La fría agua de la ducha cae en mi piel y moja mi cabello mientras llevo mis manos a mi cien y con fuerza me lamento.
<<Una muerte>>
Alguien ha asesinado a una chica. Y justo y casualmente a la que yo casi mato. Nadie puede saber que yo estuve ahí, que yo fui la última persona que la vio y mucho menos que los golpes que antes de la muerte le fueron ocasionados yo se los hice.
Cerré mis ojos un instante y solo me dejé llevar por la relajante sensación de la fría agua de la ducha al estremecerse con mi piel. Necesitaba olvidar, dejar de pensar, pero sobretodo hacerme la idea de que todo esto es una coincidencia, nada más. Aunque aún no entiendo porque mi mente me grita todo lo contrario.
-¿Piensas quedarte ahí la vida entera o es acaso quieres que entre ahí contigo?-dejé de respirar un segundo. Mi cuerpo se congeló al oír esa masculina voz justo a unos pasos de mi espalda.
No puede ser. ¿Quién anda ahí?
Abrí mis ojos al instante y giré mi torso de inmediato ante el sobresalto de su voz mientras que el agua aún seguía corriendo por todo mi cuerpo, llevándome la sorpresa de encontrarme con la sombra de lo que parecía ser un chico, reflejada sobre el transparente y borroso cristal blanco que estaba ahí como puerta.
-Pensé que eras una psicópata Ríona. ¿No me digas que sientes pena?. Es que acaso tu si sientes?- el estruendo de su risa mandó punsadas a mi pecho junto con la información que tenía sobre mí. Sus pasos fuertes y marcados haciendo eco por toda la bañera hasta detenerse en frente de mis ojos pasando de ser solo una distante y confusa sombra negra a convertirse en una borrosa pero definida silueta a la que aún no podía verle el rostro.
-¿Quién rayos eres tú? -las palabras salieron de mis labios sin que apenas pudiera darme cuenta con ese tono frío y despiadado que le advertía no acercarse.
-¿Yo?-dió otros dos pasos hacía mí con ese tono juguetón y travieso que me empezaba a molestar, pegando sus grandes manos al cristal, manchándolo de una especie de tinta roja, la cuál se esparcía desde el comienzo de la misma hasta donde se detenían sus grandes manos, haciendo una amplia mancha carmesí.
<< Sangre >>
-Yo ... soy el diablo.
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Percance : [ El Otro Lado De La Puerta ]
Mystery / ThrillerUn accidente solo eso bastó para cambiar mi vida por completo y transformar mi alma para siempre. ¿Acaso somos la misma persona ella y yo?. ¿Lo somos?. No, eso no puede ser. ¿Cómo podrían existir dos personas dentro del cuerpo de una sola?. Eso no p...