— Ed , hermano.
Dije en mi forma humana, ya que mientras me acercaba a él , iba volviendo a mi estado humano.
—Déjame Alister.
La voz suave de Alina hizo que mi atención se fijase en ella.
Alina levantó sus manos.
—Déjale en el suelo.
En cuanto ella me lo pidió, la obedecí.
De sus manos comenzó a salir una luz que fue envolviendo el cuerpo herido de Ed.
Mientras ella recitaba algunas palabras irrepetibles para mí , Ed se veía envuelto en la luz que ella irradiaba.
Para mi sorpresa Ed , desapareció ante mis ojos.
—¿Dónde...
Le pregunté asombrado ante lo que había ocurrido .
— Está a salvo , al menos de la miradas de los demás.
Estará bien hasta que volvamos por él.
Tenemos que entrar.Miré a mi alrededor , nadie excepto nosotros dos quedaba ya en lo que se habia convertido en el campo de batalla.
— El tio de la vara... ¿está ahí dentro?.
Le pregunté sin apartar la vista de la entrada del castillo.
— Probablemente. Alister, debemos ayudarlos. Están luchando , pero están muy débiles.
En sus ojos se hizo presencia la tristeza.
— Vamos.
Dije , sin preguntas , solo confié en ella y seguí adelante.
Le ofrecí mi mano y ella no dudó en agarrarla , no sin antes , regalarme una tímida sonrisa.
Anduvimos juntos hasta la entrada.
Mi oido captó los sonidos de la pelea que allí estaba teniendo lugar.Apretamos nuestros pasos.
Al entrar , no pude creer lo que tenía ante mí.
Hombres lobos escuálidos , luchaban contra lobos enormes.
Humanos esqueléticos ayudaban a los lobos en su cometido.
Las mujeres en las mismas condiciones trataban de proteger a los pequeños que allí se encontraban.
Tal vez ellos no estuviesen en las mejores condiciones , pero peleaban como podían y eso se llevaba mi lealtad hacía ellos.
Alina comenzó a soltar bolas de luz de sus manos.
Un escalofrío me recorrió al ver como le quemaba la cara a un lobo que pegaba a lo que parecía ser un hombre lobo ya entrado en años.
Entré en batalla mientras me iba transformando, pues me di cuenta que podía hacerlo a placer.
Mis garras desgarraban cuánto enemigo se cruzaba en mi camino.
Los colmillos arrancaban carótidas a cuánto lobo sin honor se atrevía a hacerle daño a esa pobre gente.
No sabía el motivo de su encierro , pero tampoco era importante, ya que ellos abusaban de los más débiles y eso no se lo perdonaría.
Al final del pasillo ví a los guardianes del tio de la vara , y me dirigí hacía allí.
Un gruñido salió de mi garganta al saberme cerca de él.
No sabia el motivo , pero si debia romper esa vara por el bien de esa gente...lo haría.
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Aullidos
Lupi mannari¿Que pasaría si en medio de la noche te encuentras con un enorme perro y este te ataca?. Este relato habla de las consecuencias de ese ataque nocturno.