Ran.
Estaba desesperado, no me quedaba quieto, caminaba de un lado al otro, ya había pasado unas cuantas horas desde que la traje al hospital, claro que le avisé a Aoi y venía en caminó, aún no llegaba y sentía tantos nervios, quería llorar.
Ella entró al hospital con la respiración agitada de tanto correr, me buscó con la mirada y me encontró, fué corriendo hacia mi.
Aoi: ¿Cómo está? ¿Que fue lo que pasó? ¿Cómo la encontraste? -me bombardeo con preguntas que no pude responder.- ¡Por dios, respóndeme!
— yo... -no pude decir más porque el doctor se nos acercó.
Doctor: buenas noches... ¿Ustedes son los familiares de la señorita Yuda?
— si.
Aoi: si. -respondimos a la par.Doctor: me da gusto, gracias a su intervención -me miro a mi- Pudimos salvarla, quizá si tardaba unos 5 minutos más habría pasado lo peor... ¿Usted es pareja, esposo o novio de la paciente?
— ah... Bueno... Si, soy su novio. — no lo era oficialmente pero si les decía que no, no me dejarían saber más sobre ella.
Doctor: la paciente se encuentra ya mejor sus heridas no fueron lo suficientemente profundas así que está bien -suspire con alivio- será difícil llevar su tratamiento de ahora en adelante pero, espero que se pueda reglar con la noticia porque tal parece que ella tampoco lo sabe. — lo mire con extrañes— Supongo que usted tampoco lo sabe. -no entendía nada, el volvió hacia mi y sonrió- Felicidades señor, será padre de una niña que tal parece está completamente sana.
Me quedé estático ¿Un bebé? ¿Ella está embarazada? De... ¿Mi? Abrí los ojos tanto que sentí que saldrían volando de sus órbitas, mi mente se quedó en blanco, Aoi miro con sorpresa al doctor también, por mi parte no sabía que decir, por mi mente pasaban mil y un preguntas el doctor se retiró diciendo algo más que no logré escuchar porque estaba mirando el suelo, la loseta blanca o gris.
Sentí mis rodillas temblar, mi cuerpo se sentía debilitado, pero mi corazón latía de felicidad, no pude evitar contener mis lágrimas y comencé a llorar.Aoi: ¿Estás bien? ¿Que tienes? ¿Por qué lloras? ¡Oye! -soltó asustada porque me deje caer en un asiento mientras lloraba.
No estaba llorando por tristeza, si no por felicidad, una a tener una hija, una bebé, con ella...
Me recomendaron verla y así fue, estaba nervioso pero me controle y me puse a un lado suyo.
— ¿Por qué lo hiciste? — ella no respondió — Dijiste que ibas a hacer hasta lo imposible por recuperar a tus hijos... ¿Ya te rendiste? ¿Tan rápido? —sus ojos brillantes se volvieron cristalinos, me miró y sus lágrimas rodaron por sus mejillas.
Aún cuando llora es muy linda.
— no lo vuelvas a hacer más... — me arrodille y tome su mano entre las mías, pude ver sus vendas y me rompió por dentro — Tienes que pelear contra ti misma, tienes que reponerte, a nadie le gusta pelear contra sus propios monstruos, nadie quiere hacerlo, pero tú eres una madre, tienes que pelear y ganar...
Sus hermosos ojos no dejaban de derramar lágrimas hasta que por fin me habló, por fin rompió ese muro de hierro que ella misma creo entre nosotros.
TN: ya no aguanto más... - su voz se quebraba al hablar - Siento que me estoy muriendo por dentro, ya no puedo resistirlo más, el no saber de ellos me está matando Ran... Me duele tanto saber, que no estuve ahí para ayudarlos, para salvarlos, para...
Su llanto se intensificó y me levanté para abrazarla, su cuerpo tan frágil temblaba entre mis brazos, quiero cuidarla, quiero defenderla, pero... ¿Cómo la defiendo de ella misma? Sus brazos de repente me rodearon.
TN: tengo miedo Ran... Tengo mucho miedo -hablo entre suspiros cortados por su llanto.
— tienes que ser fuerte ______.... Ahora más que nunca, por los niños y la bebé que esperas. -sentí como ella paro sus suspiros cortados y se alejó de mi para cuestionarme con su mirada — Tan parece que tienes tres meses de embarazo y es una niña — mi corazón latía con más fuerza — Vamos a tener a una niña...
Mi vista de nuevo se nublo y ella no dejaba de mirarme con esos grandes ojos hasta que sus ojos se cristalizaron una vez más, Pero una sonrisa se formó en su rostro.
TN: ¿Una... Bebé? -susurro. - Voy a ser madre... - volvió a susurrar pero está vez llevo una de sus manos a su vientre donde ahora estaba ella, mi hija.
Mi niña.
— tienes que ser fuerte por tus tres hijos, tienes que estar fuerte, yo te prometo — toque su mejilla con una de mis manos — Te prometo que haré lo que tenga que hacer para hacer que los tres vuelvan a estar juntos, no importa si tengo que mover, cielo, mar y tierra para encontrar a los niños...
Ella no podía ni hablar, solo asintió, se que me estoy metiendo en un compromiso enorme, pero no puedo irme y dejarlo así, no puedo, no quiero, no lo haré, voy a luchar por ella, voy a encontrar a los niños y voy a estar cerca de mi hija, no me importa dar mi vida a cambió de la felicidad de ellas dos y es precisamente lo que haré.
Tendré que dejarla, pues mi vuelo sale a las 10 de la mañana y ya había dado la 1am, tenia que irme...
— me tengo que ir, me encantaría quedarme pero no puedo... — me acerque a ella y tome su mano — Pero antes de irme, tienes que prometerme que no haras algo como esto, nunca más. -ella relajado sus expresiones
TN: te lo prometo. -di un suspiro.
— Me iré en paz ahora — sonreí y ella me dió una sonrisa ligera, muy ligera, me acerque a ella y bese su frente, pero antes de alejarme junte su frente y la mía, cerre los ojos y hablé — Cuídate mucho, si tu estas bien, yo estaré mejor... nos vemos luego... Te quiero — susurre eso último.
Me di la vuelta y abrí la puerta y justo entonces ella dijo algo que me hizo frenar mi andar.
TN: también te quiero, Ran. - la voltee a ver con los ojos bien abiertos.
— ¿Que dijiste?
TN: Te quiero. - repitió, quería saltar a abrazarla y besarla, pero no podía, solo regrese, la tomé de las mejillas y le di un beso, un beso solo rozando sus labios, sin moverlos, ella no puso opción y eso hizo enloquecer a mi corazón.
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VIOLET EYES [RAN HAITANI] (SIN EDITAR)
Fanfiction(Hermanos Haitani #1) Cómo culla luz que cautiva la orilla de una playa, su deslumbrante figura estaba ahí, existiendo, como un fantasma, quería abrazarla pero no podía, sentía su brisa, escuchando su voz a lo lejos... Miraba sus ojos y eran como do...