GAME | HANKNOW |

Unico

Sábado por la tarde, todo era tan malditamente aburrido.

No tenía tareas que hacer, la casa estaba limpia y su novio lo ignoraba.

Llevaba toda la mañana sentado en su silla frente a la gran pantalla de su televisión viciado por el nuevo juego que se compró.

Minho lo entendía, su pareja era un amante increíble de los videojuegos, algo que se le hacía tan jodidamente sexy, pero todo tiene sus límites.

Odiaba que lo dejará de lado, se encerraba en su habitación y no salía para nada. Podía no comer en días pero él siempre trata de cuidarlo y que su salud no se vaya a la mierda.

Últimamente no estaban pasando mucho tiempo juntos y el de hebras castañas extrañaba el calor y cuerpo ajeno.

Pero para Jisung, cuando un nuevo juego lo tiene en espera, su novio no existía.

Minho suspiró cansado, se levantó de la cama y caminó hacia la habitación donde el pelirrojo se encontraba.

-¿Amor?- Abrió un poco la puerta para tener vista al cuarto oscuro.

No obtuvo respuesta alguna, el lugar estaba silencioso y de vez en cuando se escuchaban maldiciones por parte del jugador, al tener los auriculares puestos el ruido exterior desaparecía.

-Jisung- Habló de nuevo ahora más fuerte recibiendo un "Mmh" del otro.

-Llevas mucho tiempo jugando, quiero estar contigo- Confesó acercándose a él.

-Mhm.

Minho quería golpearlo.

-Puedes dejar eso, venir conmigo a la cama y hacer esas cositas que tanto nos gustan, amor- Trató de seducir mientras besaba el pálido cuello del mayor.

-Hon, déjame jugar. Me estás distrayendo- Dijo tosco alejándose de los labios que se encontraban besándolo.

El mencionado rodó los ojos, los cuales cayeron en la corriente eléctrica que tenía conectado el enchufe de la consola.

Estiró su mano para llegar a él y desconectarla pero un brazo aprisionó su estómago y lo atrajó hacia atrás cayendo en el regazo de Jisung.

-No te atrevas a hacer lo que ibas a hacer- Su voz grave hizo estremecer a Minho y sólo se acomodó sobre él disfrutando de la calidez que le transmitía.

Eso era lo que quería.

Pasó sus brazos alrededor de la fuerte cintura de Jisung abrazándose a él mientras que su cabeza y mejilla se restregaban en el firme pecho del pelirrojo.

-Eres un gatito mimosito, ¿eh?- Dijo con tono de burla sin siquiera dirigirle la mirada.

Minho lo vió mal pero el contrario ni cuenta se dió así que siguió abrazado a él.

Sus ojos se dirigieron a las grandes manos de su novio que sostenían el control de la Play 5, sus dedos se movían con rapidez y precisión haciendo de los pensamientos de Minho un lío muy caliente.

Recordaba todas esas veces que Jisung lo folló con esos largos dedos hasta hacerlo venir, como llegaban tan profundo presionando aquel punto que lo hacía gritar del placer.

Se removió exitado y tímido por sus pensamientos bajo la cabeza quedando frente al miembro del pelirrojo. Este se marcaba demasiado en los shorts que traía puestos exitando aún más al menor.

Sin pensarlo dos veces dirigió su mano hacia esa zona en específico dándole un leve apretón haciendo sobresaltar a Jisung.

-¿Qué carajos estás haciendo, Minho?- No respondió a la pregunta, sin embargo siguió masajeando suavemente aquel lugar.