Alicent y Viserys son unos padres terribles.
Fallecen en un "accidente" automovilístico dejando a 4 preadolescentes solos con los problemas Targaryen.
Eventualmente todos ellos se van por mal camino; Rhaenyra y su familia los encuentran años después...
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El día de la boda se acerca cada vez más.
—¿Ya checaron sus vestidos?—Baela comía palomitas con Jacaerys.
—Creo que irán en tanga —dijo Daeron mientras intentaba hacer que una palomita cayera en la boca de Lucerys y joffrey.
—Ustedes en lugar de ayudar estorban —Rhaena los señaló con una mueca de enfado
— Tranquila mi amor, estoy segura que encontraremos el vestido indicado
—Conozco a alguien —murmuro Aemond —¿Qué?
Todos los miraban como si le hubiera crecido otra cabeza.
—No le diremos a ese— Helaena habló seria
—¿Por qué no? Conoce tus gustos
— Sí Daemon ve a baelish querrá matarlo
—¿Y? Mientras les consiga el vestido
Daeron comenzó a sonreír.—Dios, quiero ver este drama
—Yo también —susurro joffrey entre ellos.
Los días pasaron y con ellos el estrés de la primera boda Targaryen. Sí bien las novias querían algo privado y completamente familiar también querían presumir su boda y su nueva unión familiar.
—¿Fotógrafo? ¿Para qué? No hace falta —daemon no quería que la gente chismoseara
—¡Me parece una gran idea!—Laena sonrió —Conozco a alguien de confianza, te prometo que les tomarán las fotos más hermosas del mundo entero
—No vayan a romper la camara —bromeo larys
Daemon lo miró seriamente jugando con un cuchillo entre sus manos. Criston le quitó el cuchillo con suavidad y larys se escondió detrás de su hermano.
—No te hará daño
—No confío en los zorros
Daemon estaba contando hasta cien.
—Mi bella Helaena ya eres toda una jovencita
Baelish envolvió en un abrazo a la peliblanca. El ojo de Rhaena y Daemon temblaron.
—Recuerdame porque no puedo matarlos aquí mismo
—Porque me pondré el vestido que me compraste
Daemon gruñó como si de un perro se tratase.—Entonces vámonos ahora —se levantó — Adiós bella familia, tenemos que irnos
—Nosotros también nos vamos—lucerys se levantó de su asiento —Iremos al cine
Aemond se levantó sin decir nada. Los padres de Lucerys se despidieron de ambos jóvenes y los dejaron ir.
