Dejate llevar

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Cuando el carro llegó ambos se subieron. Ahora sí, ya no tenía que cargar a Sasuke.

— Y... ¿tú también olvidaste la credencial? — Intentó sacar platica.

¿Por qué de la nada le era complicado hacerlo?

— No soy tonto.

— ¡Hey! — Se ofendió — Entonces, ¿por qué me acompañas?

— Porque así cómo eres puedes perderte o te secuestran.

— No creo, he venido miles de veces. Solo y acompañado.

— ...

Eso Sasuke no lo sabía, aunque era muy obvio. Y por alguna razón le molestaba.

— Por eso repruebas.

— Repruebo porque me da flojera.

— Qué idiota.

— Bueno, inteligente — Arrastró cada palabra — No todos somos ratas de biblioteca cómo tú.

— Por eso están como están — Dijo de forma despectiva. No iba a dejar que lo ofendieran por ser responsable.

¿Qué clase de mundo era este?

— ... — Hizo una mueca y se giró, mirando a la ventana. Sasuke hizo exactamente lo mismo de su lado.

Sí, esto no estaba saliendo como lo planeado.

¿Por qué Sasuke estaba a la defensiva con él desde hace semanas?

Con todos los demás era muy amable... bueno, tal vez porque ellos no se le acercaban tanto y no tenían ningún tipo de vínculo.

Pero igual.

Ya habían llegado.

— Ahh — Suspiró pesadamente — Yo ahora podría estar en clase, tan tranquilo.

Naruto buscó su credencial en la mochila y ahí estaba. La guardó en el bolsillo de su pantalón.

— Entonces no hubieras aceptado.

— ... — Se dirigió a su casillero y sacó su mochila — Cierto — Caminó con intenciones de ir a su clase.

— ¿A dónde vas?

— Con suerte el profesor se apiadará porque soy yo. Le inventaré algo y me dejará pasar.

¿Que esperaba qué hiciera?

El alfa que le gustaba, por el cual aceptó ir a Akatsuki le estaba diciendo...

"Entonces no hubieras aceptado."

Por primera vez le daba razón al Uzumaki. Que imbécil fue al pensar que algo diferente podía suceder.

— No seas exagerado, teme — Lo agarró del brazo — Sólo estaba jugando.

— Pues yo no.

Lo había arruinado. Su primer contacto en tanto tiempo y lo echó a perder.

Cuando creyó que perdería la única oportunidad que se le había dado con Sasuke, el celular del omega comenzó a sonar.

— Bueno — Lo puso en altavoz.

— ¿Ya vienen de regreso?

— ¿Porque no le llamaste a Naruto?

— Porque cuando salimos siempre deja su celular en la mochila por miedo a que lo pierda o se lo roben.

— Eheh — Naruto se rio apenado.

Garras de Omega. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora