¿Por qué no?

Capitulo 11

Apenas llegamos a Mónaco, confirme mis citas para la compra de departamentos, al final me quede con uno que estaba a unas calles del depto. De Carlos, y no muy lejos, decía yo del de Arthur.

Después de la compra de dicha nueva casa, fui a comer con Carlos para celebrar mi logro reciente, ser independiente.

- Entonces ¿Cuándo comenzaras con la decoración? - pregunto Carlos

- Si me ayudas mañana mismo

- Pero claro que será un placer ayudarte.

Estábamos comiendo cuando escuche a lo lejos la risa de Charles, mi peor error voltear para confirmar que era él. Pues lo vi acercarse con cara de pocos amigos junto a Alex.

- ¿Qué haces aquí, Sophie? - pregunto molesto - y con Carlos.

- Relájate, mate. Solo comemos.

- Si, nos encontramos aquí por casualidad y decidimos comer juntos.

Me gane una mirada muy mala por parte de Chili, pero creo que al final si le tenía un poco de miedo a Charles, tenía esa mirada de mi padre cuando se molestaba y eso hacía que me recordara a él.

- ¿Nos acompañan? - pregunte.

- Si no es molestia, me gustaría. - respondió Alex, haciendo que mi hermano se calmara un poco

Pidieron ellos, de comer. Cuando Charles se levantó al sanitario.

- Así que ¿por casualidad? - menciono Carlos,

- Discúlpame, aún no he encontrado el momento de decirles

- Bueno pues deberías, no quiero que pasen estas cosas o que un día sin querer nos encuentren de otra forma.

- Disculpa Chili.

- Así que esto sentías cuando tú hermano y yo - dijo Alex, riendo.

- Si, de hecho, era más incomodo

Terminamos de comer, y Carlos se ofreció a llevarme a mi casa, bueno casa de mi madre. Sin que a Charles le molestara, creo. Al final no había prueba alguna de que fuéramos novios, al menos para los ojos de Charles.

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Pasaron los meses, me entregaron mi departamento nuevo al cual me mude enseguida. Pues estar con Carlos era mi prioridad, y aunque aún no encontraba el momento perfecto para decirles a mis hermanos sobre Carlos, creo que mi hombre había entendido pues ahora trabajamos juntos y se daba cuenta de las escenas que Arthur y Charles hacían cuando me veían cerca de Ollie, y es que se comprobó que yo le gustaba al hombrecito.

Y cada que podía me lo hacía saber, me comencé a llevar excelente con Antonio y podría jurar que era un amigo muy cercano a mí. Por fin llegaron vacaciones de invierno, y aunque Carlos y yo habíamos tenido varias discusiones por cosas que él siempre decía era sin sentido, decidimos que pasaríamos vacaciones juntos sí o sí.

- Charles, invite a Carlos a nuestras vacaciones en los Alpes Italianos, así que reserva una habitación más

- ¿Qué?

- Lo invite, Charles, Carlos es mi amigo. Así que por favor reserva una habitación más o se queda conmigo

- ¡He! ¡No! Eso no, princesa. Que se quede con Arthur, sabes que siempre alquilo la cabaña y ya no hay habitaciones extras.

Llegando a la cabaña, me ofrecí a mostrársela a Carlos, la verdad es que moría por un beso suyo.

- Ven, te enseño una vista maravillosa. - le mencione a Carlos perdiéndonos en la parte trasera y baja de la casa.