━━━ Chapter 007

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(POV Rue)

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A veces, cuando estoy muy drogada, creo que soy vidente. Cuando Nate Jacobs tenía once años, encontró los videos de su papá. Su papá, Cal, era obsesivo, su mamá siempre decía que él había heredado esa característica. Nate se dio cuenta de que los discos no estaban colocados al azar; era un código complejo diseñado para que nadie se metiera en sus cosas.

—Tengo un pene hermoso. ¿Lo quieres ver?.— se escuchaba decir al papá de Nate en uno de los videos.

—¿Cómo le gusta que lo llamen? ¿Señor? ¿Amo?.— preguntaba un chico joven mientras Cal metía sus dedos en la boca del chico.

—Tú me puedes llamar papi.— respondió Cal, volviendo a meter su dedo en la boca del chico, quien empezó a lamerlo. — Abre más. — El chico siguió lamiendo. — Más, eso es.

El video seguía mostrando la relación sexual entre Cal y el joven, mientras Nate miraba con una expresión seria.

— ¿Te gusta?. — preguntaba Cal.

— Sí, papi. Me gusta.  —respondía el chico.

Todos los videos eran similares.

— ¿Eres toda una mujer, no?. — preguntaba Cal.

— Casi toda. — respondía el joven.

— Casi.

Bebían, charlaban, y el video continuaba con escenas explícitas.

— No me hagas acabar. Esperemos para eso.  — decía Cal mientras se grababa recibiendo un oral.

Luego, su papá taladraba salvajemente a una:

— Maldita ramera.

Nate escuchó a su papá llegar y se alteró. Miró por la ventana y luego hacia la puerta. Quitó el disco, lo guardó y acomodó, super alterado, y cerró el cajón con llave.

Cal entró por la puerta de la habitación de Nate, quien fingía seguir dormido.

— Quiero hablar contigo. —  le dijo a su hijo mientras le acariciaba el cabello. Nate se destapó la cara con la sábana. — Eres fuerte, Nathaniel, lo supe desde que naciste. Tienes una voluntad de hierro, garra y determinación. Siempre he admirado eso de ti.—  continuó Cal. Nate solo observaba a su padre. — Porque, algún día, te llevará al éxito.—   dijo acercando su mano para acariciar la mejilla de Nate.

— Pero nadie en este mundo te aupará. Verán lo que yo veo y te despreciarán por ello. A veces lo sabrás y otras veces no. Mientras más lejos llegues, más afilarán sus dagas. Nunca les des la oportunidad.— Cal retiró la mano, suspiró, se levantó de la cama y apagó la luz.

; Sweet | FezcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora