Bad idea right? - MAXLEY

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Mi vida luego de 4 años de la universidad no se había convertido en lo más sencillo, a pesar de haberme graduado de la carrera de Administración y negocios internacionales, encontrar un trabajo que este 100% dedicado a eso no es tan fácil como te lo dicen en clase.

—¡Max! Por favor necesito la llamada en la 11, pásamela.

—¡Por supuesto! ¡Ya lo hago!

Ahora trabajo como administrador en una prestigiosa lavandería, esto hasta poder juntar lo que necesito para poder mudarme a un mejor departamento, no me mal entiendan, digo, estoy en un buen ambiente laboral, me tratan bien a pesar de ser el más joven, me dan buena paga, y creo que eso es todo.

No me va mal, pero me pudo haber ido mejor.

El molesto timbre del teléfono sonó interrumpiendo mis pensamientos.

—¿Lavandería Williams..- papá? - Acerque más el teléfono a mi boca y me incorporé mirando a todos lados para que nadie más pudiera escuchar la conversación- papá, ya te he dicho que este es el número de la oficina, si..lo sé.

Una charla larga pero repitente respecto a que no descuidara mis comidas, y que siempre tengo que dormir 6 horas, ya quisiera yo cumplir con todo eso pero aceptaba solamente para no preocuparlo. Ya que ahora no vivía con el se preocupaba incluso el triple.

—Si pa, yo también te quiero, saluda a Silvia de mi parte. Adiós.

Los días en el trabajo no eran largos pero si pesados, al ser una reconocía lavandería llegaban muchos clientes y tenía que atender todo, hasta la más ridícula queja. Lo único que hacía al llegar a mi departamento era tirarme a la cama y descansar. No sin antes ver algunos mensajes en mi teléfono.

—¿Bobby? Ahora que querrá ese weon.

Note varias llamadas perdidas y presione algunas teclas para llamarlo directamente, abrí la tapa de mi teléfono escuchando de inmediato su voz.

—¿Maxx? Hasta que al fin das señales de humoo.

—No creo que sean señales del humo que tú quieres.

—Bueno, bueno, pero hablando de eso, te estaba diciendo para ir a una fiest-a.

—Bobby, no creo..estoy cansado. Demaciado.

—Vamos Max, van a venir chica-s muy lindas, además es algo pequeñ-ooo, para que te relajes. PJ ya me confirmo.

Pensándolo bien sonaba muy comprometedor, no había ido a fiestas desde la universidad... universidad. Cada vez que pensaba en esa palabra recordaba a Bradley. Sería un muy buen motivo para distraerse.

—Cuenta conmigo bro.

No tuve que hacerme muchas vueltas sobre que ponerme para la fiesta, sabía vestirse y muy bien. Era sábado, una noche despejada, al día siguiente no trabajaba, todo parecía estar saliendo bien.

Cuando llegue a la dirección sabía que era ese lugar por la música tan fuerte, suspiré antes de tocar la puerta, si eso funcionaria claro por milagro si, me recibió un PJ no tan borracho, me abrazo antes de hacerme pasar, mirando un poco el panorama, como siempre habian personas haciendo retos tontos con los tragos, personas besandose en una esquina y bullicios por doquier. No pude analizar más la fiesta por PJ quien me palmeo el hombro.

— Max, ¿Puedo hablarte un momento?

— Si es que puedes, apenas puedo escucharme a mi.

Fuimos afuera de aquella casa que al parecer bobby había rentado, y tenía un pequeño jardín. La expresión que tenía en el rostro no me generaba nada bueno.