo excavar y encontrar objetos tangibles.
       

              –––––
                           •
       
       
        La medianoche había llegado, los pensamientos del castaño eran demasiado alejados de la realidad: "¿y si el fantasma del clérigo aparece porque no soporta el peso de sus pecados?", "¿era posible encontrar muestras biológicas en una estructura de casi ochenta años?", "¿sus ruinas y abandono pueden haber sido causadas por bombardeos de la segunda guerra mundial?", entre otras cuestiones que vagaban por su cerebro.
       
        Al estar frente al establecimiento deteriorado, lleno de polvo, con una luz tenue encendida y una dulce voz proviniendo del interior, se preguntaba si era el fantasma o si alguien más estaba de curioso como él. Tragó saliva y su respiración se agitó un poco, solamente por la emoción que estaba empezando a recorrer su cuerpo.

Un ligero suspiro de satisfacción escapó de sus labios para después poco a poco ingresar con cautela, esperando que la puerta no rechinara tanto como creía que lo haría.
       
       
        Protégenos Señor con tu espíritu.
        Perdónalos porque ellos no saben lo que hacen.
        Padre nuestro que estás en los cielos...
       
       
        La suave voz masculina suplicando a un Dios en el que Tae no creía, hizo latir más rápido su corazón. Entonces era cierto que sí había un fantasma de un cura. Cerró la puerta tras de sí, con extremo cuidado para no hacer notar su presencia ante el ente, siendo sus esfuerzos inútiles, ya que las bisagras de la entrada estaban muy deterioradas, lo que hacía un leve rechinido, adicionando que ocasionaba un pequeño eco igual de audible para la compañía que había.
       
–No es necesario que trates de esconderte, el sonido de la puerta y los latidos de tu corazón te delatan, puedo oírte.
       
       
         ❛Oh, mierda, ahora sí estoy jodido❜. Pensó el castaño mientras sentía la adrenalina y el pánico apoderarse de su cuerpo, ¿qué iba a hacer ahora? No podía irse sin estudiar el lugar, iba a ser parte de su proyecto para poder graduarse.