Viaje

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Buscar dominio en medio de un océano extenso, se siente como buscar la salida de un gran desierto.

Estoy recorriendo éste gran territorio acuoso sin saber si al final tendré mi objetivo pero es mi deber hacerlo de todos modos. En mí sincera opinión, ésto es un camino sin salida.

Después de derrocar a Cronos mi hermano Zeus dijo que nos repartieramos el universo; él se quedo con el cielo, Hades le dio el inframundo y a mi me dio el mar, el espantoso mar y claro resulta que ahora me tengo que casar con Anfítrite, la "hermosa" Anfítrite a la que todos desean. Todos excepto yo ¿Por qué me tengo que casar con alguien  a quien apenas conozco? Es ridículo, si una persona se casa es por amor no por el poder. ¿Por que no mejor huir? ¡Que buena idea Poseidón! Eres un genio, galán.

Apenas me surgió esa gran idea salí del olimpo en rumbo a algún puerto de los griegos y al ser un Dios digamos que podía pedir lo que quiera, ¡podía incluso pedir ser el nuevo rey de esa ciudad!

¡Concéntrate Poseidón!

Apenas llegue a la ciudad sus habitantes me recibieron con lo mejor de lo mejor y si no hubiera tenido prisa me hubiera quedado a probar aquellas exquisitas frutas que tenían, que desperdicio.

Cuando me encontré en el puerto de embarcaciones le pedí al primer humano que me crucé que me diera su bote y si vieran lo fácil que es hacer que un mortal te dé su sustento de vida te quedarías pasmado hasta los huesos. Recuerdo que cuando subí, el pobre marinero me hablaba pero no le preste atención hasta que me dijo:

— Oh gran Dios Poseidón, te pido que me dejes darte a mis marineros para que te sirvan en tu viaje por altamar. — Decía el hombre.

Wow, ¿ese tipo me esta dando la vida de otros sin sustento consentimiento? Fascinante.

— Claro que tomaré esas vidas mortales, pequeño humano. — Le respondí, esperando a que sus hombres subieran al bote.

Cuando dije eso note que la cara del hombre cambio a una de desilusión, estoy seguro de que el esperaba un "gracias marinero, te recompensare por eso". Por amor amo mi, los Dioses solo recompensamos a los más guapos no a sucios marineros.

Da igual, subí al barco y le dije a esos pequeños humanos que elevarán anclas y que fueran a la dirección al suroeste, a babor, tal vez ahí los perderé y Anfítrite dejará de molestar con lo de que debemos de casarnos y bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla, que ser reyes de no se que más. 

Me daba igual, solo quería escapar y ser libre como el mar que estaba bajo mis pies, ansiaba ser libre y sin obligaciones otra vez. Así que mejor me concentre en guiar a los marineros hacia tierras desconocidas.

Recuerdo que estuvimos dos días nadando en la misma dirección y algunos marineros se prefirieron aventar ya que no soportaban estar ante las ordenes de un Dios, tontos humanos. Todo iba bien hasta que en un momento me senti muy... ¿mortal? Intente controlar el agua para asegurarme de que fuera una ilusión pero no pude mover el agua y estaba asustado ¿como iba a regresar al olimpo?

"No, es por el cansancio" pensé y me canse de luchar así que les dije a mis mortales marineros:

— ¡A  estribor, hombres míos,  vayan hacia el noreste! — Les grité, tratando de regresar antes de que algo malo pasara pero...

Oh no, era tarde, demasiado.

Una tormenta se desató en mi embarcación y sacudió todo. Estábamos alarmados. Hasta un marinero tuvo el descaro de gritarme.

—¡Dios Poseidón, salvénos de ésta tormenta de tempestad! 

— No puedo...— Susurré con la cabeza baja.

— ¿!Que!? — Otro grito del inútil descarado. 

— ¡QUE NO PUEDO, INÚTIL MORTAL! — Al fin, lo dije.

¡Al fin lo dije! Soy un Dios inutil, el Dios del mar que no puede calmar una marea.

No tardo en esparcirse la noticia por el barco, todos estaban gritando y corriendo incluso algunos se aventaron del navío. Solo quedamos yo y lo que quedaba del barco, debi de tomar ese curso náutico  en vez de fiarme en mis poderes, carajo.

Tan pronto cómo tome el timón sentí como se movía sin control.

Estaba desesperado y levante la vista y vi como el barco se dirigía hacia unas rocas, la tormenta seguía y no parecía tener fin así que intente utilizar mis poderes. Nada. Volví a intentarlo pero no paso nada "¿Acaso este era el fin?" Me cuestioné mentalmente.

"¡No, tú eres un Dios inmortal!" Me voy a volver loco por estar respondiendome.

De pronto hubo un estruendo, sentí como una embestida potente y ví como el barco se rompía.

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⏰ Última actualización: Jul 09 ⏰

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Un triángulo divinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora