Prólogo

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Jadeos retumbaban por toda la oficina, los gemidos eran retenidos contra su mano y con la otra se encargaba de sostenerse enterrando los dedos sus uñas cortas en la esquina de la mesa.

Su espalda estaba recostada sobre una pila desorganizada de papeles y documentos, mantenía las piernas abiertas desde hace un buen rato estiradas sobre los hombros ajenos y los talones apoyados contra el espaldar de la silla giratoria donde la otra persona estaba sentada comiéndole el trasero. Esa experta lengua se movía entre sus muslos, lamiendo, entrando y saliendo de mientras con sus manos le acariciaba las piernas y a veces el interior de los muslos.

Oh Luna, como amaba escuchar el chapoteo de esa lengua en sus fluidos y los leves gruñidos que su compañera soltaba al saborearlo, tenía la mirada perdida en el techo blanco de la oficina, sus ojos cristalizados con lágrimas de placer pensando en lo bien que sentía en esos momentos, en la adrenalina que causaba estar haciendo aquello en lugar como ese y con la puerta sin seguro.

Se le crisparon los dedos de los píes y sus pezones se pusieron aún mas duros debajo de su camisa desaliñada, solo de imaginarse que alguien entrara sin tocar y los atrapara así, en aquella situación tan comprometedora pero deliciosa. Rayos, se iba a correr en cualquier instante solo con esa lengua penetrando su cavidad.

El abdomen se le contrae, su pene vibra y palpita erecto contra su vientre, tiene que morder su mano para no chillar de puro placer.

—Louren, Louren... —llama bajito, entrecortado, avisando lo apunto que está de romperce en trositos. Se agita, no puede aguantar mucho más —P-por favor, Alfa...

Suplica desesperado, comenzando un ligero va y ven de caderas contra la boca de la chica.

—Oh... —jadea alargando la "O", tirando hacia atrás su cabeza —Lou me vengo...

Gime ahogado contra su mano y es cuando deja de sentir el húmedo músculo contra su entrada y este es suplido por dos dedos largos hundiéndose hasta el fondo, casi rozando su próstata.

—¡Sí!

Chilla sin poder evitarlo y llora abriendo más sus piernas, se deja hacer cuando la chica toma su miembro y al ritmo de sus dedos penetrando se encarga de masajear este de arriba abajo mientras lleva su boca a la rosada e hinchada punta y lame la abertura mojada, para luego engullirla y chuparla tomando todo el salado liquido preseminal.

—¡Louren! —grita.

Sin importar ser escuchado afuera de esa oficina, lo hace, grita porque no puede soportar tanto estímulo, porque su próstata comienza a ser tocada y porque siente sus testículos tan cargados que no aguanta mucho más.

Una última succión y su cavidad aprieta los dedos ajenos, un gemido agudo rasga su garganta y calientes tiras de semen salen disparadas dentro de la boca de la alfa.

Es allí cuando abre los ojos, encontrandose a sí mismo sentado sobre el escritorio que no le pertenece, con los pantalones abajo, las piernas abiertas y sus propios dedos hundidos en su culo que casi chorrea. Tiene la respiración agitada, un hilo de saliva corre desde la comisura de sus labios por todo su mentón y su otra mano se aferra a su pene, llena de semen.

Él solo había imaginado todo.

Él solo había estado fantaseando todo el tiempo con su jefa...

Venía haciéndolo costumbre desde hace un mes.

—Diosa...

Murmura volviendo a cerrar los ojos, retomando los movimientos de su mano en su pene para sentir un poco más de su orgasmo. Suelta un gemido bajito y sonríe, moviendo sus dedos en circulos dentro de su cavidad anal mientras su mente vuelve a un mes atrás.

Proprietress [Omegaverse hetero +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora