Capítulo VI

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¡Hola a todos! Acá un nuevo capítulo donde el poder de Daemon sobre Rhaenyra cae en picada xD

No olviden comentar y votar.

No pregunten por las otras historias aún porque no sé cuando sacaré una con todo el trabajo que tengo jejeje.

Besos y abrazos.

Rhaenyra no pudo ver a su tío a solas en ningún minuto luego de que él discutiera con su padre, sin embargo, las cosas que su tío dejó para ella, estaban todas en su habitación.

Toda la ropa que él sabía que a ella le gustaba, materiales de arte y cualquier cosa que ella pudiera necesitar.

Sintió un nudo en su estómago al pensar que él seguramente había seguido discutiendo con su padre luego de la discusión que ella vio, de lo contrario, su padre se habría llevado todo eso.

Sintió náuseas casi pensando en todo lo que su prometido le había regalado desde que ella tenía memoria. 

¿Su padre había objetado las joyas, la ropa, los viajes y la comida también?

Comenzó a recordar lo mucho que su madre la miraba preocupada cuando Daemon le daba alguno de esos obsequios, y comenzó a asociar que tal vez no era coincidencia que él siempre tuviera que viajar luego de darle esos obsequios.

Intentó recordar las veces que su padre le había regalado a su madre, y no recordó más que las ocasiones especiales, como un cumpleaños.

Su tío en cambio le daba obsequios cada vez que tenía la oportunidad. 

Tenía que hablar con él, estaba asustada luego de lo que había pasado, pero necesitaba encontrarlo.

Pudo encontrarlo hasta la siguiente mañana luego de que él le enviara el desayuno a su habitación y ella se negara a comer sin él.

- No comeré hasta que mi prometido esté presente- dijo Rhaenyra a la sirvienta que le llevó el desayuno, y ella la miró casi asustada.

- Princesa, las órdenes del príncipe fueron prepararle el desayuno a usted- dijo ella y luego abrió la bandeja- Él ha enviado a preparar sus pasteles favoritos, y también un té que dijo que seguro le gustaría- dijo ella y Rhaenyra sonrió.

- Sé que te da miedo objetar una de sus decisiones, si te soy sincera, estoy temblando también- dijo Rhaenyra sonriéndole a la mujer- Pero él no dudará en creerte cuando le digas que fue mi idea desobedecer su orden, dile que no desayunaré hasta que mi prometido venga- dijo Rhaenyra sentándose en la cama y la doncella asintió, saliendo de allí con la bandeja, y volviendo a los minutos con otra bandeja preparada para dos.

Ella había enviado a llamar por el príncipe, cada sirviente del palacio asombrado de que el príncipe fuera llamado por la princesa ¿Eso era permitido? Ni siquiera lo sabían, pero la princesa lo estaba haciendo y ellos no eran quienes para cuestionar a la familia real.

Casi media hora más tarde, Daemon llegó a la habitación de Rhaenyra con gesto confundido, él vestía ropas formales, lo que significaba que estaba en alguna reunión importante y ella tragó pesado.

- ¿Sucede algo?- preguntó Daemon y a pesar de su gesto duro Rhaenyra notó algo que nunca había notado antes ¿Había preocupación?

- Como he enviado a mi doncella a informar, no desayunaré sin la presencia de mi prometido- dijo Rhaenyra sentándose en la mesa que habían preparado en su habitación- ¿No fueron claros en informarte?- preguntó ella con su corazón latiendo desbocado en su pecho.

Estaba aterrada de estarle ordenando algo a él. No era común en su familia. No era común para una mujer ese ''descaro'' y sin embargo ella estaba probando que tanto podía tirar los hilos de su prometido.

Eres solo mía y no te dejaré jamás (Daemyra)Where stories live. Discover now