ELISA

-¡Apurate!

Grito Elisa desde el carro. Portaba unos jeans tipo cargo y una camiseta vieja de su banda favorita. Aunque tenia el cabello recogido, una corona de cabellos sobresalía de su cabeza. Pero no le importaba. Hoy era dia libre y tenia todo preparado para ir a caminar por los senderos  a orillas de la ciudad.

En esta ocasión un compañero de su trabajo le acompañaría, en lo que ella se aprendía la ruta para saber cómo llegar. La situación se había acomodado, porque a el no le gustaba excursionar solo,  y ahora no tenía con quien pues su habitual compañero se  había quebrado la pata  mientras  esquiaba.

-Tranquila, vamos con suficiente tiempo, créeme, aun con ritmo lento, estaremos en el restaurante del paradero a más tardar a medio día.

De nombre Edwin. De cuerpo ancho y de pecoso. Era la descripción física de una persona amigable.  Termino de cargar las cosas en el carro y emprendieron rumbo a la ruta.

El dia era fresco, con ligeras lloviznas ocasionalmente. Totalmente diferente a donde Elisa vivía anteriormente. Tenia poco de haberse mudado; sus papas habían fallecido trágicamente en un asalto en su casa recientemente, y su tía se la llevo a vivir con ella. Acepto debido a que no se sentía con la fuerza de seguir viviendo en la misma casa donde sus papas habían fallecido.  El funeral para ella habia sido traumático.  Fue a féretro cerrado, debido a que los cuerpos habían quedado irreconocibles. Ella se había salvado debido a que había llegado mas tarde por una fiesta. Cuando llego ya la policía había cercado todo, así que, para bien o para mal, ella no vio los cuerpos.

Aun ella no lograba entender como había sucedido todo. Pero estar en otra ciudad le ayudaba a sentirse un poco normal, a como era antes. 

- Cuando mi amigo se recupere te llevare a la ruta completa. Ahora solo recorreremos la parte   concurrida.

- ¿La parte concurrida?

- Si la normal. La otra es poco concurrida, pero no  me animo a ir solo.  Con mi amigo si. El es un experto en todo eso de animales, hubicarse  etc..

-Si, sera mejor que nos quedemos en lo conocido

- Haha,  si, no sera divertido que en tu primera caminata  tengas que ser  salvada por los guardabosques, aunque seria una buena anécdota

- Dejémoslo así, no quiero ser conocida por la chica nueva que se perdió en el bosque, hahaha.

Tal como lo dijo su compañero, el lugar era concurrido. Eso le dio más tranquilidad.  Mientras caminaban, su amigo le explicaba lo poco que conocía de los arboles y plantas. Todo era repetición de lo que su amigo decía cada que caminaban. Al poco tiempo se toparon con la primera desviación del camino. Un pequeño camino entre dos árboles que simulaban un ovalo.  Elisa se asomó a ver.  A diferencia del camino común, allí parecía que las ramas eran cada vez más espesas, impidiendo que pasara mucha luz. Estuvo tentada a dar un paso hacia dentro, para ver mejor. Pero su amigo la detuvo del hombro.   Y, mientras su amigo veía a la distancia, como si escaneara en busca de algo, le dijo

- Nos quedaremos en el camino permitido. La luz es buena, recuerda. 

Elisa asintió; pero noto algo extraño, mientras se regresaba al camino, giro para preguntarle a su amigo si ese era el inicio del camino que tomaba con su amigo, pero al hacerlo, vio que susurraba algo hacia la entrada y aventaba lo que parecía unas piedras brillantes, mientras se  retiraba haciendo una reverencia.

-Es el pago por asomarnos… vamos continuemos, que todavía nos falta un buen para llegar al paradero

Explico sonriendo; noto como su voz se puso un poco nerviosa mientras dijo eso, como si escondiera la verdadera razón de ello.  Pero no quiso pensar mucho en ello, así que se dejo guiar nuevamente.  Era divertido, personas de diferentes edades, todas caminando, disfrutando del momento.  Unas tantas tomándose fotos en los  puntos  marcados para ello. Y Elisa no perdió la oportunidad de hacerlo. Se tomo varias fotos ella y con su amigo y las publico en sus redes sociales.  Era la primera vez que le nacía publicar algo desde lo sucedido.
Las fotos rápidamente se llenaron de comentarios positivos hacia ella, y de cuestionamientos de quien era el nuevo “amigo”. Comentarios que le levantaron el ego a Edwin.   Cuando llegaron al paradero, un grupo de jóvenes saludo a Edwin desde el palco y los invitaron a sentarse con ellos. Presento a Elisa como una amiga del trabajo y su nueva “adquisición para caminatas”.   Entre platicas Elisa aprendió que la ruta tiene pocos años que se hizo famosa para senderismo; y que Edwin recorría la ruta desde mucho antes con su amigo.  También supo que las primeras veces que acompaño a su amigo, iba mas nervioso que  deseoso de  recorrer la ruta, pero que por  no querer dejar a su amigo solo, prefería acompañarlo. 

-¿ustedes han recorrido esa ruta?

-Noooo

Contestaron casi al unísono.

Edwin solo rio y cambio el tema a algo mas agradable.