-- Escrito por "Irene Naridza"
"Vamos, Stuart. Ponte de pie, todavía faltan 15 minutos para que termine tu sesión de ballet." Dijo Jenny mientras ponía la música en pausa.
"Estoy muy cansado. Me has estado obligando a bailar por horas, además. Recuérdame de nuevo. ¿por qué tengo que usar este atuendo de niña?" preguntó molesto mientras se sentaba en el suelo en una posición más cómoda.
"Porque desobedeciste a mamá y papá jugando fútbol dentro de la casa y rompiste el jarrón de la abuela. A tan solo dos meses que falleció." Respondió la chica rubia con seriedad mientras cruzaba los brazos.
"Ya dije que lo sentía. No fue mi intensión. Ahora regrésame a la normalidad." protestó Stuart en lo que parecía una rabieta. "No sé si eso se vio tierno... o patético." Dijo su hermana antes de reírse.
"Un 'lo siento' NO va a arreglar el jarrón de 300 años de antigüedad que la abuela le dejó a papá." Dijo Jenny con seriedad. "Mis palabras no, pero las tuyas tal vez sí. Ese humo que salió del jarrón te dio poderes mágicos." Stuart señaló la mano de Jenny que emitía un aura blanca.
"Fue mientras probabas tus poderes cuando me convertiste en una niña. ¿recuerdas?" dijo Stuart mientras se miraba una vez más al espejo. Todavía no creía lo que su hermana podía hacer ahora. "Estoy seguro de que puedes arreglar ese jarrón con tus brillitos también."
"Aún estoy probando estos poderes, pero estoy segura de que puedo." Dijo Jenny. "Entonces hazlo." Exigió Stuart. "No hasta que terminemos nuestra sesión de ballet." Respondió Jenny mientras se acercaba a los parlantes para poner la música de nuevo.
"No jugaré tu juego. ¿Piensas que no le diré esto a mamá?" dijo Stuart, dando un pisotón. "¿Decirle qué?... Sí, ya recordé." Jenny se aclaró la garganta.
"Le dirás que tú, un desempleado de 30 años se puso a jugar fútbol en la sala. Derribó un invaluable jarrón sobre la cabeza de su hermana menor haciéndolo pedazos. Pero como este estaba encantado le dio poderes y te transformó en una niña ballerina. ¿le dirás eso?" preguntó con una mirada inquisidora.
"Espera, espera. No, digo sí. Sí les diré eso porque eso fue lo que pasó." Respondió Stuart nerviosamente. "Y ya te pedí perdón por tu chichón." Dijo antes de ocultar su mirada.
"Mamá y papá solo creerán la primera mitad. Solo tengo que volverte a la normalidad antes de que lleguen y vean el precioso jarrón roto en el sofá y mi chichón en la cabeza." Jenny notó otra esquirla del jarrón en su cabello. Lo retiró y lo arrojó al monto reunido en el cojín como evidencia. "Esta vez sí te echarán de la casa."
Jenny encendió la música del parlante otra vez. "Aunque, también podrías jugar conmigo a las ballerinas. Yo arreglaría el jarrón con esta magia y te devolvería a la normalidad antes que mamá y papá lleguen. Tal vez incluso pueda ayudarte a que por fin consigas un trabajo de verdad." Extendió su mano a su hermano.
"¿Es un trato, Stacy?" Jenny siempre fantaseó con tener una hermanita menor en vez de un hermano mayor holgazán, esto era lo mejor que le había pasado en años. Stuart lo pensó un momento y entonces estrechó la mano de su hermana. "¿Al menos puedo elegir mi nombre o puedes transformarme en una chica de mi edad?" preguntó resignado.
"No. El papel de la pequeña Stacy te queda bien." Dijo antes de usar su magia para transformar la sala en una habitación de danza. "Este lugar parece más apropiado para seguir con tus clases de ballet."
De forma tímida, Stuart o más bien, Stacy, siguió las indicaciones de su hermana. No tanto por el temor de que sus padres se enteraran del jarrón roto. En verdad estaba interesada en que Jenny usara su magia para conseguirle un empleo.
FIN
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----- Si por allí encuentran alguna falta de ortografía, por favor, háganmelo saber -----
------------------------------------ GRACIAS POR VER ------------------------------------
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EL JARRÓN ROTO
Short StoryUn jarrón roto puede tener graves consecuencias, más si este es valioso. Si tu hermana sabes que rompiste uno, puede llegar a chantajearte. Y si le gusta el ballet, tal vez estés próximo a ser una ballerina.