THE KILLER

(1) capitulo Invierno

Se dicen muchas cosas de esta ciudad, pero no son más que rumores o leyendas urbanas para mantenerte al resguardo de tus padres, en la seguridad de nuestras casas, pero al final solo son historias. La vida en Saalfeld es generalmente tranquila, pero se dice que hace a 20 años hubo una oleada de asesinatos sin control, y precisamente por ello hay tanta seguridad ahora, pero sin importar que intenten mantenerte a salvo fuera de tu hogar, hay momentos en los que desearía no volver a casa nunca más. 

Mi madre murió hace muchos años, cuando yo era una niña, las causas fueron desconocidas, ya que su cuerpo estaba tan putrefacto que ni siquiera lograron encontrar rastros de que algo le hubiera pasado. Mi padre me acogió en su casa junto a su mujer y mi medio hermano.

Al principio estaba bien pero luego todo comenzó a desmoronarse. 

Asisto a una preparatoria que se encuentra lejos de casa y aunque intente alejarme no lo conseguí, Urien no me a dejado ni un segundo sola en estos años en los que he vivido en su casa, mi padre dice que es por mi seguridad, pero se que eso no es así. Lo único bueno de todo esto para mi fue perder un año escolar, así al menos no tengo porque cruzarme tanto a Urien por los pasillos, pero en la casa no hay en donde esconderse, no hay forma de evitarlo. 

Si tan solo tuviera el valor de escapar, pero hasta eso me quitaron, ahora mismo estamos en el autobús, Urien va dos asientos detrás de mi ya que no le agrada relacionarse conmigo en lugares púbicos y es mejor así para ambos. Hace unas semanas que comenzaron las clases y como estuve enferma no pude asistir el primer día, hoy especialmente vamos más temprano de lo habitual, ya que papá se levantó molesto y Urien decidió que nos fuéramos con prisa.

Se que intenta ser gentil y también se lo que espera a cambió pero aunque se esfuerce eso no pasara, solo es cuestión de tiempo para que vuelva a comportarse de la misma forma de siempre, personas como él no cambian.

Al llegar me baje yo primero y Urien caminaba detrás de mi, siempre se mantiene a una distancia segura para vigilarme, no tomo mucho tiempo para que poco a poco comenzara a llenarse el patio externo, todos esperábamos a que abrieran las puertas. En cuento llegaron los amigos de Urien, él se aparto de mi, y al fin me dejo sola. 

Como repetí el año no conocía a nadie y tampoco me llevaba bien con los que fueron mis compañeros, así que solo aguarde hasta entrar a mi salón, tome asiento en la fila detrás del todo para no relacionarme con nadie, pero no tardaron en abordarme.

- Hola - hablo un chico de forma animada-  ¿tu eres la nueva? yo soy...- lo interrumpí.

- No me interesa- le dije.

- ¿Que?- preguntó confundido.

- No me interesa saber quien eres. vete por favor.- le pedí.

- Pero que antipática- se burlo-  tranquila, me agradas - dijo asintiendo con la cabeza, mientras compartía miradas con otros chicos del salón.

Respire profundo e intente ignorarlos por el resto del día, pero me fue imposible al terminar las clases. Salí tan rápido como pude y al llegar a mi casillero ese chico y sus amigos me acorralaron.

-Holaa antipática - dijo con una sonrisa mientras apoyaba su mano el el casillero contiguo.

- hmm? - ladee la cabeza un poco.   

- Quería preguntarte si querías venir con nosotros a tomar algo? - preguntó nervioso.

-.. Hee.. - no sabia como contestar- lo lamento, pero debo volver a casa, ya sabes con eso del toque de queda..- estaba divagando. 

- Oh!, si entiendo.. pero.. sabes, no muerdo ni nada, si hoy no puedes esta bien, pero que te parece si mañana almorzamos juntos.. claro si eso no te molesta, no quiero molestarte, es solo que como..